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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Anticonceptivos y COVID-19: riesgos y medidas preventivas

Los anticonceptivos hormonales tienen una relación directa con la trombosis en caso de enfermedad aguda de coronavirus. Estos son algunos consejos que deben tomar en cuenta las mujeres que utilizan este método. 
Anticonceptivos y COVID-19: riesgos y medidas preventivas

La irrupción del coronavirus COVID-19 ha afectado distintas áreas de nuestra vida, incluyendo la salud sexual y reproductiva. Tras  descubrirse que existe riesgo de trombosis entre pacientes con síntomas graves de esta enfermedad, se han encendido las alarmas, especialmente entre las personas que están con tratamientos anticonceptivos hormonales, ya que suelen tener un riesgo de sufrir este proceso de formación de coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo. Ante esto, surgen preguntas científicas: ¿cuáles son los riesgos? ¿Y qué se puede hacer ante esto?

La obstetra Libertad Cares Muñoz, de la Universidad de Concepción de Chile, distingue dos formas de anticonceptivos hormonales: los combinados (dos hormonas) y los de progestágeno (una hormona). Los combinados generalmente traen estrógenos y un progestágeno que va adicionado y pueden venir en forma de pastillas, parches, inyectables mensuales y el anillo vaginal. Y justamente son estos en los que hay que poner ojo: “Recordemos que los anticonceptivos combinados tienen asociados un riesgo de trombosis y si sumamos esto al peligro del virus, es muy probable que ocurra un evento de esto tipo. Por eso, ante síntomas graves de la enfermedad, se sugiere realizar cambios”.

Como explica la especialista, la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología emitió un comunicado, en el que no recomienda suspender el método anticonceptivo. Entonces, ¿qué se hace? “Si la persona está sana o tiene síntomas leves, puede continuar con su método hormonal de siempre. Pero si la COVID-19 progresa a síntomas más graves (como neumonía), ahí no puede seguir con el método combinado y se recomienda cambiarlo por un anticonceptivo de progestágeno (es decir, sin estrógenos). Insisto que no hay que cambiarlo en todos los casos, solo ante síntomas severos”, enfatiza la especialista.

Por su parte, la ginecóloga y sexóloga  argentina Marisa Labovsky recomienda, en adolescentes infectadas asintomáticas de manejo ambulatorio y sin factores de riesgo, la continuación sin modificaciones de la anticoncepción hormonal. “Si no necesitan internación, no deben abandonar las pastillas y pueden comenzar la toma si no tiene otra contraindicación. También es importante mencionar que las mujeres que estén tomando anticonceptivos se pueden vacunar sin problema y siempre ante cualquier duda se debe acudir al especialista”. 

“Para aquellas mujeres que ya realizan un tratamiento hormonal anticonceptivo o que quieren comenzarlo, es importante que consulten al ginecólogo y realicen la administración de los anticonceptivos recetados por el profesional médico”, añade la médica.

Asimismo, es bueno recordar qué otros efectos secundarios puede sufrir una persona que usa los anticonceptivos combinados. Según la obstetra Cares, sus desventajas pueden ser: disminución del deseo sexual, aumento de la ansiedad, retención de líquidos, dolores de cabeza y en las mamas. Sin embargo, estos efectos secundarios no se producen en todas las mujeres ni todos los anticonceptivos los provocan, es muy relativo a la persona. 

Por otra parte, se da a conocer que se puede tener múltiples beneficios si la persona opta por seguir este método: “además de prevenir embarazos no deseados, ayudan a reducir el sangrado menstrual, algunos benefician la piel (reducen acné, grasitud) y se ha demostrado que reducen los riesgos de cáncer de ovario y endometrio”, puntualiza Cares.