Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 22:24

Paola Virrueta, de la niña que quería ser periodista de guerra a ganar siete Emmys

La paceña ha viajado por diferentes partes del mundo, como Israel o Mozambique, para capacitarse y trabajar. Su labor profesional fue reconocida en México y Estados Unidos, donde destaca como presentadora de noticias. 

La paceña Paola Virrueta ha viajado por diferentes partes del mundo, para capacitarse y trabajar. Su labor profesional fue reconocida en México y Estados Unidos. EMIL SIAPNO-DAVID ILLANES
La paceña Paola Virrueta ha viajado por diferentes partes del mundo, para capacitarse y trabajar. Su labor profesional fue reconocida en México y Estados Unidos. EMIL SIAPNO-DAVID ILLANES
Paola Virrueta, de la niña que quería ser periodista de guerra a ganar siete Emmys

Cuando Paola Virrueta tenía ocho años ya sabía que quería ser periodista. Al crecer, fue buscando una a una las oportunidades de trabajo y formación. Llegó a Israel y Palestina a conocer de cerca los conflictos armados. También pasó por África, México y otros lugares hasta establecerse en Estados Unidos, donde aquella niña que anhelaba dar las noticias mientras crecía en La Paz, hoy acumula siete premios Emmy por su labor.

La boliviana, criada en la zona de Los Pinos, en La Paz, recuerda su niñez con alegría, rodeada de montañas y árboles que le gustaba escalar, actividad que ahora toma como analogía para describir su carrera profesional y sus deseos de crecer y enfrentar retos cada vez mayores. 

Paola cuenta que anhelaba trabajar en prensa porque quería hacer cobertura de guerras y conflictos armados. “Eso me hizo pensar en las formas en las cuales yo podía trabajar dentro y fuera de Bolivia. Logré cumplir algunas de estas metas gracias a esta niña que quería ser periodista”, afirma a OPINIÓN. 

Años después, su acercamiento al periodismo fue casual. Mientras estudiaba Comunicación Social en la Universidad Católica Boliviana (UCB), recibió la invitación para hacer una prueba en una radio de la ciudad. Luego de audicionar, quedó seleccionada y empezó a conducir el programa de rock en español Poder Latino. Así fue probando otras áreas hasta que recibió la invitación de Televisión Boliviana para presentar las noticas. Había llegado la oportunidad que deseaba. 

Ese salto a la conducción de noticieros le abrió una puerta de posibilidades que solo fueron aumentando a medida que pasaba el tiempo. 

Mientras Paola desempeñaba su carrera profesional en Bolivia como presentadora de Red Uno, deseaba seguir formándose académicamente. Esto la llevó a postular –y ganar- una beca de estudios en periodismo en zonas de conflictos en Israel. Migró a hasta el país de Medio Oriente y aprovechó de conocer otros lugares cercanos, como Palestina y Egipto. “Pude conocer y entender sobre el conflicto palestino – israelí, que era algo que me apasionaba mucho en el tema de periodismo internacional. Fue fascinante”, describe. 

Luego de esa experiencia, retornó a Bolivia donde siguió trabajando un tiempo más hasta que migró a la isla caribeña San Vicente y las Granadinas a estudiar Desarrollo, de la mano de una ONG. Pero, por si ese vaivén de viajes no fuera suficiente, recibió la oferta para trabajar como periodista en Mozambique, África, y desempeñar lo que había aprendido de desarrollo anteriormente. 

Virrueta relata que se encargaba de trabajar con niños y jóvenes. Junto con la organización de la que era parte les enseñaban profesiones, como turismo, agricultura y construcción. “Yo hablaba con ellos de las oportunidades que iban a tener      después, porque no solamente era enseñarles sobre estas profesiones, sino era darles un techo, un lugar donde comer, algo a lo que no muchos accedían, vivían en una parte alejada de una aldea”, cuenta. 

Después de terminar el proyecto, que Paola califica como apasionante, volvió a trabajar a Red Uno, aunque no soltó la idea de salir nuevamente del país. 

Así, otra vez hizo maletas y partió a México, donde permaneció por siete años. Trabajó en varios medios de comunicación, como Excélsior TV e   Imagen Televisión, haciendo noticias. En ese periodo, su trabajo fue reconocido con distinciones como el Premio Nacional de Periodismo, en 2015, por un programa de entrevistas. En 2016, recibió el Premio al Mérito de la Asociación Nacional de Locutores de México por su trayectoria profesional. “Me sentí muy feliz porque llevaba poco tiempo viviendo en México”, comenta. 

