Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:52

Marco y Daniel, la excentricidad de la moda nacional

La mayor satisfacción de esta dupla es ver a un cliente con sus prendas y que este se sienta poderoso.

Marco y Daniel, la excentricidad de la moda nacional

Los diseños de Papingo Maminga son originales. El estilo que manejan no es común en Bolivia, pero gracias a esa característica ha llegado a pasarelas internacionales. Los creadores de estas prendas son Marco Antonio Gutiérrez Vargas y Daniel Ghetti Mercado.

Ambos compartieron sus inicios en la moda con sus respectivas familias en sus ciudades de origen. Por casualidades de la vida, se conocieron a través de amigos en común y, tiempo después, crearon esta marca de ropa reconocida en el país.

Marco es oriundo de la ciudad de Santa Cruz, mientras que Daniel es cochabambino.

Los diseñadores concuerdan que su amor por la moda nació por la necesidad de ser diferentes y destacar del resto. “A mis 15 años recuerdo que a algunas poleras les hacía mis propias modificaciones con pinturas acrílicas, aplicaciones o parches. Creo que ahí ya me iba dando cuenta de lo que quería hacer”, dice Marco. “En mi caso, estos dotes también salen a la luz con la modificación de mi propia ropa, que, en muchos casos, era heredada por mis hermanos                      mayores”, resalta Daniel.

DE LO SENCILLO A LO EXTRAVAGANTE

La vida de cada artista fue simple en su infancia. Por ejemplo, Marco destaca que no tuvo lujos y disfrutaba de la naturaleza del campo. En el caso de Daniel, la austeridad marcó su vida, por eso aprecia las cosas sencillas. Fue un compañero para su madre porque la acompañaba a todo lado, incluso a su trabajo.

En cuanto a su carrera profesional, Marco comenzó como director de arte y vestuario. Mientras que Daniel fue gerente de mercadotecnia de una empresa de diseño de interiores. 

Estas situaciones de la vida han hecho que estos diseñadores quieran mejorar cada día, más aún, en la creatividad a la hora de hacer nuevas prendas. Al principio, esta dupla no sabía del diseño de modas, por eso no se sentían cómodos cuando les llamaban “diseñadores”. Pero, tras de ocho años de conocimiento empírico, ellos llevan en alto ese nombre.

SURGIMIENTO DE PAPINGO MAMINGA

La creatividad de esta pareja se ve en lo excéntrico y original de sus diseños. Desde que se conocieron sintieron una química por la similitud de gustos y visiones de moda.

Esta marca comenzó cuando Marco y Daniel viajaron a Buenos Aires y vieron tiendas de diseño de autor. Fue ahí donde se inspiraron para crear algo nuevo en Bolivia.

Comenzar no fue fácil debido a las críticas contra las que lucharon y las dificultades económicas por las que tuvieron que atravesar. “La falta de un capital económico fue determinante para ver crecer la marca más rápido. Toda la inversión que hemos hecho nacieron de nuestros ahorros y de mucho esfuerzo”, explica Marco. Esto no fue un impedimento para que crezcan como diseñadores. 

Actualmente, su ropa está inspirada en la forma de vida de las personas, en la música, el espíritu callejero y la rebeldía de poder expresar en sus prendas un mensaje. Eso los ha llevado a convertirse en referente de su rubro, por lo que marcas como Beck’s los reconocieron como personalidades que impulsan a las nuevas generaciones. 

Muchas de sus creaciones se lucieron en el Bolivia Moda desde 2013 y en octubre de este año se presentaron en la semana de la moda en Vancouver, Canadá.

A futuro, Papingo Maminga quiere lanzar el ecomerce para poder cruzar fronteras y ver la forma de crear ciertas estrategias comerciales que puedan posicionar a la marca en el exterior y así tener un punto de venta.

MODA EN BOLIVIA

Según Marco, la moda en el país ha evolucionado en estos 10 años gracias al surgimiento de nuevos diseñadores que le dieron un  valor agregado a la producción nacional.

Por su parte, Daniel lamenta que no haya                                  un apoyo gubernamental para el rubro del diseño y la falta de una organización por miembros del mismo gremio. Además de que en Bolivia no se encuentren proveedores y material de buena calidad, y que la confección masiva sea informal.

La idea es revalorizar y apoyar al nuevo    talento que tenemos en el país. Más aún a aquellos diseñadores que tienen propuestas que son poco comprendidas pero que sorprenden con su creatividad.