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  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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El arte de vivir

Juan Carlos Azero Estívariz.
Juan Carlos Azero Estívariz.
El arte de vivir

En varias ocasiones, la vida nos depara dificultades y sufrimientos inadvertidos que fragmentan nuestra existencia. Algunas personas se quedan estancadas en los problemas por mucho tiempo y no pueden visualizar las soluciones y mucho menos ponerlas en práctica. Las dificultades en el camino de la vida no dejarán de existir, es por ello que tenemos que ser capaces de afrontarlas y superarlas de forma artística, tomando en cuenta que las vivencias nos otorgan una lección de la cual tenemos que aprender, de ahí que podemos pasar la páginay seguir con una vida más realizada para nosotros. 

La psicoanalista Julia Kristeva afirma: “Quien no está ena-morado… ni se psicoanaliza ni escribe, está muerto”, es decir, que ante el sufrimiento que nos encapsula y petrifica, la  posibilidad de resolución tiene que ver con el arte. Por lo tanto, amar es reinventarse todos los días, en tanto que psicoanalizarse tiene que ver con un saber hacer ante el sufrimiento y la escritura tramita nuestro padecer en una creación material que nos dignifica por su acercamiento a la belleza de nuestra esencia.

Pero nadie está obligado a psiconalizarse o a escribir poe-mas o a enamorarse, existen más alternativas para reconstruirse; es más, cada quien se adecua en mejor medida a una determinada solución, y es así que a algunos no les resulta psicoanalizarse. Julio Cortázar dijo:“Nunca se me ocurrió ir al psicoanalista; mis tormentas personales las fui resolviendo a mi manera, es decir, con mi máquina de escribir y ese sentido del humor que me reprochan las personas serias”. El arte es aquella manera que tiene el ser humano para salir en forma victoriosa de los problemas que acarrea la vida. Es esa forma creativa de pensar y actuar en la que la imaginación fluye y que crea nuevos caminos inéditos y que influyen de manera positiva en todo nuestro ser. Albert Einstein dijo: “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación rodea al mundo. La lógica te lleva de A a B, pero la imaginación te llevará a cualquier lado. En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Es por ello que la creatividad y la imaginación son la salida inteligente de los problemas que nos agobian.

Nietzsche dijo que “sin música, la vida sería un error”, sin embargo, sin arte la vida sería un caos y un sinsentido difícil de soportar. El músico, escultor, pintor y todo artista evidencia con mayor claridad ese trato sutil con aquello difícil de tratar. El artista está presente en aquellos momentos que se presentan las dificultades, entonces, procede con su creación en forma espontánea, guiado por su intuición logrando cancelar o disminuir aquello que era problemático para él. Se sabe que el artista sigue normas, patrones y reglas en su proceso creativo, pero una vez estas son conocidas, pasa a transformarlas a su gusto logrando resultados imprevistos y asombrosos. Nada en esta vida está concluido, por lo tanto, vinimos a improvisar ante un mundo que nos pone siempre a prueba.

Las personas viven actualmente estresadas por conseguir bienes materiales para el consumo desenfrenado, buscan el éxito y la felicidad en cosas pasajeras. Entonces, muchos de ellos aseguran que el tiempo se les escapa de las manos y la vida se les vuelve una rutina sinsentido y sin escapatoria. ByungChul Han dice que “la demora contemplativa concede tiempo. Da amplitud al Ser, que es algo más que estar activo. La vida gana tiempo y espacio, duración y amplitud, cuando recupera la capacidad contemplativa”. Por medio de la vida contemplativa, el ser humano puede reinvertarse, reexistir y disfrutar de todos los detalles de las cosas, tal y como lo hace un artista. En definitiva, “en el arte de vivir, el hombre es al mismo tiempo el artista y el objeto de su arte, es el escultor y es el mármol, el médico y el paciente”, tal como lo dijo Erich Fromm.