Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:37

Criopreservación, el proceso para elegir cuándo dar vida crece en Cochabamba

Este procedimiento permite congelar óvulos, espermatozoides y embriones para tener hijos cuando la persona elija. Los costos varían según el caso y van desde los 1.500 bolivianos hasta los 55.000. 

El proceso para congelar óvulos dura alrededor de 13 días. NOÉ PORTUGAL-CORTESÍA EMBRIOID
El proceso para congelar óvulos dura alrededor de 13 días. NOÉ PORTUGAL
Criopreservación, el proceso para elegir cuándo dar vida crece en Cochabamba

Dar vida es uno de los actos que define la humanidad. Y, como parte de esa etapa, elegir cuándo darla muchas veces permite maternidades y paternidades plenas. Por eso, el avance de la ciencia y la medicina ha generado esa posibilidad a través de la criopreservación, un proceso que toma fuerza en Cochabamba y que da oportunidad a decenas de personas para que puedan tener hijos cuando lo deseen. 

Las razones y motivaciones pueden ser varias, desde problemas médicos que impiden engendrar a un hijo en un determinado momento hasta la decisión de no ser padres o madres a corto plazo, pero sin descartarlo. 

Con el pasar del tiempo, los espacios donde se realiza este tipo de tratamientos se incrementaron en el departamento. Uno de ellos es Embriovid, un centro médico especializado en reproducción asistida. Dentro de los servicios que ofrece a nivel nacional está la criopreservación de óvulos, espermatozoides y embriones, que se entiende como el proceso mediante el cual se congelan, con nitrógeno líquido, las células con el objetivo de que no envejezcan y se puedan utilizar después de meses e incluso años, según explica el ginecólogo y obstetra Manuel Oquendo Cortez, especialista en fertilidad y encargado de Embriovid en Cochabamba. 

Como todo proceso innovador es complejo y cada caso es especial. Sin embargo, es la mejor opción para muchos.  

ELEGIR CUÁNDO SER MADRE

La mujer tiene un reloj biológico que determina una edad límite para engendrar un hijo. Esto, muchas veces, genera presión social para llegar a la maternidad en un determinado momento. Ante eso, la criopreservación de óvulos es una gran alternativa para que cada una elija en qué etapa de su vida convertirse en madre. 

El proceso es relativamente complejo y debe realizarse con particular atención. Oquendo explica que, de forma natural, cada mujer madura un óvulo cada mes; sin embargo, para realizar la congelación se requiere una muestra mayor, de unos 10 óvulos más o menos. 

“Tratamos de evitar ese bloqueo natural para que puedan llegar a más óvulos. Entonces, cuando están listos los folículos donde se almacenan los óvulos, se va hasta el laboratorio de biología de la reproducción, que está en La Paz, y ahí se los aspira, se ponen en un medio de cultivo y se congelan”, indica el ginecólogo, quien además es psicólogo de profesión. 

Previo a todo este proceso, se requiere hacer varias pruebas y controles que incluyen ecografías casi cada día para no pasarse de tiempo mientras se espera que se reúna la cantidad necesaria de óvulos. El especialista afirma que el tratamiento de estimulación dura 13 días, desde que la mujer tiene el periodo menstrual hasta que ovula, “pero es relativo, hay chicas que responden muy  pronto y hay que hacerlo antes, y hay otras que tardan y se hace después”, señala. 

Asimismo, uno de lo requisitos para realizar este procedimiento es que la mujer no tenga quistes en los ovarios, por lo que, si hay un caso así, primero debe hacer tratamiento con anticonceptivos para eliminarlos. “Si estimulamos los ovarios habiendo quistes los podemos hacer crecer. Por eso, antes de empezar hacemos una ecografía para revisar y si tiene antecedentes se hace el tratamiento. Hay que evaluar”. 

Una de las cosas más importantes y lo que le da sentido a la criopreservación es la motivación del paciente. En el caso de las mujeres, Oquendo indica que muchas veces lo hacen por un tema de salud, sobre todo por la presencia de cáncer, ya que el tratamiento con quimioterapia daña los ovarios y puede ocasionar infertilidad. 

Asimismo, otro de los motivos tiene que ver con los años. “Cuando una mujer está alcanzando cierta edad y no tiene planeado a corto plazo ser mamá, o se va a estudiar afuera y tiene proyectos relacionados, entonces, se congelan sus óvulos. Luego de estudiar, y cuando ella decida, puede utilizarlos”. 

El médico aconseja recolectar estas células en mujeres menores de 36 años “porque ya a los 38 o 39 probablemente no tenga el mismo beneficio”. Normalmente, las pacientes que atendieron en Embriovid oscilan entre los 30 y 36 años. 

Una de las ventajas de la criopreservación es que no hay límite de edad para que la mujer pueda utilizar sus óvulos. “He tenido pacientes de 53 años, con 10 años de menopausia, que tenían congelado sus óvulos y lo usaron después. El tema de la edad afecta a los óvulos, por eso hay que congelarlos, pero no importa la edad de quien lleve el embarazo”, detalla. 

Además, cuenta que su paciente con mayor edad fue una mujer de 54 años, quien tuvo una gestación exitosa, pero que hay casos de algunas mujeres con más años.  

PATERNIDAD DESEADA 

En el caso de la criopreservación de espermatozoides, el proceso es mucho más simple y rápido. Según indica Oquendo, se obtiene la muestra mediante masturbación, luego se procede a analizar la calidad del espermatozoide y se congela. 

