Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 00:10

Desinformación en Bolivia, política y pandemia son las dos temáticas favoritas de las noticias falsas

El proyecto Bolivia Verifica celebra dos años combatiendo la desinformación en el país. La crisis política de 2019 y el inicio de la crisis sanitaria en 2020 han sido puntal para generar noticias falsas con serias consecuencias en algunos casos. Entre las recomendaciones de los expertos está siempre dudar y verificar fuentes. 

Miembros del equipo de Bolivia Verifica
Miembros del equipo de Bolivia Verifica
Desinformación en Bolivia, política y pandemia son las dos temáticas favoritas de las noticias falsas

Bolivia ha vivido los dos últimos años dos crisis profundas: la primera a nivel político fruto de las elecciones presidenciales —y posterior anulación— en octubre de 2019, y la segunda con la llegada del coronavirus COVID-19 en marzo de 2020. Estas dos problemáticas mantuvieron —y mantienen en el caso de la pandemia—en vilo a parte de la población luego de que las redes sociales, y otros medios, se inundaran de información, muchas veces falsa, que generaban susceptibilidad e incertidumbre. 

Con el objetivo claro de convertirse en un portal de información fidedigna que combata las noticias falsas nació Bolivia Verifica, un proyecto de la Fundación para el Periodismo que cumple dos años de creación con más de 3.500 notas elaboradas para dar certeza sobre ciertos temas a la ciudadanía. 

En ese marco, la editora general de Bolivia Verifica, Carolina Méndez, explica cómo se mueve la desinformación en el país, en qué áreas y con qué características. Para abarcar ampliamente todos los temas, el medio crea contenido en cinco sectores. El primero es la verificación respecto a imágenes, videos o noticias; luego está el análisis de discurso, sobre todo de personalidades públicas como políticos y autoridades; el tercer sector es el explicador, que busca ayudar a entender un tema que mueve el interés de la gente; además, tienen el área SinDuda, que busca dar respuestas a interrogantes puntuales; la última sección son las entrevistas en las que se charla con profesionales. 

Todas esas secciones llegan a la población en diferentes productos, desde textos hasta audiovisuales. De hecho, las más de 3.500     notas elaboradas en estos dos años son solo de las secciones de verificador y análisis de discurso. Dentro de todas estas se pudo    evidenciar que los conflictos políticos y la crisis sanitaria son las que más sigue el público nacional y demuestran el grado de vulnerabilidad al que está expuesto. 

“No es que les interese más el coronavirus o la coyuntura política, les interesan ambas porque hacen nuestra cotidianidad”, asegura Méndez.

La anulación de las elecciones presidenciales de 2019 ocasionó una crisis política

CONSPIRACIÓN, CURAS MILAGROSAS O SALVACIÓN

Desde la llegada de la COVID-19 la incertidumbre reinó en el país y con ella la desinformación. 

Méndez afirma que no destaca una sola nota, sino varias que surgieron en torno a temas que fueron profundizados a medida que avanzó la pandemia en Bolivia. Entre los que resalta la experta están las curas milagrosas. “Como el coronavirus fue algo nuevo para todos, la gente buscaba algo a qué aferrarse, necesitaba saber cómo cuidarse, cómo protegerse y esto generaba espacio para que se difundan curas milagrosas”, explica.

Las cadenas de WhatsApp fueron algunos de los medios por donde más circularon ciertas “recetas” que incluían eucalipto, bicarbonato u otros remedios. Pero, además de productos naturales, también se suman fármacos, como la ivermectina o el dióxido de cloro, según Méndez. 

Por otro lado, otro tema de desinformación en pandemia fue las teorías conspirativas, que tuvo un boom en Bolivia y empezaron a circular antes de que lleguen las vacunas al país. “Creo que la baja asistencia a la vacunación es el resultado, en parte, de las teorías conspirativas (…) estas teorías hacen que la gente no se quiera vacunar porque asocia la vacuna con el 5G, con que nos van a poner un chip, nos vamos a morir, etc.”. 

El trabajo de desinformación comenzó desde que se crearon las dosis inmunizadoras. La gran cantidad de noticias falsas que surgieron sobre ellas generó la susceptibilidad de muchas personas. 

“El problema es que les dicen lo que quieren escuchar. Siempre, en el ser humano, gana el corazón ante la razón. Entonces, sobre ese principio se basan los creadores de noticias falsas”, explica el director de la Fundación para el Periodismo y director de Bolivia Verifica, Renán Estenssoro.

Bolivia Verifica trabaja para combatir la información falsa

MENTIRAS POLÍTICAS Y FALTA DE VERACIDAD 

En octubre de 2019 y marzo de 2021 Bolivia llevó a cabo elecciones presidenciales y subnacionales, respectivamente. El ambiente se caracterizó por la polarización de las posturas ideológicas de la población. 

Méndez indica que hubo gran cantidad de cuestionantes que surgieron en las contiendas electorales, pero destaca algunas. Por ejemplo, el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) fue uno de los actores más atacados, solo después de uno de los candidatos. 

“Había una batalla contra el Órgano Electoral desde todos los frentes, se quería desa-creditar su trabajo incluso antes de las elecciones. Luego durante el proceso y después en el conteo de votos”, cuenta Méndez.  

