Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 23:32

La comunidad LGBT+ en Bolivia: una lucha por los derechos desde diferentes áreas

Leonie Dorado, París Galán y Paola Banegas  son tres activistas de la comunidad LGBT+ en Bolivia, que celebró su día hace poco. Las tres narran sus experiencias como portavoces del colectivo, entre las dificultades que atrevesaron y el camino que aún falta por recorrer en el país para lograr el respeto a sus derechos.

Marcha del Día del Orgullo LGBT+ en Bolivia.  SARA ZEBALLOS GONZALES
Marcha del Día del Orgullo LGBT+ en Bolivia. URGENTE
La comunidad LGBT+ en Bolivia: una lucha por los derechos desde diferentes áreas

Stonewall Inn, en los sesentas, era uno de los pocos lugares seguros de baile y diversión para personas no heterosexuales de la época. De vez en cuando, la Policía iba a hacer redadas al local; estas intervenciones solían ser abusivas. Incluso, arrestaban a las personas que no estaban vestidas “de acuerdo a su género”. Pero hubo una fecha que fue particularmente violenta. En la madrugada del 28 de junio, cuatro policías encubiertos y dos con uniforme de patrulla entraron gritando por la puerta principal. Los efectivos policiales bloquearon las salidas. Eso sorprendió a las más de 200 personas que estaban en el local, pues no era el procedimiento habitual de control. Después de que la Policía tratara de echar del bar a algunas personas a empujones, se armó una revuelta. Cada día se sumaban más y el incidente se repitió tres días seguidos. 

Este acontecimiento marcó un hito, pues fue la primera vez en la historia de Estados Unidos que la comunidad LGBT+ se levantó en contra de un sistema que los violentaba. Un año después, se conmemoró el suceso. Desde entonces se recuerda esa fecha como el Día del Orgullo LGBT+ y junio es considerado el mes de las diversidades sexuales.

Este suceso fue clave para la historia del colectivo en Estados Unidos y pronto se extendió en todo el mundo. Bolivia no es la      excepción. 

En el pasado mes, sobre todo, pero también todos los demás días, se hace cada vez más visible el rol y la participación del colectivo LGBT+ en el país. Quienes lo integran destacan en todo tipo de áreas. Desde la cocina, hasta la televisión, pasando por el arte, la música, el cine, la vida política partidaria y el activismo social. Las personas presentadas a continuación son un ejemplo de esto.

EL ROSTRO DEL COLECTIVO EN LA TV

Leonie Dorado es una mujer transgénero paceña de 27 años. Es conductora de televisión en Abya Yala. Además, es artista desde que tiene uso de razón. Estudió música clásica en el Conservatorio Nacional de Música desde sus seis años. También cursó canto moderno, lírico y le faltan dos años para terminar la carrera de música moderna en piano. 

A los 18 años, Dorado decidió mudarse a Argentina a estudiar Comunicación Social. “Ya tenía en mente que quería estudiar Comunicación, porque siempre me atrajo mucho este mundo de la televisión”, afirma y cuenta que, cuando era pequeña, jugaba con una grabadora que su papá le trajo desde Inglaterra. Con ese juguete y un espejo, ella y una amiga pretendían estar en la pantalla chica.

Durante los 4 años que estudió en Argentina aprendió de su profesión, pero también sobre quién era ella como persona. “La verdad es que también hubo un punto de mi vida en el que la gente me confundía con una mujer todo el tiempo (…) Entonces, mis pensamientos empezaron a ir por ese lado. Yo pensaba que si yo estaba mostrando algo a la sociedad es porque era algo que se tenía que dar. Ha sido bien loco porque normalmente son las personas trans quienes deciden o dan ese primer paso (…), pero mi impulso principal ha sido la sociedad en la que estaba viviendo. Fue una señal para mí”, narra Leonie.

Al llegar de Buenos Aires, Dorado conoció a Rosario Aquim. “Ella es la primera persona que ha infundido en mí ese pensamiento de que no me podía quedar haciendo mi vida de forma normal, como pensaba hacerlo”, asegura la conductora. Entonces, empezó unos cursos de la Red Enlace vinculados al género. Durante esta etapa, Aquim fue su docente y colaboró con su formación. Ambas mantuvieron el contacto y se involucraron en diferentes proyectos. 