Finalmente, en 2019, decidió marcharse y probar suerte en Estados Unidos. Actualmente, es presentadora de noticias de Univisión 14 Área de la Bahía, en San Francisco. 

BUSCAR OPORTUNIDADES

“Yo creo que las oportunidades están ahí para bolivianos que quieran hacer esta carrera u otra. Lo que tienen que hacer es levantarse y buscárselas, buscar becas, opciones de empleo, enviar currículums, arriesgarse. Las oportunidades están porque hay mucha gente talentosa en distintas áreas en Bolivia”, afirma Paola. 

Además, resalta que en varias ocasiones ha escuchado a personas de otros países decir que los bolivianos “son muy trabajadores”. 

Virrueta es una viajera consumada. No le teme a lo desconocido. Pero sí reconoce que en el camino pueden existir dificultades, como el idioma. Por su trabajo, aprendió a hablar portugués e inglés. 

“Pero también hay que reaprender el sistema político, socioeconómico, es estudiar mucho, sentarte a entender todo nuevamente. Como yo lo había hecho en Bolivia, me tocó hacerlo en México, en Estados Unidos. Siempre se aprende algo nuevo cada minuto. Eso me motiva”, dice.

Estar lejos de la familia, extrañar las costumbres o perderse fechas especiales es parte de los sacrificios que asumen quienes deciden emprender un reto nuevo en otro país. 

“Se ve la parte buena, pero no se ven los sacrificios que uno hace para conseguir las metas que uno tiene”, asegura la boliviana. 

Este largo camino, que incluye países diferentes, culturas e idiomas, sumado al esfuerzo, la hizo merecedora de reconocimientos. Paola es ganadora de siete premios Emmy y ha sido nominada en once ocasiones. 

“Me llena de felicidad, porque hago este trabajo con mucho cariño, con mucho esfuerzo, trato de poner lo mejor de mí”, sostiene . 

Sobre la brecha laboral que históricamente han tenido que superar las mujeres para hacerse de espacios de trabajo justos, Paola dice que en los últimos años vio mejorías, pero aún falta. “A nivel mundial, nos falta mucho por hacer, mucho trabajo. Nos falta confiar en que en algún momento la capacidad de todos va a ser la misma y se va a  calificar como tal”, afirma. 

“Hay que empezar a valorarnos entre mujeres, darnos la mano entre mujeres y dejar de decir que un país no está listo, que una dirección no está lista. El mundo está listo y nosotras estamos listas hace muchísimo tiempo. Hay mujeres totalmente capaces que lo están demostrando todos los días”, añade. 

Luego de una amplia carrera, Paola considera de su trayectoria profesional se resume en crecimiento. “Quiero seguir aprendiendo de diferentes áreas del periodismo. Mi objetivo es seguir creciendo y aprendiendo. Cuando uno sube una montaña se da cuenta que hay otras tres más arriba y quiere seguir aprendiendo para subir un poco más. Pero te das cuenta que nunca vas acabar, siempre hay algo más por hacer”, afirma. 

A nivel personal, desea formar una familia con su esposo, de origen italiano, Stelvio Longo, con quien está casada desde hace tres años. Esa diversidad cultural entre ambos les permite tener la libertad de elegir dónde radicar. Los viajes son parte importante de su aprendizaje, dice. 

“Soy la mujer más feliz de contar con un hombre maravilloso, un gran compañero, que me cuida, me acompaña, que celebra mi felicidad y está conmigo en cada paso. Soy muy dichosa de estar con él”, comenta.

Su retorno a Bolivia aún no es una decisión que tenga respuesta final. Está abierta a nuevas opciones. Aunque sí enfatiza que su familia está en La Paz y eso la llama. “Una parte de mí siempre está allá. Voy y vuelvo con la mente y con el corazón”, afirma. 

Mientras continúa con una prolífica carrera, motiva a los jóvenes a animarse a buscar nuevos rumbos y luchar por los sueños que tienen. “Si alguien les dice de manera anticipada que no lo van a lograr, nada más cierren los ojos y continúen confiando en que sí lo van a poder hacer. Todo es trabajo, todo es sacrificio, todo cuesta, pero sí se puede lograr. Espero toparme con más colegas bolivianos en diferentes partes del mundo”, finaliza. 

Paola junto a su esposo y su familia el día de su boda.
Paola junto a su esposo y su familia el día de su boda.