Una de las noticias que caló fuerte entre el colectivo de ciudadanos es que el voto rural vale más que el voto urbano; eso es falso. 

Otra información que abundó, sobre todo el mismo día de los comicios, fue el resultado de las mesas dando ventaja o mostrando la derrota de ciertos frentes; incluso, se mostró actas y videos de años anteriores haciéndolos pasar como actuales en ese momento. 

Asimismo, una disputa que marcó este año y parte de 2020 fue el resultado de la crisis política de 2019. Bajo la premisa de si fue golpe o fraude lo sucedido en las elecciones presidenciales hace dos años, se generó una serie de desinformación para reafirmar cada postura. 

“Nosotros hicimos una verificación importante sobre un documental que salió en un canal de televisión que apuntaba a que fue golpe. Verificamos y había cosas que no estaban bien, estaban mintiendo. Pero, por otro lado, ese mismo día salió una separata de un periódico que apuntaba a la otra tesis de que fue fraude, pero también incurría en datos falsos”, relata Méndez. 

Por lo tanto, se puede deducir que la generación de desinformación va más allá de un frente o una ideología, al final todos tiene un mismo fin. “Lo que nosotros buscamos más que posicionarnos en una acera u otra es verificar los datos”, remarca la especialista en fact check. 

RECOMENDACIONES ANTE LAS NOTICIAS FALSAS 

En estos dos años de vida de Bolivia Verifica uno de sus principales objetivos fue que las personas conozcan que les puede llegar información falsa y que aprendan a cernirla. 

“La desinformación se viste de verdad, uno no sabe si realmente es cierto o no, porque a primera vista sí parece verdad”, señala Méndez y remarca que es importante que cada persona aplique su “sentido común” y que desconfíe de lo que no tiene certeza y parece dudoso. “Cuando nos llega un mensaje, primero pensemos que esto puede ser falso, eso nos lleva a desconfiar y eso hará que no reenviemos todo lo que nos llega y nos preguntemos qué intención tiene”. 

Las noticias falsas casi siempre suelen apelar a las emociones para tener un mayor impacto. “Cuando nos llega y nos mueve, hay que pensar con la cabeza fría y revisar con fuentes oficiales”, recomienda Méndez. 

Asimismo, aconseja que es importante conocer cuál es el fin de la desinformación para, de esa forma, reconocerla con más facilidad. Puede ser que busque convencer sobre una postura ideológica, que pretenda conseguir dinero mediante la mentira o, simplemente, generar daño. 

“Siempre preguntémonos quién emite el mensaje y cuál es la intención. Y al reenviar pensemos si realmente queremos respaldar esa intención, y siempre partir de la duda, desconfiar”. 

Además, añade que si una noticia solo aparece en un medio, es motivo de duda, al igual que las cadenas que empiezan con un “no quieren que sepas esto”.

BOLIVIA VERIFICA, DOS AÑOS COMBATIENDO LA DESINFORMACIÓN 

El 1 de junio de 2019 se lanzó oficialmente el medio digital Bolivia Verifica; sin embargo, la idea de crear este portal surgió a finales de 2018 de cara al proceso electoral que vivió el país, ya que es habitual que en fechas como esa surja un “caldo de cultivo para la desinformación”. 

El proyecto nació de la mano de la Fundación para el Periodismo. Actualmente, está a cargo de dos editoras y cuatro verificadores distribuidos en varias regiones de Bolivia, lo que les permitió tener una visión más amplia de las problemáticas existentes. 

“Vimos que las redes habían sido tomadas por asalto por noticias denominadas falsas y que era necesario encarar un proyecto que combata la desinformación en las elecciones”, asegura el director de Bolivia Verifica.

Mucha de la desinformación generó violencia en la población y frente a ello, el papel que jugó este medio fue valioso. “Creo que han encontrado en Bolivia Verifica un medio veraz, creíble, que les da certidumbre frente a toda la desinformación que existe en el mundo”, afirma Estenssoro.

Sobre el punto, Méndez hace un análisis propio de todo lo que aprendieron a nivel interno. “Ha sido un recorrido complejo, de aprendizaje y de crecimiento. Creemos que hemos crecido tanto como nuestros lectores”, dice. 

De hecho, los usuarios se convirtieron en parte importante del medio ya que empezaron a solicitar verificación y dar nuevas ideas. 

Además de las noticias informativas que elaboran, también cuentan con otros productos, como un podcast que sale tres veces a la semana, y un video que se difunde una vez a la semana.  

Esta labor continúa ya que las noticias falsas se siguen registrando día a día. “No pensamos que tendría tanta reproducción y tan buenos resultados, eso nos anima a continuar en esta labor tratando de crecer cada día más”, señala Estenssoro. 

Entre los objetivos futuros del medio está generar un análisis del origen de la desinformación. Asimismo, el director apunta a que los conocimientos sobre noticias falsas deberían ser un tema que se aborde en las universidades y en los colegios para que los jóvenes estén más preparados para manejar las redes sociales. 

El proyecto se maneja sobre tres vertientes: la primera es continuar la verificación de datos, la segunda es la generación de conocimiento y la tercera es la capacitación, tanto de docentes como de estudiantes para enfrentar de manera conjunta la desinformación.