Cuando las personas deciden incursionar en la política, todo el foco de atención se vuelca sobre ellas. Su trabajo, sus declaraciones o su postura frente a un tema es asunto de discusión, al igual que su vida personal y sus relaciones afectivas. En muchos casos, los escándalos amorosos y sexuales han sido la ruina de varias carreras. Por eso, no es de extrañar que muchos mandatarios hayan recurrido a todo tipo de artilugios para acallar denuncias en torno a su intimidad. 

Hace poco, se difundió la noticia de que el expresidente de Bolivia, Evo Morales, mantiene una supuesta relación amorosa con Noemí M., de 19 años, luego de que el comunicador español Alejandro Estrambasaguas, de OKDiario, diera a conocer imágenes en las que se veía a la muchacha y a Morales juntos. 

Pero, lo que tiene en vilo al exmandatario es la acusación de que dicho romance comenzó cuando Noemí tenía solo 14 años, por lo que, según el Código Penal boliviano, es un delito tipificado como estupro. A ello se suma que, durante el Gobierno de Morales, han surgido una serie de denuncias que lo involucran con varias menores de edad.

Este no es un caso aislado ya que a lo largo de la historia de la política internacional innumerables jefes de Estado tuvieron que enfrentar una serie de escándalos ligados a su vida personal. Algunos fueron acusados de incurrir en delitos como Morales, mientras que otros fueron infieles y la imagen de “familia perfecta” que predicaban se desplomó. 

DONALD TRUMP: DOCENA DE DENUNCIAS DE ACOSO

Durante la recta final de su pulso con Hillary Clinton por llegar a la Casa Blanca, en 2016, los abogados del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pagaron 130.000 dólares a la estrella de cine porno Stephanie Clifford para que no aireara la ardiente cita que ambos habían mantenido diez años antes. 

Esta revelación sacó a la luz pública por primera vez un affaire extramatrimonial de la relación de Trump con Melania, con quien se había casado en enero de 2005.

Además, este problema aún sigue presente en la vida del mandatario, quien fue condenado hace una semana por un tribunal para pagarle 44.000 dólares a Clifford, más conocida como Stormy Daniels, por los gastos del proceso judicial abierto como consecuencia de la denuncia que le realizó en 2018 contra el acuerdo de confidencialidad que ella firmó para no revelar la relación que mantuvieron entre 2006 y 2007.

Durante el último proceso electoral en Estados Unidos, la sucesión de denuncias de mujeres contra Trump llegó a sumar una docena de testimonios personales.

La promiscuidad sexual es consustancial a la personalidad del Presidente, quien ya pagó factura por su afición al adulterio cuando Ivana Trump, su primera mujer y madre de Ivanka, decidió separarse de él al descubrir su relación con la reina de la belleza Maria Maples. 

ENRIQUE PEÑA NIETO: HIJO OCULTO

Desde que terminó su mandato como presidente de México, Enrique Peña Nieto se mantiene en los titulares de los medios de comunicación y entre las tendencias principales de las redes sociales.

Las revistas del corazón siguieron su divorcio de la actriz Angélica Rivera y su nuevo romance con Tania Ruiz, una joven modelo 21 años menor que él, así como de las fiestas, viajes y detalles románticos del expresidente con su nueva conquista.

Sin embargo, no es la primera vez que su vida personal se antepone a su trabajo político. Cuando estaba en el segundo año de su mandato, en 2012,  se dio a conocer que tenía un hijo no reconocido. 

Diego Alejandro Peña Díaz es el fruto de la relación que Peña Nieto estableció con la administradora de empresas Maritza Díaz, cuando él aún estaba casado con Mónica Pretelini. Nació el 25 de junio del 2004. El joven cumplió recientemente 15 años y tiene un parecido innegable con su padre.

Recién en 2017, el político utilizó su cuenta de Instagram para manifestar su orgullo y cariño por su hijo menor, e incluso, en esa plataforma comparte fotografías en las que aparecen juntos. 

