Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 18:07

Diez consejos para afrontar la salida de la cuarentena

Bolivia retomó varias actividades después de más de dos meses de encierro. Estas son algunas medidas que puedes tomar para que el cambio no sea abrupto.

Diez consejos para afrontar la salida de la cuarentena

La cuarentena dinámica comenzó el 1 de junio en Bolivia y una de las dudas que más asoma a las personas es saber cómo afrontar el retorno paulatino a la normalidad con un virus que se propaga por todo el mundo y que aún no tiene vacuna.  Sobre este tema, un informe realizado por psicólogos de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) explica que cualquier encierro por más de 10 días ocasiona en las personas cambios emocionales y de comportamiento, para los que es mejor estar prevenidos. 

Durante los más de dos meses de confinamiento, surgieron varios comportamientos humanos en respuesta a las circunstancias extremas del exterior. Entre los más comunes están: 

- Aumento de abuso de sustancias: puede verse incrementado el consumo de alcohol, de psicofármacos o de otras sustancias como una manera distorsionada de anestesiar el dolor emocional. 

- Incremento de síntomas obsesivos: el temor al contagio puede persistir por bastante tiempo, de modo que los rituales de limpieza de la casa y el lavado compulsivo de manos pueden ser frecuentes y, en algunos casos, desmedidos. 

- Duelo por la pérdida de un ser querido: la imposibilidad ante la verificación visual del fallecimiento produce una negación de la pérdida que vuelve a este proceso doloroso e incluso surgen resistencias. 

- Estigmatización: es posible que algunas personas sean estigmatizadas por ser posibles portadoras del virus o que se discrimine a ciertos sectores sociales como responsables de la pandemia. 

- Estrés postraumático: algunas personas pueden persistir en el tiempo con síntomas de ansiedad, miedo, angustia, depresión e insomnio. También pueden aparecer molestias somáticas como consecuencia de la situación de estrés prolongado (síndrome de intestino irritable, problemas cardiovasculares, alopecia, aumento de alergias y enfermedades autoinmunes, entre otras). 

Estas son algunas de las recomendaciones para acarrear con los problemas que surjan los primeros días      después de salir de la cuarentena.  

- Aislados, pero en contacto: la tecnología digital nos permite estar solos, pero juntos. Establecer conversaciones más emocionales y más íntimas. Permanecer conectados con las personas de riesgo sin que eso suponga un peligro.

- Asomarse de a poco: será necesario salir gradualmente porque el mundo habrá cambiado. Reconstruir hábitos cotidianos, paseos, distancia en la calle y en espacios públicos, uso de barbijos y medidas higiénicas, entre otros. No apresurarse y hacerlo de modo gradual. 

- Contener a los niños: entender que el proceso de separación llevará tiempo. Es probable que tengan miedo, pesadillas y angustias. Utilizar el dibujo y los cuentos para facilitar la situación de despegue de los padres y los mecanismos seguros para el acercamiento con los abuelos. 

- Disminuir el consumo: no sabemos cómo será la situación y las pérdidas financieras. Será importante no endeudarse con lo innecesario y recordar que pronto encontraremos soluciones. Hacer compras y comidas entre vecinos puede ayudar en esa etapa. Volverá la vida comunitaria. 

- Estar atentos a las nuevas oportunidades: todo acontecimiento que trastoca o disuelve costumbres y modalidades brinda la oportunidad para que la imaginación creativa, el talento y el esfuerzo construyan arquitecturas nuevas, enriquecedoras y donde lo imprevisible dibuje un paisaje estimulante. 

- Evitar "quemarse" la cabeza: eliminar el sonido de las notificaciones, pedir al interlocutor aclarar si es urgente, hacer pausas, respetar hora-rios, pedir audios de no más de 30 segundos, no abrir videos de cadenas. Silenciar el teléfono todo lo posible. 

- Mantener los lazos a pesar de la distancia física: la distancia es física, no social. Es importante estimular la solidaridad y la proximidad afectiva. 

- No asustarse por los síntomas: es normal sentir miedo en la primera etapa. Ya se irá habituando. En principio, la calle y los espacios públicos pueden parecer amenazantes, pero no los son si siguen las recomendaciones oficiales. Sí al miedo útil, que permite determinar claramente lo que tenemos que afrontar. Y, no al pánico inútil que solo bloquea, paraliza y distorsiona. 

- No discriminar a enfermos de COVID-19 ni al personal de salud: una vez que comenzó la circulación es importante pensar que cualquier persona puede ser portadora del virus y que todos podemos requerir atención. No agreguemos estrés al personal de salud ni de seguridad. 

- Superar el insomnio gradualmente: no automedicarse, volver a las rutinas de horarios, no cenar copiosamente, hacer una meditación antes de dormir y seleccionar las noticias que vemos con el fin de no caer en falsedades.

Por último, el informe habla de la importancia de la solidaridad. Así como hemos sostenido esta cuarentena entre todos para evitar el contagio mutuo debe ser igual para enfrentar la salida progresiva. 

Debemos apoyarnos emocionalmente en nuestros pares y evitar aquellos viejos hábitos que hoy pueden llevarnos a la enfermedad.