Hace poco, la plataforma de delivery Yaigo marcó historia al convertirse en la startup boliviana con el precio de venta más alto en el país, hasta el momento, luego de cerrar trato con la multinacional Yummy. Detrás de ese logro está Ariel Valverde (35), un empresario cruceño que apostó por la tecnología como herramienta de trabajo y perseveró hasta convertir en realidad sus sueños de innovar. 

El también ingeniero de sistemas asegura que su pasión por la tecnología comenzó desde que estaba en colegio, pero fue durante su carrera que se fortaleció. Sus primeros pasos profesionales fueron en el equipo de Tigo. Luego, empezó a trazar su propio camino con una empresa de software y dos startups, hasta que, finalmente, creó Yaigo junto con tres personas más. 

Su capacitación académica le ayudó a consolidar las bases de sus proyectos. Tiene dos maestrías, una en Seguridad Informática, y otra en Administración de Empresas. “El mundo de la tecnología es algo que me apasiona, al igual que la innovación, el emprendimiento, las startups”, afirma. 

Yaigo nació como idea en 2016 de la mano de cuatro jóvenes. Pero, se materializó en 2019, con la aplicación móvil de delivery, que se estrenó en Oruro. Poco a poco se expandió a Trinidad, Sucre, Potosí y Pando hasta posicionarse en todo el país. 

Pero la app no quedó ahí y llegó a países como Guatemala, El Salvador y Paraguay. Ese crecimiento exponencial de la marca en toda Latinoamérica llamó la atención de la multinacional Yummy y ahora está establecida en Venezuela, Chile, Perú, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Panamá. “Nos sentimos muy orgullosos de haber concretado un éxito. Hasta el momento, es la venta más grande de una startup en el país. Ha sido reconocida en medios internacionales y nos llena de orgullo demostrar que en Bolivia se puede producir tecnología”, asegura Valverde. 

Pese a la venta, Ariel y los otros tres fundadores quedaron a la cabeza de la empresa en Bolivia y Paraguay en calidad de socios. Según explica el ingeniero, la gran inversión que tendrán significa un mayor beneficio para el usuario y el comercio boliviano. 

“El camino del emprendimiento es complejo. La gente a veces se confunde pensando que será su propio jefe y será más fácil, sin embargo, es complejo que manejes tu tiempo. Debes ser eficiente y productivo”, dice.  

Para aquellos que tienen la idea de crear algo, Valverde aconseja que cada uno debe buscar sus propias oportunidades porque el apoyo gubernamental es, muchas veces, nulo. “Eso no tiene que ser un freno en el momento de decidir emprender. Uno tiene que ser apasionado por lo que hace y rodearse de las personas     correctas”. 

Asimismo, recomienda tener una diversidad de profesiones y visiones dentro del mismo emprendimiento. “Es muy satisfactorio ver tu negocio, tu empresa crecer, dar fuentes de trabajo. Es gratificante ver lo que se está construyendo”. 

Además de toda su entrega a la tecnología, a Ariel le encanta viajar, jugar golf, correr y leer. Según dice, le sirve para desestresarse y sentirse pleno, al igual que compartir tiempo con su familia. “Mis hijos y mi esposa son el motor para dejar la milla extra en todo. En lo que hago, intento hacerlo de la mejor manera”, sostiene. 

Para este 2022 tiene como proyecto crear un fondo de inversión para impulsar startups bolivianas y lanzar una empresa de tecnología relacionada a las finanzas. “Cuando emprendes, debe moverte el porqué estás emprendiendo, que sea para mejorar la calidad de vida de las personas. Estamos convencidos de que uno tiene que hacer empresas sostenibles. Tratar de que sean empresas amigables con el medioambiente y devolverle a la sociedad lo que te da”,   finaliza Valverde.