Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 11:53

De vender pendrives a ser un empresario al 100%

Adalid Pérez abrió un nuevo negocio en el que ofrece brochetas de camarones y “pique parrillero”. Empezó vendiendo pavitas en un vehículo a estudiantes. Invita siempre a soñar.

Adalid Pérez abrió un nuevo negocio en el que ofrece brochetas de camarones y “pique parrillero”. NOÉ PORTUGAL
Adalid Pérez abrió un nuevo negocio en el que ofrece brochetas de camarones y “pique parrillero”. NOÉ PORTUGAL
De vender pendrives a ser un empresario al 100%

Adalid Pérez recuerda el 2010 con un dejo de nostalgia y otro poco de orgullo particular. Ese año, el joven empresario, que ahora pisa los 31, paseó las calles de Cochabamba montado en un pequeño vehículo ambientado para preparar pavitas, esos tradicionales sándwiches que no faltan en los cumpleaños.

Recuerda que ese fue su primer emprendimiento “tangible”. Y aunque de aquello se cumplió más de una década, el ingeniero agroindustrial sabe prácticamente de memoria el recorrido que solía realizar. Pasaba por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), la Escuela Militar de Ingeniería (EMI), donde se formó, y la Universidad Católica Boliviana.

“Siempre le metí a todo. Me fui capitalizando. Luego pude comprarme un food truck (carro de comida rápida). Iba a los recreos de las universidades. Ello me ayudó mucho porque así comencé a conocer más gente”, señala Adalid, convencido de un concepto: “La vida es tan corta, que si te da el tiempo y tienes la voluntad, puedes lograrlo”.

Y se tomó en serio la consiga, pues ahora se constituye en uno de los empresarios más consolidados del mercado valluno. Antes de ofrecer pavitas, Adalid vendió pendrives, celulares y embutidos en su etapa como estudiante. Probó con todo.

Con una amplia trayectoria dentro del mercado, el empresario estrena ahora Brocheta King, un espacio culinario situado en el Paseo Aranjuez donde propone platos que rescatan los sabores criollos, pero con un aire totalmente gourmet. Allí ha innovado con brochetas de camarones, una apuesta que invita a la sorpresa y al buen sabor. La casa también cuenta con dos fusiones: el pique parrillero y el pique anticuchero.

“Gracias a Dios, siempre una puerta me abrió otras dos. Así pude escalar. Nunca me gustó quedarme en mi zona de confort. Tengo varios amigos que también van por el mismo camino. Es un orgullo, como cochabambino, ver eso”.

Es el creador de la Casa del Anticucho y de Burger Grill, además fue dueño de Capital Karaoke, Music Hall, Avalon y Weekend, entre otros. Muy pronto estrenará Montecarlo, un pub para disfrutar de música en vivo y cerveza artesanal. Adalid no para.