Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 18:19

Señor Google, véndame un perfil psicológico; esta vez de hombres maltratadores

Señor Google, véndame un perfil psicológico; esta vez de hombres maltratadores

PARTE 2

…Existen la literatura, el cine y de ellos podemos extraer ejemplos exquisitos; en este caso elegí las radionovelas donde a partir de elementos propios o cosas cotidianas pude crear tres personajes masculinos, mezclando estructuras clínicas (el acto violento en una neurosis, psicosis, quizá una perversión), eventos y hechos que pueden desarrollarse en una pareja y que pueden terminar muy mal. Tratando de desarmar discursos de carácter totalitario que suelen atraparnos, tales como: “pobres de nosotras las mujeres que sufrimos tanto”, “es el patriarcado” y también saliendo de ese ideal que dice que las mujeres no tenemos agresividad ni lados oscuros; sin caer, tampoco, en la justificación de los hombres que cometen crímenes “pasionales”, pues de nuestras posiciones y actos como sujetos siempre somos responsables. También escuchar diferentes casos donde un hombre queda sin recursos simbólicos ante la demanda femenina que a veces puede ser desorbitante, donde aparece un malestar sin palabras que suele terminar en hechos siniestros.

Me gusta mucho el análisis que hace Claudia Palau, psicoanalista argentina, sobre los celos y la violencia. Ella en una entrevista dice: “hay crímenes que se ponen de moda según las épocas”, lo cual nos lleva a pensar en el elemento que se repite en algunos feminicidios y el cual sirve de muleta para creer que existe una respuesta única a estos actos atroces, pero analizando más a fondo podríamos decir que allí el mecanismo de identificación hace su trabajo: mujeres quemadas, descuartizadas y tiradas en una bolsa de basura, apuñaladas, muertas, pareciera un acto similar que se va repitiendo en el tiempo y esto  nos asusta, pero no por esta repetición se podría crear un perfil universal sobre los hombres maltratadores, tampoco sobre las mujeres víctimas. Andrea no era María, Carlos no era Mario. Existen muchos contrastes y colores que a veces por simple flojera mental las reducimos a números como los post que encontré en Google. Se valora la labor que la prevención está tratando de hacer para controlar y concientizar sobre este fenómeno de violencia, pero por sí sola la prevención no es suficiente, hay que ver de qué contexto e historia provienen estos hombres y mujeres, qué lugares ocupaban dentro del lazo amoroso, el desencadenante, el signo de amor y qué está dispuesto/a uno/a a aceptar del otro y qué hace con eso, si guardarlo en silencio, pedir ayuda, dejarse morir, etc.

La Ley Judicial. La ley no sirve para prevenir, sirve para castigar el acto. En algunos casos funciona para regular, por lo general su alcance es insuficiente e incluso suele transmitir más violencia hacia sus propios funcionarios, los cuales pueden reproducir el modelo donde se universaliza todo reduciéndonos a números. Son tiempos duros para la subjetividad, si no eres solo un cerebro o genética entonces terminas siendo un número más en las estadísticas con los cuales se llenan memoriales y también los noticieros.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio (psicóloga), responsable de la columna, al correo 

[email protected] o al     teléfono/WhatsApp +591  62620609.

Visítanos en Facebook como      LECTURAS SUTILES