Cuando Peña Nieto subió al poder, Maritza aprovechó la coyuntura para salir a la luz, demandar la pensión alimenticia para su hijo y denunciar que el entonces Jefe de Estado no se había hecho cargo de sus responsabilidades como padre. "Es el presidente de México y se presenta como un padre amoroso y preocupado por sus hijos, tres de su primer matrimonio con Mónica Pretelini, y las tres hijas de su actual esposa, Angélica Rivera. Sin embargo, en las fotos que su oficina (Presidencia de la República) difunde con entusiasmo a los medios de comunicación siempre falta Diego, el hijo que desapareció de su vida", advirtió la madre de Diego en diferentes entrevistas.

FERNANDO LUGO: EL EXOBISPO CON HIJOS  

La cadena de denuncias sobre paternidad contra el expresidente Fernando Lugo, en su primer año de Gobierno en 2008, provocó un auténtico terremoto en Paraguay. El escándalo estuvo a punto de costarle el mandato, pero cuando el caso estaba practicamente cerrado, Benigna Leguizamón, una de las tres mujeres que le demandaba el reconocimiento legal de su hijo, declaró que el exobispo la había violado. 

Benigna, joven asistente en el Obispado, relató su presunto primer contacto sexual con Lugo con todo detalle. Dijo que su chofer la “llevó junto a Fernando, que me estaba esperando en su dormitorio. Cuando entré, cerraron la puerta y me quedé adentro. Allí me empezó a acosar y a obligarme a acostarme con él. Me violó”.

El exmandatario logró sortear la cárcel tras alcanzar un acuerdo extrajudicial con su exlimpiadora. A cambio, Benigna logró una casa en Ciudad del Este y una mensualidad de dos millones de guaraníes.

Después de este caso, reconoció al niño Guillermo Armindo, en 2009, quien en ese entonces contaba con tres años. El hecho sucedió luego de la denuncia pública de la madre, Viviana Carrillo, de 25 años. 

De la misma forma, asumió la paternidad de un varón, de 10 años, fruto de una relación con Narcisa Delacruz, de 43, enfermera de profesión, quien dijo que conoció a Lugo cuando era prelado.

Sin embargo, esos no fueron los únicos casos. A pesar de haber dejado la presidencia en 2012, las denuncias de supuesta paternidad no cesaron sobre el exobipso.

SILVIO BERLUSCONI: RED DE TRATA Y TRÁFICO

El “bunga bunga”, así era como se conocían a los famosos festines nocturnos del exprimer ministro de Italia Silvio Berlusconi, en los que se divertía con jóvenes y prostitutas. El empresario fue juzgado por haber pagado casi 10 millones de euros a sus 23 huéspedes en las fiestas para que prestaran falso testimonio en los tribunales.

Según la reconstrucción realizada por los fiscales, Berlusconi pagó a los asistentes para que negaran que la joven marroquí Karima El Mahroug quien se hacía conocer como Ruby, había tenido encuentros sexuales con el político cuando ella era menor de edad, en 2010.

El magnate fue condenado a siete años de cárcel por prostitución de menores y abuso de poder. Según los archivos judiciales del caso, Ruby era una chica más en el “sistema de prostitución” de la residencia de Berlusconi en Villa Ancore, Milán, donde decenas de jóvenes “practicaban relaciones sexuales en múltiples contextos”.

BILL CLINTON: ROMANCE EN LA CASA BLANCA

El presidente número 42 de Estados Unidos es tal vez el mayor escándalo de infidelidad protagonizado por un político. Libros, películas y hasta investigaciones académicas se han hecho sobre el affaire que Bill Clinton tuvo con la becaria Mónica Lewinski, a pesar de que estaba casado con Hillary.

El escándalo se destapó en 1998, cuando Clinton era Presidente, a raíz de que ella le reveló a una compañera de trabajo de la oficina del Pentágono que había mantenido relaciones sexuales con Clinton durante año y medio. Aunque inicialmente el mandatario lo negó todo, la evidencia y la presión pública hicieron que terminara reconociendo la infidelidad. Sin embargo, el romance habría comenzado en 1995, cuando Lewinski tenía 21 años.

Además, Clinton fue sometido a un proceso de destitución en diciembre de 1998 por denuncias de acoso sexual presentadas por Paula Jones, una exempleada del estado de Arkansas. Pese a que fue encontrado culpable por desacato y multado por 90.000 dólares, el Congreso lo absolvió y permitió que se quedara en su cargo.