D  oula quizás es un término poco conocido por muchas personas. Aunque pueda parecer nuevo, su uso se remonta hasta la cultura griega donde significaba “empleada”; sin embargo, con el tiempo fue adaptándose a los cambios hasta desembocar en su connotación actual: una mujer que acompaña a otra. Es decir, el principal objetivo de una doula es ser la compañía de una embarazada durante la gestación, el parto y el puerperio o postparto. 

Gestarte Bolivia es un grupo de mujeres que reúne a varias doulas a nivel nacional y brinda un apoyo holístico a todas las gestantes, desde la promoción del embarazo saludable hasta el parto respetado y humanizado. El objetivo es tratar de evitar que las futuras madres sufran violencia obstétrica al momento de dar a luz. 

Desde la llegada del coronavirus COVID-19 al país, muchas mujeres se encontraron con dificultades para transitar su embarazo de forma habitual. El temor, la ansiedad y la angustia son los sentimientos más comunes, sobre todo cuando se piensa en el parto. 

El colapso del sistema de salud público y privado ha obligado a que las gestantes permanezcan en sus casas, sin poder realizar todos sus controles y con la incertidumbre del nacimiento de sus hijos. 

“Hemos visto que las mujeres están siendo rechazadas en los hospitales e, incluso, en sus propios seguros. No tienen opciones y ellas tienen que parir, no hay doctores que las quieren atender”, asegura Lesly Cáceres, una doula miembro de Gestarte.

Desde su creación hace cuatro años, el colectivo promueve la libertad de decisión de la madre. Por eso, una de sus labores importantes es la asistencia de partos en casa. Ante la evidente complicación y riesgo que implica ir a un hospital en plena pandemia, los saberes ancestrales de esta suerte de “matronas” se convirtió en una opción alterna para quienes están gestando. 

EL MIEDO, UN SENTIMIENTO POTENTE 

A pesar de que su labor también fue restringida en cierta medida, el grupo de mujeres que compone Gestarte Bolivia en Cochabamba, reforzó su trabajo virtual con clases de yoga, talleres sobre lactancia y apoyo psicológico, entre otras ramas que abordan de manera integral. 

Una de las doulas, María Eugenia Badani, comenta que la llegada del coronavirus generó una serie de restricciones para las mujeres que darán a luz, dejándolas casi sin alternativas amigables. El acompañamiento en los hospitales es mínimo, las madres deben presentar su prueba de COVID-19 (es gratuita) y la opción de parto natural es casi ninguna. 

El miedo es un sentimiento generalizado en muchas de ellas. “Hay mamás que me escriben y me cuentan que están hasta de 30 semanas y solo fueron una vez a su control, no quieren salir de su casa”, cuenta Badani.

Durante estos meses, las doulas realizan todo el acompañamiento de forma virtual. Les dan consejos para que pasen el mayor tiempo posible en sus casas antes de dar a luz. A través de las clases, les enseñan a que conozcan sus cuerpos, los tipos de contracciones, las técnicas de respiración, etc. Tienen ginecólogos que comparten la misma visión con los que trabajan para dar recomendaciones a las madres. 

PARTO EN CASA

“Por el coronavirus todo es cesárea porque de esa forma los médicos están más alejados de las pacientes”, explica Badani. 

Debido a esta situación y a la saturación del sistema de salud, la opción de parir se hace cada vez más latente. Badani cuenta que en La Paz existe mucha incidencia de este tipo de parto. De hecho, a través del colectivo permanecen en contacto con parteras de todo el país. Sin embargo, para optar por esta alternativa, la mujer tiene que trabajar previamente en su estado físico y emocional. 

La doula asegura que la gestante tiene que tener, al menos, tres consultas previas con la ginecóloga-obstetra que asistirá el parto, no puede suceder de un momento al otro. La especialista tiene que evaluar que la mujer esté en óptimas condiciones; por ejemplo, medir la presión, controlar si tiene diabetes y conocer la posición del feto, entre otras cosas que den el visto bueno para no poner en riesgo la salud de la madre ni del bebé 

“Hay que valorar muchas cosas, sobre todo el entorno familiar, porque una puede querer, pero el esposo no, entonces hay una situación que no es tan fácil prever”, comenta. 

