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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 11:10

¡Quiero ser perfecto!

Carmen Barrón
Carmen Barrón
¡Quiero ser perfecto!

Vivimos en un medio que fomenta las denominadas exigencias irracionales perfeccionistas. Las familias, los colegios, universidades y el contexto en general nos exigen ser excelentes, exitosos, prestigiosos y reconocidos, nos exigen ser excepcionales en algún área, no importa lo que cueste, aunque nuestra vida esté de por medio. 

He visto durante mucho tiempo a personas que buscan ayuda psicológica porque presentan problemas de estrés, ansiedad, depresión y trastornos de la conducta alimentaria, entre otros, donde se evidencia un marcado sufrimiento porque no son lo que deberían ser, es decir, no son perfectos y la mayor parte de sus días los viven autoexigiéndose de manera cruel, poniendo en juego su salud física y mental. 

Veamos algunas de las creencias o pensamientos que aparecen detrás de todo esto: “Para ser el mejor debes esforzarte siempre al máximo y hacer lo necesario cueste lo que cueste”, “Debes compararte e imitar a los famosos y exitosos”, “Debes ser una persona segura y emocionalmente estable”, “Debes estar siempre feliz”, “Debes caerle bien a todo el mundo”. Estos pensamientos por supuesto son irracionales y nos pueden llevar a experimentar un marcado malestar psicológico como se mencionaba en el párrafo anterior. A su vez, si analizamos el significado de la palabra “perfecto” podremos advertir que la misma describe a una cosa o individuo que reúne el más alto nivel posible de excelencia con relación a los demás de su misma especie. Podríamos decir también que es aquello que no tiene errores, defectos o falencias y, por supuesto, viéndolo desde este punto de vista podríamos señalar que la perfección no existe, vale decir que no podemos alcanzar lo inalcanzable, es imposible no tener errores.

Por otra parte, es importante preguntarnos ¿por qué debemos ser perfectos?, si el intentar serlo nos trae más sufrimiento que bienestar, ¿qué sentido tiene?, ¿acaso no está bien buscar vivir con tranquilidad una vida donde trabajemos por lo que queremos, pero sin ansiedad y sufrimiento? Con todo lo anterior no estoy diciendo que no debamos luchar por nuestras metas, proyectos o sueños, creo que esto le da sentido a nuestras vidas, pero si el costo significa ir por un camino de angustia, pienso que no tiene ningún sentido hacerlo. Luchar por nuestros proyectos o sueños debería significar ir más bien por un camino donde disfrutemos cada paso que damos, y si existe algún fracaso, porque está bien equivocarse, saber levantarnos y continuar caminando motivados por la pasión, el entusiasmo y la alegría, y no por la de-sesperación de ser el mejor. 

Para liberarnos del perfeccionismo es central reconocer que querer ser perfecto es imposible y no tiene sentido, esto nos permitirá aceptarnos de forma incondicional, reconociendo que somos seres perfectibles y teniendo presente que cada persona brilla con una luz propia y diferente de las demás. En lugar de exigir ser perfectos descubramos esa luz y  valorémosla, porque es única y      especial. 

NOTA: Para cuaquier consulta o comentario, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio (psicóloga) responsable de la columna, al correo [email protected] o al telefono/Whatsapp +591 62620609. Visítanos en Facebook como    

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