Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:10

Petites Choses, pastelería francesa

La joven, de 21 años, es oriunda de Venezuela. Su emprendimiento nació durante la cuarentena y está especializado en macarons. 

Petites Choses de la mano de Karla Rivas, un negocio especializado en macarons. NOÉ PORTUGAL
Petites Choses de la mano de Karla Rivas, un negocio especializado en macarons. NOÉ PORTUGAL
Petites Choses, pastelería francesa

La fusión de nacionalidades está presente en cada producto que presenta: ella, venezolana, vive en Bolivia y hace pastelería francesa. Así, y por las ganas que tenía de demostrar que sí podía tener algo propio, nace Petites Choses de la mano de Karla Rivas, un negocio especializado en macarons. 

La joven, de 21 años, comenzó con el emprendimiento en julio de 2020, en medio de la pandemia. Su ins-piración nació a raíz de unas clases de francés que tomó a principios del año pasado; además de aprender el idio-ma, conoció la cultura, las costumbres y, por supuesto,  la gastronomía del país europeo. 

“Yo pensé que sería fácil, pero para nada. Fueron como dos o tres meses intentando que la receta saliera perfecta, hasta que por fin salió”, cuenta. 

Karla llegó a Bolivia hace cinco años. Estaba estudiando Arquitectura, pero, por el tema de la crisis sanitaria, decidió tomarse este año para impulsar su emprendimiento. 

Los macarons que ofrece son hechos con harina de almendra y rellenos de crema. Busca darles un toque especial, así que diversifica los sabores cada cierto tiempo y apuesta por lo rellenos fuertes. “Quiero que, al morder los macarons, se sienta el sabor, que no sea una crema suave, sino que tenga un sabor característico”, afirma. 

Tiene alrededor de 20 sabores disponibles para que el cliente elija el que más le guste, entre los que están maracuyá, cheesecake de frutilla, chocolate semiamargo con frambuesa y coco con dulce de leche. 

“Parte de cómo inicié era para probarle a mi familia que sí podía cocinar porque nunca había sido muy buena, menos para los postres, y este es uno que requiere mucha técnica”, relata la joven. 

Asimismo, ahora amplió su oferta y tiene disponible el tradicional pie de limón. Además, ofrece el ponche crema tradicional de Venezuela y, dentro de sus proyectos, está incorporar a su menú los éclairs. 

Poco a poco, y gracias a la calidad de sus productos, fue creciendo rápidamente. “Nunca antes le había dicho que no a un pedido, pero llegó un momento en el que tuve que hacerlo y pedir disculpas. Le pongo mucha atención a cada pieza del macaron, me gusta que sientan el amor que le pongo”, afirma. 

Karla se encarga de hacer todo, desde la preparación hasta el empaque final, que también tiene una característica especial porque está hecho con mucho detalle. 

Pese a su corta edad, asumió un reto y busca que crezca. Además, impulsa a otros jóvenes a que también puedan emprender porque asegura que ayuda a madurar.  

“He aprendido mucho con el emprendimiento, la paciencia que hay que tener, el orden, el manejo económico. Me ha enseñado mucho”, describe. 

Entre sus proyectos a futuro, sueña con abrir un salón de té al estilo francés donde la gente puede disfrutar sus   productos cómodamente.

Se pueden hacer pedidos al 76979775 o buscar el emprendimiento en redes sociales como @PetitesChoses. Atiende de lunes a domingo y es recomendable hacer los pedidos con dos días de anticipación.