Otro detalle importante es que la familia conozca a las mujeres que acompañaran el parto, que se les explique los beneficios y todos estén informados. Además, siempre hay que tener una segunda opción en caso de que algo se complique. La casa elegida para el nacimiento tiene que estar cerca de un hospital, en caso de emergencia. 

Alba Durán, una mujer que dio a luz en su hogar, en compañía de tres doulas, cuenta los beneficios que experimentó con esta práctica. Primero está la libertad de transitar todo el proceso sin presión, poder caminar, bailar, leer o lo que ella quiera. Como segundo punto está el tiempo: “Mi proceso de dilatación duró nueve horas y, probablemente, en un hospital no me hubieran esperado tanto. Lo que hacen en estos casos es suministrar oxitoxina para acelerar el trabajo de parto y las contracciones, haciéndolas aún más dolorosas”, indica. 

Otro de los factores positivos, y quizá uno de los más importantes, es el acompañamiento. Estando en casa, la mujer puede rodearse de personas cercanas y afectivas que la contengan todo el proceso. “En ese momento (parto), el temor y los miedos aparecen con mucha fuerza y necesitamos a esas personas para que nos digan que sí podemos y que tenemos la fortaleza. Yo tuve la fortuna de contar con tres doulas que sí que fueron de gran ayuda”. 

CONSEJOS PARA LAS FUTURAS MADRES

La pandemia es un tiempo complicado para todos. Por ello, María Eugenia da algunos consejos para que las gestantes transiten esta etapa con mayor tranquilidad. 

La embarazada debe permanecer activa todo el tiempo, caminar mucho mejor si es durante media hora al día, aunque viva en un departamento, hacer ejercicios de respiración, meditación y comer sano, entre otras cosas.  

Badani aconseja no ingerir alimentos que  engorden porque pueden provocar preeclampsia y presión alta. Indica que durante el embarazo solo se sube de 10 a 12 kilos máximo a causa del bebé, el resto es peso extra que no conviene para el parto ni para el puerperio.    

Otro punto importante es trabajar con los miedos, estar en armonía con la pareja y buscar colaboración con las doulas, entre ellas hay psicólogos, fisioterapeutas y otros profesionales. “Hay mucha ayuda para darles a las mamás ahora”, dice. 

Hay que saber que van a ocurrir cambios hormonales, se necesita mucha contención y apoyo. En esa etapa, la pareja cumple un papel primordial, desde la gestación hasta la lactancia, que incluso puede ser un periodo más duro que el mismo parto. 

Para aquellas que viven el embarazo solas, Badani recomienda que busquen con quién hablar, que no lleven su situación en soledad. “Los embarazos en nuestro medio, nuestra cultura, o son totalmente aceptados, bendecidos, recibidos; o son muy rechazados en la familia. Muchas veces no hay mucha contención”, explica. 

CURSOS Y TALLERES

Durante este tiempo crecieron las patologías relacionadas a la ansiedad, el estrés y la angustia. Para combatir esas emociones, las doulas crearon grupos de WhatsApp para dar cursos y talleres vía zoom. 

En las clases pueden participar el papá y la mamá, se hacen ejercicios de respiración para fortalecer las piernas y las caderas, y se da charlas sobre las situaciones que ocurren de acuerdo a cada etapa de gestación. 

María Eugenia da cursos de yoga prenatal los lunes, miércoles y viernes. Además, a través de Gestarte, fortalecen la lactancia materna mediante cursos en línea junto al grupo La Liga de la Leche, todos los viernes de manera gratuita. 

Todas las charlas vía zoom son gratuitas, algunas terapias individuales tienen un costo mínimo y están en constante actualización de los talleres que dan los jueves. 

Todas las mujeres que deseen conocer más sobre el colectivo, pueden buscarlo a través de la página de Facebook Gestarte Bolivia. Los teléfonos de las doulas activas en Cochabamba son: María Eugenia: 79790351; Lesly Cáceres: 72286022; Ana Bertoldi: 72783594; Daniela Arnez: 75749999 y Verónica Mantovani: 61601074.