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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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ENFOQUE

Ecoamigables, productos naturales que se elaboran en Cochabamba

Cada emprendimiento tarda para elaborar artículos de buena calidad.

La tienda de Nanai donde ofrecen varios productos de cosmética natural/AYAR WARI
La tienda de Nanai donde ofrecen varios productos de cosmética natural/AYAR WARI
Ecoamigables, productos naturales que se elaboran en Cochabamba

En los últimos años se ha visto que muchas personas han optado por volver a usar productos ecológicos que no generen impacto ambiental negativo. Esta tendencia está en constante crecimiento debido al incremento de la contaminación a nivel mundial. Para intentar mitigar esto, en Cochabamba, cada vez hay más productos “ecoamigables”.

Como sociedad se puede participar en el cuidado del entorno natural con un consumo responsable de artículos que sean sostenibles. El objetivo es cuidar la salud y mejorar el estilo de vida.

La producción ecológica trata de mitigar este daño al medioambiente. Por lo general, se busca que todo sea natural, se reutilicen envases y se genere conciencia de reciclaje. Para que pueda comercializarse, debe existir personas que elaboren, vendan y consuman.

Los tres emprendimientos comenzaron experimentando en sus hogares antes de dar a conocer sus productos a la sociedad. Hoy en día cada uno de ellos distribuye sus artículos en diferentes negocios locales con gran aceptación de la gente debido a que son ecológicos y  no generan ningún impacto ambiental.  

En la Llajta se está manifestando la conciencia ambiental, por ello también hay artesanos que hacen artículos amigables u orgánicos que suponen un impulso del empleo sostenible y la economía local. A pesar de existir la creencia de que los productos ecológicos son caros, las personas que los elaboran dicen que es todo lo contrario. Incluso se puede llegar a ahorrar porque son cosas que tienen un mayor tiempo de durabilidad que aquellas que contienen químicos.

Las redes sociales son las principales fuentes de información para dar a conocer los productos ecológicos que se venden en Cochabamba. En los últimos años se han  abierto más tiendas que dan paso a comercializarlos, así como las ferias que se presentan en distintos puntos de la ciudad.

Hay tres productoras establecidas en la Llajta que hacen artículos femeninos, naturales y que son beneficiosas tanto para la salud como para el medioambiente. Se trata de cosmética natural a cargo de Nanai, los jabones artesanales Libélula e Inda, la encargada de la elaboración de toallas higiénicas hechas de tela y reutilizables. Además, con ellas se vuelve a lo natural, como se utilizaba antes de que todo se industrialice.

 

NANAI

Emprendimiento Nanai.

Es un emprendiemiento de cosmética natural, ofrece artículos de belleza “ecoamigables” con el medioambiente.

Andrea Peralta y Nicolaus Hatmann tuvieron un cambio en su estilo de vida, comenzaron por los alimentos y luego crearon sus propios productos naturales hechos con plantas que están en su casa. Hace aproximadamente siete años que se aventuraron a incursionar en esta actividad ecológica.

Fue Nicolaus quien inició a su esposa en este mundo de las mezclas de aceites naturales y, tras muchas pruebas químicas, se abrieron paso con productos como polvos dentales, cremas faciales, repelentes de mosquitos, desodorantes, mascarillas y protectores solares, entre otros. “Primero hicimos artículos para nosotros y después nació la idea de una producción que sea para comercializar”, explica Andrea.

Los productos no generan daños al medioambiente, porque son naturales y hechos de forma artesanal para el consumo de aquellas personas que quieran cambiar de estilo de vida.

Según la emprendedora, el nombre de Nanai nace por la forma cariñosa en la que una persona se refiere a otra cuando se lastima o se hace una herida. El significado original de la palabra en quechua es dolor.

El impacto ambiental que se genera es mínimo, ya que estos artículos no son nocivos para la tierra o el agua, además de ser comestibles. La mayoría de sus insumos para la elaboración son cultivados por ellos o los adquieren mediante un huerto que es completamente orgánico. Tienen la guía de un libro de plantas y medicina boliviana que les ayuda a crear y mezclar esencias. “La intención entre Nanai y el cliente es que haya menos desperdicios”, recomienda.

Destaca el interés de las personas por el cuidado del medioambiente, es por eso que sus clientes retornan a la tienda con sus envases para que sean rellenados nuevamente como una manera de reciclaje. “En los polvos dentales, por ejemplo, los niños pueden tragar el producto sin que haya ningún problema porque son comestibles. Lo mismo pasa con las personas adultas, no hay ningún temor de intoxicación”, detalla.

En el caso de sus repelentes, también funcionan como desodorantes y esa doble funcionalidad es importante para quienes los elaboran.

Sus productos se pueden encontrar a través de las redes sociales y en la tienda que está en Casa Mercado.

 

LIBÉLULA

Productos de Libelula.

Estos productos también son “ecoamigables”, porque no causan daño al medioambiente y son hechos de manera natural.

