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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 15:36

Otra mirada sobre los adultos mayores

Otra mirada sobre los adultos mayores

Desde que somos niños o jóvenes suponemos diferentes comportamientos que se dan en la tercera edad. Esto hace que las ideas que manejamos, se vean teñidas por prejuicios o por opiniones que están muy alejadas de la realidad, pues aún no hemos llegado a transitarla.

Más de una vez hemos escuchado decir que los ancianos “son como los chicos”.  Hay una insistente idea de infantilizar a la vejez. Esto tiene que ver con pensarlos dependientes, inseguros, alejados de la capacidad de tomar decisiones, o más aún, asociarlos con los caprichos o la falta de saber.  Por el contrario, los adultos mayores son independientes, los años los hicieron confiar más en sus decisiones, tienen bases y fundamentos para sostener sus comportamientos y la vida ha sido la mejor enciclopedia de donde obtuvieron conocimientos para poder transmitirlos a las nuevas generaciones.

Otra idea que suele atribuirse a la tercera edad es la viudez. Es cierto, hay mucha gente que llega a los setenta, ochenta o noventa años viuda.  Pero también hay personas de esa franja etaria que están intentando una nueva relación o quienes eligen separarse o divorciarse, y a esa edad también hay infidelidades y matrimonios felices. El amor en todas sus facetas tiene lugar para ellos, como para todos. 

Suele creerse que los jubilados   están transitando una edad pasiva, pero solo basta con interactuar con ellos para darse cuenta que de pasivos no tienen nada. Muchas personas esperan la jubilación    para hacer una variedad de cosas que antes se les dificultaba por cumplir un horario laboral. Ahora disponen de tiempo para dedicarse a lo que les gusta, pueden viajar, aprender algun oficio, festejar,      divertirse, disfrutar de encuentros con familiares o amigos, y por qué no, estudiar algo que tenían        pendiente. 

Otro pensamiento asociado a la vejez es el de enfermedad. Pero hay enfermedades y gente muy sana en todas las edades; por supuesto es recomendable una vida saludable para el presente y el futuro, tenemos un solo cuerpo y debemos cuidarlo desde que nacemos hasta nuestro último día. En este, como en todos los casos,    generalizar nos hace perder las particularidades existentes en cada individuo, más allá de su edad.

Me parece oportuno mencionar unos versos de la canción “Mi viejo” de Piero. Él decía al cantarle a su padre “ahora ya caminas lento/como perdonando al viento”. Puede ser que un adulto mayor sea más lento en su andar, pues, tal vez, además de perdonar al viento, se reconcilió con el tiempo, un tiempo que muchas veces pareciera ir a una velocidad inalcanzable. No hay paisaje que se pueda disfrutar, si el camino se transita tan a prisa.

Intento con este artículo, dar una mirada diferente de la vejez, pensarla a partir de ahora como una edad llena de oportunidades y deseos. Dejar de sostener un versus de jóvenes contra viejos, pues la   vida funciona mejor en equipo. 

NOTA: Para cualquier consulta o comentario contactarse con la responsable de esta columna, Claudia Méndez Del Carpio (psicóloga), al correo electrónico [email protected] o al celular/ WhatsApp (+591) 62620609.

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