Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

El veganismo en la adolescencia

La corriente está en crecimiento. Llevar adelante una dieta sin alimentos relacionados con animales puede ser viable, siempre y cuando sea responsable.
El veganismo en la adolescencia

Llevar un estilo de dieta vegano tiene sus pros y contras. Una rutina basada en vegetales protege la salud y ayuda a mantener un peso sano; además tiene ciertas implicaciones morales que aún son discutidas. Por otro lado, si no se hace bien, puede conducir al déficit de ciertos nutrientes, ¿qué debemos saber sobre ser vegano en la adolescencia?

La pregunta acerca de qué es y qué no es “ser vegetariano o vegano” no es casual, sino que responde al hecho que, muchas veces, la persona centra su identidad en ese patrón nutricional. 

Por la profusión de artículos que han proliferado en los medios de comunicación, sumado a las conferencias profesionales en el tema, la impresión actual es que el ser vegano en la adolescencia es una realidad creciente.

Son varias las controversias que el tema suscita, además de ciertas desavenencias que el tema genera entre padres e hijo en la consulta médica.

Una publicación de la revista Adolescere, de la Sociedad Española de Medicina del Adolescente (SEMA ), destaca: “Las  formas más comunes para definir las dietas vegetarianas son las veganas, exentas de todo alimento de origen animal, y las vegetarianas, exentas de aquellos de origen animal, pero que incluyen huevo y productos lácteos”.

Sin embargo, ¿por qué los jóvenes prefieren ser veganos? “Las razones más frecuentes para elegir una dieta así incluyen consideraciones de salud, preocupación por el medio ambiente y factores relativos al bienestar animal” , asevera R. González Leal.

Hay que considerar que en el vegetarianismo existen dos poblaciones especialmente susceptibles o de riesgo. Una de ellas, los niños y adolescentes, que están en edad de crecimiento y necesitan todos los nutrientes; en particular los aminoácidos esenciales.

El otro grupo es el sexo femenino, que necesita hierro, mineral que se encuentra en las legumbres y en los alimentos de origen vegetal, aunque la biodisponiblidad es más reducida. En las legumbres y vegetales hay cantidades suficientes de hierro pero no se asimila de la misma manera que el de origen animal.

Si bien es posible hacer mención a los beneficiosos resultados de estos patrones alimentarios, es importante no desconocer la existencia de elementos controversiales.

Las dietas vegetarianas, planificadas de manera adecuada, se asocian con frecuencia a diversas ventajas para la salud.

Mientras las proteínas animales contienen todos los aminoácidos esenciales, las proteínas vegetales tienen deficiencia de alguno (limitante). Así, los cereales poseen como aminoácido limitante a la lisina, mientras que las legumbres contienen metionina y treonina como limitantes.

La adolescencia es la etapa más frecuente para el inicio de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos destaca que es indispensable comer diferentes tipos de alimentos, entre ellos verduras, frutas, granos, nueces, semillas, granos integrales y productos lácteos libres de grasa y huevos, si la dieta personal los incluye.

Elegir productos fortificados, como los cereales, panes, leche de soja o de almendra y jugos de frutas para obtener una gran variedad de nutrientes y reducir los que sean ricos en grasa, azúcar y sal también cuenta.

Incluir una fuente de proteínas en todas sus comidas.

Tomar suplementos si la dieta carece de ciertas vitaminas y minerales.

Es esencial recordar que la Vitamina B12 es necesaria para ayudar a prevenir la anemia. Los huevos y los lácteos son ricos en B12, es por esta razón que los veganos pueden tener dificultad en obtener suficiente.

Aprender a leer la etiqueta de información nutricional en los paquetes de los alimentos. La misma indica los ingredientes y el contenido nutricional del producto.