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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Alimentos antioxidantes para reforzar el sistema inmunológico

En líneas generales, los antioxidantes pueden dividirse en tres grandes grupos: polifenoles, carotenoides y vitaminas del Grupo C y E.
Alimentos antioxidantes para reforzar el sistema inmunológico

Una dieta rica en antioxidantes naturales reduce la inflamación, refuerza el sistema inmune y previene el envejecimiento celular.
La ansiedad y la incertidumbre vividas durante el confinamiento por la amenaza del COVID -19 han llevado a descuidar la alimentación en un momento en el que lo que más necesita el cuerpo Es reforzar los hábitos saludables. El llamativo aumento del consumo de ultraprocesados, ricos en azúcares y grasas saturadas, delata esa forma de enfrentarse a la situación de estrés y que conocemos como “hambre emocional”, según una publicación de abc.es

Pero para cuidarse los expertos inciden en la importancia de atender a conceptos nutricionales que favorezcan realmente la salud. El consumo de una dieta rica en antioxidantes naturales es fundamental para reducir la inflamación, reforzar el sistema inmune y prevenir el envejecimiento celular que lo deprime, sobre todo en el caso de la población de riesgo. Una nutrición antioxidante hace funcionar correctamente al sistema inmune, tan importante en momentos de pandemia.

Vivir en un estrés continuo y el hecho de que, en algunos casos, se haya retomado la actividad física requiere el aumento de antioxidantes, que se consiguen comiendo en abundancia frutas y verduras frescas, de temporada y crudas, aunque también semillas y frutos secos. 

¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son moléculas capaces de retardar o prevenir la oxidación de las moléculas que se producen por la transferencia de electrones de una sustancia a un agente oxidante. Al perder electrones, esas sustancias pueden presentar inestabilidad y convertirse en radicales libres, que reaccionan en cadena y que puede dañar las células. De hecho, según revela un experto una dieta pobre en antioxidantes puede acelerar el envejecimiento y favorecer la aparición de determinados tipos de cáncer, así como de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Además, no solo es importante tener en cuenta ahora la importancia de los antioxidantes.

¿Cuántos tipos de antioxidantes hay? 

En líneas generales, los antioxidantes pueden dividirse en tres grandes grupos: polifenoles, carotenoides y vitaminas del Grupo C y E.

Polifenoles. Son compuestos de origen vegetal, con una potente capacidad antioxidante. Se encuentran en muchas frutas y verduras, así como en otros alimentos con los que se preparan infusiones. Algunos ejemplos son moras, arándanos, uvas, manzanas, cítricos, cebollas, soya, maní, aceite de oliva virgen, té verde, té blanco y café. El consumo de estos alimentos se ha relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares y determinados tipos de cáncer.

Carotenoides. Son pigmentos que fabrican las plantas en el proceso de la fotosíntesis, con capacidad de neutralizar las especies causantes del estrés oxidativo. Sus colores van del amarillo al rojo, aunque también pueden acercarse al violeta. Frutas y verduras como la zanahoria, naranja, melocotón, mandarina, tomate, sandía, papaya, calabaza, incluso las espinacas y el brócoli (este último es verde porque su contenido en clorofila enmascara los carotenoides) contienen carotenoides. Estos alimentos pueden interferir en la prevención de las enfermedades asociadas al envejecimiento.

Vitamina C. Es considerada un nutriente esencial, ya que el organismo es incapaz de sintentizarla. Protege a las proteínas, lípidos, hidratos de carbono, ADN y ARN, de los efectos de los radicales libres. Además, sin ella no podemos sintetizar el colágeno y elastina, importantes en la salud de las articulaciones y de la elasticidad de la piel y los vasos sanguíneos.

Entre las más ricas en vitamina C se encuentran la naranja, el kiwi, el limón, la papaya, el melón, las fresas, los tomates y verduras como los pimientos, las coles de Bruselas, y en general verduras de hoja verde como el brócoli y la coliflor. Tres raciones de frutas y dos de verduras al día aseguran un consumo mínimo de 200 mg.

La vitamina E es capaz de preservar la función de la membrana celular y bloquea la oxidación del colesterol LDL (colesterol malo). Lo que sucede con el LDL es que, al ser oxidado, provoca el desarrollo de placa de ateroma que favorece el infarto de miocardio, ictus e insuficiencia vascular de miembros inferiores. Esta vitamina se puede encontrar en el aceite de oliva, maíz, soya, canola, girasol y los frutos secos.