Ante la necesidad de reducir el uso de artículos que contengan químicos, Luz Bacarreza y Rafael Vasquez inciaron con Libélula, un emprendimiento que fabrica jabones artesanales y champú en barra de distintos aromas 

“Hechos con calma” es el eslogan de los productores que hacen estos jabones en casa, de manera rústica y con la generación de un impacto ambiental mínimo.

Luz explica que la elaboración de sus barras inició con la medida exacta de esencias naturales que ella misma hace. Luego las mezcló con la glicerina ya derretida en una olla y las colocó en moldes especiales de silicona, las dejó enfriando y, finalmente, le colocó el empaque para su venta.

El emprendimiento nació hace dos años, en su hogar. Luz es chef de profesión, pero durante seis meses -y mediante tutoriales-, aprendió a  hacer sus jabones. Son 15 variedades y tres tipos de champú en barra. Cada uno de estos productos son hechos en moldes especiales con formas y aromas variados. También están destinados para pieles grasa, con manchas y acné, además de ser hidratantes y exfoliantes. “Todo depende de la necesidad que tenga el cliente”, dice Luz.

Asimismo, Luz lamenta que en Cochabamba no haya una escuela especializada para aprender a hacer jabones. Los tutoriales de los que aprendió a elaborar sus productos son de España y Colombia. Gracias a esto es que conoce las cantidades exactas de los ingredientes que utiliza. La mayoría de sus insumos son locales y algunos provienen de La Paz y Beni. “Buscamos que nuestros proveedores sean locales y que sus productos sean orgánicos porque eso es importante para hacer jabones”, manifiesta.

La elaboración de los jabones tiene una duración de una semana. Desde el derretido de la glicerina, hasta el empaque final.

Luz y su esposo distribuyen sus productos en diferentes tiendas de la ciudad, también participan en ferias, hacen envíos al interior y pedidos especiales mediante un muestrario en redes sociales.

 

INDA

Innovación en Inda.

Otros productos “ecoamigables” y que no dañan al medioambiente, son las toallas femeninas ecológicas.

Laura Aliaga es una joven que tomó la iniciativa de coser sus propias toallas higiénicas. Inició en este emprendimiento hace seis meses y se vio sorprendida por la alta aceptación de las mujeres.

Para Laura, el gasto económico y contaminación que generan las toallas convencionales y los tampones fue el detonante para hacer estos artículos de primera necesidad para las mujeres. “Agarré y me puse a investigar y ver videos tutoriales sobre como se hacen estos paños. Con 100 bolivianos de capital, me compré tela y me hice las primeras toallas”, cuenta.

Tras un par de meses de pruebas, Laura fue haciendo los paños para ella y unas amigas, luego las comenzó a vender y crear más modelos. Son seis variedades que realiza, todo con material totalmente de algodón y otras telas absorbentes. Varían según el flujo del ciclo femenino y el tamaño que utilizan. Están los protectores diarios, nocturnas, de flujo normal y abundante, entre otros.  

El juego completo para una mujer es de 14 toallas por mes; sin embargo, la duración de cada una de ellas puede llegar a cinco años con los cuidados necesarios. Según Laura, esto significa una reducción de basura.

Los productos son lavables y reutilizables, por eso su durabilidad. Otro acierto que destaca la emprendedora es que las toallas son antialérgicas y no contienen ningún tipo de químico. 

La realización de estos paños le toma alrededor de unos cinco días. Inició con la selección de los rellenos, luego hizo el dibujado de los moldes, la costura, el colocado de botones y etiquetas. Además, cada una cuenta con su bolsa individual y otra para la lavadora. “Regalo las bolsitas para lavadora dependiendo de la cantidad de toallas que me pidan”, dice la emprendedora.

La mayor parte de sus insumos (tela de algodón, hilos y máquinas de coser) los adquiere en la ciudad, algunos provienen de otras ciudades y del Perú.

La parte decorativa no siempre es de algodón porque son de diferentes diseños, todo depende de las novedades que salen en el mercado. El cuidado que se debe tener es dejar remojando la toalla en agua fría y luego lavarla manualmente sin refregar para no dañar el producto. “El mismo cuidado que le das a tu ropa interior, tiene que ser para tus toallitas”, recomienda Laura.

El impacto amibiental que generan estas toallas es el mínimo. No se produce ningún tipo de residuo, ya que las telas que sobran son reutilizadas para hacer almohadas para sus mascotas. 

“Una mujer durante su durante su ciclo menstrual utiliza unas 15 a 20 toallas. El uso es de unas dos a tres horas y son desechadas     y esos son como 2.600 kilos de material contaminante por mujer”, lamenta la emprendedora, a quien le preocupa el daño ambiental que esta basura produce.

Laura distribuye sus productos en algunas tiendas de Cochabamba y La Paz, además hace envíos a otras ciudades del interior. También está en algunas ferias artesanales. Las redes sociales son sus más grandes aliadas para comercializar sus toallas y recibir pedidos.