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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La nueva Notre Dame, catedral futurista, sostenible y ecológica

La nueva Notre Dame, catedral futurista, sostenible y ecológica

El pasado 15 de abril, durante el Día Internacional del Arte, el mundo           recibió la triste noticia del grave incendio de la catedral de Notre Dame en París, símbolo de la cultura de Europa y Patrimonio Mundial de la Unesco. El recinto religioso fue construido hace 856 años con un estilo gótico        sin igual

Después del incidente se identificó que dos terceras partes del techo, mayormente construido con madera, fueron consumidas por el fuego, aunque la estructura de piedra del templo resistió las llamas. La aguja central de la construcción, una torre añadida en el siglo XIX que estaba rodeada de un andamiaje por obras de reparación, también se derrumbó

Después del dolor que provocó dicho suceso entre todos los admiradores de su magnificencia, las dudas en relación a qué seguiría después comenzaron a surguir. Mientras que el edificio principal de la sublime "dama de piedra" que ha vigilado        la cultura cristiana y occidental desde hace siglos se mantendrá igual, su parte superior podría dar un salto hacia el futuro con un nuevo techo que incorporaría los últimos avances del presente en diseño arquitectónico y tecnología ecológica

El arquitecto Vincent Callebaut propone un proyecto sostenible que conjuga          ingeniería ecológica, economía circular, energías renovables, inclusión social,         agricultura urbana y protección de la biodiversidad, así como belleza y la eleva-ción espiritual, para restaurar la catedral de Notre Dame. Este experto belga asentado en París denomina a este proyecto Palingénesis ("renacimiento", "regeneración", en griego) y señala que su objetivo es asimilar la venerable nave                         de piedra, para integrarla naturalmente como un injerto arquitectónico vegetal que armonizaría con el techo, además de una aguja, en un solo gesto: “en un solo trazo curvo de lápiz”

Desde los cuatro hastiales (parte superior triangular de la pared o muro de un edificio), se respetaría la geometría original del ático de 10 metros de altura y, a medida que se avanza hacia la cruz del crucero (intersección entre la nave principal          y otra transversal), su sección triangular y sus techos inclinados de 55 grados           se estirarían gradualmente para formar una aguja vertical

“Así, las cuatro líneas del techo y las cuatro líneas de las costillas del techado             se doblan y se unen en armonía hacia el cielo, produciendo una geometría paramétrica y luminosa”, indica Aurore Delcourt, asistente de Vincent Callebaut
Construido con vigas de madera laminada cruzada, pretensadas, con listones           de fibra de carbono, el nuevo marco de roble utilizaría una cantidad mínima               de materiales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera y ofrecer la mayor transparencia a la catedral, con una arquitectura pura               y elegante que invitaría a elevar nuestra espiritualidad, según explica Vincent.
PARARRAYOS ESPIRITUAL
Las cuatro grandes vigas de cadera se orientarían hacia los puntos cardinales y, entre las cuatro crestas que le dan al techo su carácter sofisticado, sus curvas reincorporarían, una sobre la otra, las 16 estatuas monumentales de cobre forjado de los 12 apóstoles y los tetramorfos que simbolizan a los evangelistas, que se retiraron, afortunadamente, cuatro días antes del incendio.

El gallo hallado en los escombros tras el desastre coronaría la aguja, como un "pararrayos espiritual" y protector de los fieles, y la nueva arquitectura de la aguja sería como   un sudario levantado desde la piedra angu-lar del crucero, que evocaría el renacimiento, el misterio de la catedral y la resurrección       de Cristo, y bajo el cual emergen la vida y la renovación, afirma Callebaut

Este proyecto busca convertir a Notre Dame en un edificio que produzca más energía de la que consume mediante el “injerto arquitectónico” de vidrieras góticas y tridimensionales que producirían toda la electricidad,         el calor y la ventilación que la catedral requiere, utilizando sistemas pasivos (sin aparatos electromecánicos) y energías renovables avanzadas

El marco de madera estará revestido de cristal subdividido en elementos facetados en forma de diamante, y hechos con un material que absorbe la luz y la transforma en energía, que se almacena en un sistema de celdas de combustible de hidrógeno y desde allí se redistribuiría a toda la catedral.
INGENIERÍA ECOLÓGICA
SOBRE PIEDRAS CENTENARIAS
Estas “escamas cristalinas” se colocarían en la parte inferior del marco, de modo que se cree un flujo de aire hacia la parte superior de la aguja, produciendo una ventilación natural, que imita a una chimenea accionada por el viento y funciona de forma similar al interior de un montículo de termitas.
“Además, este techo con su aguja proporcionan un espacio que acumulará aire caliente en invierno para aislar mejor la catedral, y se ventilará con aire fresco en el verano, gracias la evaporación-transpiración de las plantas que se situarán dentro del edificio”, indica el especialista belga

Palingénesis propone que, bajo esta estructura, se instale en la nave de la catedral un jardín,
destinado a la contemplación y la meditación, pero también para producir frutas y verduras para los parisinos más necesitados y sin hogar, mediante un sistema de  acuaponia, que permite cultivar vegetales sin tierra en estanques con agua y peces, cuyos desechos sirven de nutrientes para las plantas

El proyecto de Callebaut propone, finalmente, que la gran bóveda arqueada de Notre Dame se reconstruya en vidrio estructural alrededor de sus cuatro costillas de piedra, dejando que la luz natural inunde el edificio desde la aguja acristalada hacia el coro, destacando la identidad emblemática de la catedral en la intersección de su nave principal y su nave transversal (transepto).
Este proyecto es uno de los más llamativos que se fueron presentando poco a poco a la competencia internacional que lanzó el gobierno francés para que arquitectos de todo el mundo presentarán propuestas de diseños del nuevo techo de la emblemática catedral. Al parecer,       la madera quedó en los siglos pasados y ahora se apuesta por materiales más futuristas.