Un día Leonie recibió una llamada de Rosario, quien estaba recibiendo el cargo de gerente general de Abya Yala y buscaba implementar la diversidad en la programación. Le ofreció la posibilidad de ser conductora en el canal. Después de pensarlo por dos semanas, ella decidió “lanzarse a la piscina” y aceptó. “Yo no sabía si en esa piscina había agua, había fuego o había piedras… sobre todo por esa presión de que la gente diga ‘claro, ella solo está ahí por aparentar una cosa’. Abya Yala nunca quiso mostrar que simplemente yo estaba en el noticiero para aparentar algo, por decir que soy una mujer trans, sino que tú veas que yo sí soy apta para realizar ese trabajo”, relata la activista.

Además de ser conductora, Leonie escribió un libro sobre la ideo-logía trans en la época posmoderna y  está esperando el momento propicio para lanzarlo, pues tiene grandes planes con la promoción. Aparte del noticiero, entre sus próximos proyectos está lanzar el programa Unidos en Diversidad también por Abya Yala, que se emitirá todos los sábados. “Es 100% educativo e informativo. Trata específicamente del orgullo de ser distinto al otro. Estamos creando un espacio en el que se pueda hablar abiertamente de estos temas”, señala Dorado.

DIVERSIDAD EN EL BAILE Y LA POLÍTICA

Carlos Parra, más conocido como París Galán, nació en Oruro. “Por eso llevo el folclore, el arte en las venas”, describe. Baila en el Carnaval de su ciudad natal desde los 8 años y desde hace 25 le ha prestado especial atención y dedicación a la kullawada. 

Paralelamente, ha incursionado en el mundo del transformismo y del “drag”. “He ido combinando entre folclore y transformismo, folclore y drag queen”, cuenta París. El ser parte de este tipo de arte le ha permitido ser activista por los derechos de la comunidad LGBT+ a nivel nacional e internacional. 

Entre algunas de las actividades más importantes de su carrera está haber desfilado para diseñadoras y diseñadores muy reconocidos. Por ejemplo, lució trajes de Marión Macedo. Por otro lado, él y la familia Galán incursionaron en el  teatro. Pusieron en escena dos obras exitosas “sin ser una compañía de teatro ni ser tampoco actores o actrices consagrados”. Además, incursionaron en el cine con “La ley de la Noche” y fueron parte de la filmación “American Visa”, aunque esas escenas no quedaron en la versión final de la        película. 

Si bien todos estos aspectos de su vida artística son importantes, su participación en el mundo del folclore es definitivamente la más icónica de todas. “He participado en entradas importantísimas, como la del Carnaval de Oruro y el Gran Poder en La Paz, ambas ahora patrimonio de la humanidad. He bailado en ciudades como Potosí para la fiesta de Ch’utillos; en Sucre para la virgen de Guadalupe; en Santa Cruz para la entrada de los paceños. He podido bailar en Luján, Argentina, para la fiesta de los bolivianos el 5 de agosto y también en Buenos Aires para la fiesta de la Integración Latinoamericana. Y los últimos años, cuando todavía se podía viajar, he podido participar en el Carnavalito Boliviano, que se celebra en Miami, Estados Unidos”, relata Galán.

Además de su carrera artística, incursionó también en el ámbito político partidario. “El año 2014, Luis Revilla, que era alcalde de La Paz en ese momento y secretario general de la agrupación política ‘Soberanía y Libertad’ (SOL.BO), me invita a participar en un proceso denominado ‘Quiero ser candidato’. Este proceso invitaba a todos los ciudadanos de La Paz a postularse como candidatos a concejales municipales o asambleístas departamentales”, cuenta el artista. 

Así, aceptó la invitación y se involucró en un periodo de campaña política. Galán ingresó a una lista de candidatos de SOL.BO. Según el panorama político del momento, su partido esperaba tener de 10 a 12 escaños en la Asamblea Legislativa. SOL.BO tenía 8 candidatos oficiales y París figuraba como suplente. El partido de Revilla ganó las elecciones resultando con 12 espacios de la Asamblea Legislativa Departamental. Eso significó que el activista y otros candidatos suplentes debían titularizarse para ejercer el cargo. 

