El confinamiento fue clave para despertar la  creatividad de las personas y comenzar todo tipo  de emprendimientos. Uno de ellos es Jopos Bakery, la iniciativa de Malory Morales y Kelly Blanco, dedicado a la elaboración de alfajores de colores. 

En poco tiempo, la innovación llamó la atención y lograron abrirse espacio en el campo de la repostería. El cliente puede personalizar su pedido y dejar volar su imaginación en tonos y estilos de presentación. 

Malory ya tenía un negocio de comida que fue cerrado debido a la pandemia. Entonces, junto a Kelly, decidió comenzar a hacer repostería para hacer envíos a domicilio. Primero, empezaron a elaborar cuñape, luego pie de limón y, finalmente, innovaron con los alfajores de distintos colores. 

El nombre del emprendimiento surgió inspirado en el apodo de Morales, como ya tenía experiencia en el rubro culinario, decidieron inspirarse en ella y sacar lo mejor del conocimiento previo que posee. 

Las personas tienen la posibilidad de hacer pedidos personalizados, por ejemplo, de algún equipo de fútbol, empresa o dibujo. “Solo veíamos que las personas producían alfajor blanco, entonces quisimos empezar a hacer algo fuera de lo común”, cuenta Malory.

Además de cuidar el sabor de los productos, las jóvenes se esmeran en la presentación de cada pedido, por lo que varios clientes optan por pensar en la opción como obsequio para alguien especial. Se puede hacer el requerimiento con unas tres horas de anticipación, dependiendo del sabor que quieran deleitar.

Por el momento, las jóvenes planean reforzar la atención a domicilio mientras la pandemia del coronavirus siga siendo un peligro, tanto para ellas como para los clientes; sin embargo, no descartan la idea de tener un espacio propio lleno de detalles. 

Si deseas un alfajor verde, lila, rosado o de cualquier otro tono, Jopos Bakery lo convierte en realidad, no se limitan y cada día experimentan más innovaciones.