Cuando se piensa en Taquiña, se recuerda un emblema de Cochabamba que va más allá de la cerveza, es parte de la tradición valluna. Por eso, ahora la empresa busca tocar las fibras más profundas de la esencia qhochala recuperando una de sus bebidas más típicas: la chicha. 

La nueva Taquiña Chicha recopila el sabor de varios tipos de maíz en una lata y ya está en el mercado hace unas semanas. “Es una innovación que tiene como objetivo rescatar nuestra tradición local, redescubriendo maíces que estaban quedando en el olvido y elevarlos en un producto nuestro como la chicha”, explica Rodrigo Rocabado, jefe de marca de Taquiña.

El proceso de creación duró dos años en los que se adentraron en varias chicherías del Valle Alto para hacer un trabajo de investigación y tener una receta propia que respetara el sabor y las características orginales de esta bebida. 

Además, la creación de este nuevo producto también beneficia a quienes se encargan de producir esos granos. Taquiña firmó una alianza con la Fundación Valles para trabajar con comunidades de productores y brindarles asistencia técnica y facilidades para la producción de maíz. Uno de los primeros beneficia-rios del proyecto es el colindante de la empresa, el Sindicato Agrario de Taquiña.

Entre los planes de la marca qhochala para los próximos tres años, está comprar alrededor de 14.000 toneladas de maíz provenientes de más 2.000 fami-lias agricultoras y, de esa forma, impulsar la producción local. 

Taquiña Chicha viene en dos variedades: la primera es 100% maíz y la segunda tiene 70% maíz y un 30% de cebada. Ambas opciones incorporan chancaca para darle más sabor. 

Por ahora, no tienen planes de exportar al exterior, pero no descartan la idea con el objetivo de llegar a más personas, como lo hicieron a lo largo de los 125 años de vida que tiene la marca.