La motivación está relacionada mayormente con un tema de salud. “En el caso de los varones, casi siempre es por un caso serio de salud, como el cáncer, porque les tienen que hacer quimioterapia y eso afecta su fertilidad”, asegura el médico. 

Asimismo, entre los casos menos frecuentes, se hace cuando las parejas que se ven poco tiempo debido a sus trabajos en ciudades diferentes; entonces, los hombres dejan el espermatozoide congelado para que la mujer se pueda hacer una inseminación  después. 

La obtención de la muestra no tiene un límite ya que la edad no es lo más relevante porque los hombres producen espermatozoides nuevos cada 70 días. Los pacientes en Cochabamba rondan los 40 años, en la mayoría de los casos. 

EMBRIONES, HIJOS EN ESPERA

Otro de los procedimientos que revolucionó la medicina especializada en fertilidad fue la posibilidad de guardar embriones, lo que quiere decir que son óvulos ya fecundados y listos para implantar en el útero de la mujer. 

Embriovid también brinda esta alternativa en el departamento. El primer paso es preparar a la paciente para aspirar sus óvulos —antes se debe revisar si tiene quistes y en caso de que los tenga hacer el tratamiento y después recién proceder a la estimulación para reunir una buena cantidad de óvulos—. Como segunda parte, deben tomar la muestra de los espermatozoides del hombre y analizar su calidad. Luego, se ponen lo óvulos y los espermatozoides en el mismo espacio de cultivo, que es una cámara in vitro para que se  pueda realizar la fecundación. “El biólogo va viendo cuáles fertilizan y cuáles no y cómo van avanzando. Hay embriones que no se ven bien, que quedan a medio camino y tienen deficiencias”, explica Oquendo. 

En el día cuatro o cinco se elige los embriones de mejor calidad, es decir, con mejores características morfológicas, y luego se los congela con nitrógeno líquido. 

El médico indica que la cantidad varía según cada pareja y el éxito que haya tenido la fecundación, pero, habitualmente, se obtienen cuatro embriones. Además, indica que, casi siempre, las parejas suelen hacer el procedimiento para lograr embarazarse en ese momento, entonces se introducen unos dos embriones en el útero de la madre y se reserva el resto en caso de que falle la primera prueba o para tener hijos más adelante y no pasar por el proceso largo nuevamente. 

También buscan esta técnica pacientes que tienen problemas serios de salud y deben atenderlos primero antes de pensar en hijos.

En los casos en los que la pareja ya no quiera seguir conservando sus embriones congelados los pueden donar. Este proceso se maneja como cualquier donación de órganos, debe ser anónimo y no se puede lucrar con eso. “Es como adoptar un embrión, pero nace de ti”, describe el médico. 

UN COSTO VARIABLE 

Al ser un procedimiento bastante complejo, también es costoso. Además, depende de dónde se requiera hacer el tratamiento. Embriovid tiene consultorios en Cochabamba, Santa Cruz y La Paz, donde está su sede. En la Llajta se realizan procesos hasta la inseminación, el resto se hace en La Paz debido a los equipos que se requieren. 

El precio de la criopreservación de óvulos oscila entre los 35.000 y 40.000 bolivianos. Similarmente, el costo de la congelación de embriones ronda entre los 35.000 y 55.000 bolivianos, dependiendo cada caso.

Sin embargo, en contraposición, el precio de la criopreservación de espermatozoides es mucho menor: cuesta entre los 1.500 y 2.000 bolivianos.

La administradora de Embriovid, Jeimy Arredondo, explica que, una vez se realiza el proceso de criopreservación, se debe pagar un monto para mantener la muestra en buen estado. El precio anual es de 8.000 bolivianos para los tres casos, embriones, espermatozoides y óvulos. 

Arredondo indica que en algunas ocasiones sí  brindaron colaboración a parejas que no contaban con los recursos económicos, pero sí tenían un gran deseo de ser padres. “En casos específicos, con parejas que realmente necesitan ayuda, lo hemos hecho muchas veces, con costo cero o uno mínimo”, dice.

UNA DECISIÓN RESPONSABLE 

El especialista Oquendo señala que se realiza una actualización médica constante sobre este tema en Bolivia. Gracias a esto, Embriovid aglutina a profesionales expertos en el área de fertilidad y reproducción asistida. Paralelamente, los equipos fueron mejorando y siendo más efectivos para lograr resultados exitosos. 

Hace unos años, cuando este tipo de procedimientos se fue expandiendo en el país todavía seguía siendo un tema tabú, poco conocido y con algunas dudas alrededor. Sin embargo, esta última década ha cobrado fuerza y cada vez suma más adeptos que encuentran en estas alternativas una forma de cumplir sus sueños. 

Más allá de aumentar la cantidad de pacientes, Oquendo asegura que las motivaciones fueron cambiando. “Se ha hecho más popular porque ahora las mujeres tienen más objetivos personales y profesionales antes de pensar en una maternidad. Entonces, eso hace que la demanda crezca. Las mujeres se informan y postergan su maternidad sin dejarla al azar”, indica. 

La frase que era tan escuchada antes haciendo referencia a que a las mujeres se les “pasa el tren” ha quedado obsoleta, ahora se puede elegir transitar esa etapa de forma planificada y responsable. “Ahora ya no es necesario que tengas cáncer para congelar tus óvulos. Es más frecuente que sea una elección serena y bien pensada sobre tu fertilidad, ya no es un procedimiento de urgencia”, afirma Oquendo.

Pero, también, se abrió las puertas para quienes consideraban que ser padres era un imposible.