Sobre este punto, el activista narra: “Lamentablemente, por injerencia política, y hay que decirlo, del Movimiento Al Socialismo (MAS), los asambleístas suplentes que de-bíamos titularizarnos para ejercer el cargo somos bloqueados políticamente a través de varios recursos ante el Tribunal Electoral Departamental, el Tribunal Supremo Electoral, etc. Lo que nos imposibilita ejercer nuestras funciones hasta el año 2019”. 

Durante esos cuatro años, los asambleístas perjudicados atravesaron por una serie de procesos legales y judiciales para poder ejercer. Estos terminaron en una huelga de hambre que Galán decidió hacer para que sus “derechos sean respetados”. 

En septiembre de 2018, después de siete   días de huelga y con la salud quebrantada, logró su titularización. Sin embargo, posteriormente la Asamblea Departamental tampoco le dejó asumir. No fue hasta mayo de 2019 que, en una sesión plenaria de la Asamblea, una mayoría de los asambleístas  apoyaron su incorporación y finalmente Carlos Parra/París Galán logró iniciar sus funciones. Ocupó el cargo  desde el 1 de junio de 2019 hasta el 20 de abril de 2021, cuando terminó su gestión como asambleísta y presidente de la Comisión de Desarrollo Humano, Derechos Humanos, Política Social, Naciones y Pueblos Indígenas Originario Campesino de la Asamblea.

ACTIVISMO EN REDES SOCIALES 

Paola Banegas Loderman es gastrónoma de profesión. Empezó a los 13 años; ahora acumula más de dos décadas de experiencia en el rubro. Es activista por el veganismo y también de la comunidad LGBT+. “La gastronomía es mi pasión y el poder ‘veganizar’ las recetas a través de mi conocimiento es súper lindo. Es realmente un trabajo muy creativo que disfruto”, comenta la chef. También es la persona a cargo de Lecker Brot, una pastelería y panadería vegana con dos sucursales en La Paz. 

Desde el año pasado empezó a publicar videos en Tik Tok e Instagram. “Mi contenido en redes sociales está enfocado en hacer activismo. Por un lado, activismo vinculado al veganismo y, por otro, a la comunidad LGBT+. Para mí es importante concatenar esas dos partes porque es bien complicado pertenecer a minorías. En este caso, el veganismo porque el porcentaje de personas que son veganas en el mundo es bajo todavía, aunque cada día crece más. Y por otro lado, la comunidad LGBT+”, afirma Paola. 

En ese sentido, la chef ve estas plataformas como espacios y herramientas útiles para la visibilización. “Eso es lo que busco hacer en redes sociales”.

Banegas es una apasionada por el marketing y la publicidad. Es algo que le interesa mucho paralelamente a la gastronomía. “Siempre he sentido como que tengo facilidad creativa de poder compartir, publicitar, marketear una idea”, asegura la activista. 

Así nació la idea de hacer un canal en YouTube, pero se dio cuenta de que la cantidad de tiempo que exige esta plataforma es bastante. Entonces, decidió crear perfiles en otras redes sociales. Sin embargo, este proyecto se vio interrumpido por una serie de problemas familiares. “No fue fácil y tuve que abandonar las redes porque tenía que ocupar mi tiempo en la pastelería y enfocarme en eso”. 

Luego, llegó la cuarentena y descubrió Tik Tok. Cuenta que al principio tenía muchos prejuicios sobre la aplicación, pero luego empezó a disfrutarla porque puede consumir contenido vinculado a su trabajo y su activismo. Al ver que es una plataforma “ligera” y los videos son breves, se planteó empezar a generar contenido para la red social. 

Banegas rescata que, aunque las redes sociales pueden ser espacios hostiles, también dan la oportunidad de llegar a muchas personas y transmitir un mensaje.

El rol que tienen estas personas es importante porque le dan visibilidad y representación a su colectivo. Pero, también cabe señalar que hay muchas más personas haciendo cosas igual de relevantes desde “el closet” o procurando mantener un perfil bajo. 

En una sociedad tan conservadora, todavía puede ser difícil para algunos exponer esa parte de su identidad. Referentes como Leonie, París y Paola son clave para poder empezar a abrir espacios más tolerantes e inclusivos en nuestro contexto.