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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 10:30

El burnout: cómo detectarlo

Algunas personas se agotan emocionalmente por una sobrecarga de exigencias o una acumulación de experiencias difíciles.<BR>
El burnout: cómo detectarlo



El agotamiento psicológico es un angustioso estado que muchas personas padecen sin saberlo. Se puede llegar a estar quemado emocionalmente (burnout) pero creer que todo se debe a un trabajo no gratificante o a unas relaciones sociales no muy fluidas. Esto puede ser cierto, pero también es posible que esté ocurriendo todo lo contrario: es la fatiga emocional la que no permite que lo demás funcione.

Estar quemado emocionalmente significa quedarse sin fuerzas. Ocurre cuando vives de manera mecánica, sin pensar ni sentir mucho y actuando todo el tiempo como si todo lo que te sucediera fuera impuesto. Como si tu vida no te perteneciera y eso no te importara.

En ciertos casos, alguien llega así a la vida adulta. Si la familia es disfuncional, probablemente ha tenido que invertir muchas de sus energías en tratar de ubicarse y comprender un entorno adverso.

Estas son algunas de las señales que te pueden ayudar a identificar si eres víctima de esa fatiga emocional.

Cansancio constante

Sientes fatiga aun teniendo suficiente tiempo de descanso. Es como si el cuerpo y la mente no quisieran trabajar. Como si lo único viable fuera tenderte en la cama y levantarte al mes siguiente. Pero, incluso si haces eso, la sensación de cansancio no se disipa. Y es que el agobio emocional pesa tanto o más que el físico.

Una larga lista de dificultades emocionales no resueltas, dan como resultado esa sensación de peso subjetivo que te lleva a la fatiga.

Acciones destructivas

El cinismo moderno es esa actitud que lleva a insistir e, incluso, ufanarse de algo que conscientemente se está haciendo de una manera inadecuada. Algo así como: “Sí, lo estoy haciendo mal, ¿y qué?”.

Así mismo, ese cinismo se expresa con acciones autodestructivas y/o temerarias. Caminar tarde por un sitio peligroso, conducir a altas velocidades u otras situaciones de riesgo.

Todo esto es señal de que hay un hartazgo generalizado frente a la vida. Estás quemado emocionalmente y eso te conduce a bloquear tus sentimientos y anestesiarte. Es como si quisieras o no pudieras evitar gritarle al mundo que no te importa nada. Quizás sí te importa, pero sientes que no tienes fuerza para resistirte o para intentar algo mejor.

Sin vínculo

Este tipo de desapego se experimenta como una imposibilidad para conectarte realmente con las personas o las situaciones en las cuales te encuentras. Es como si existiera una distancia invisible que te impide crear un vínculo genuino con el mundo y con la vida.

En el marco de ese desapego puede emerger un sentimiento de soledad, que tampoco te importa demasiado. Lo asumes como un hecho dado, no como una realidad que po

Sentimiento de ineficacia

Cuando alguien está quemado emocionalmente también se percibe a sí mismo como impotente o incapaz. Hace todo cuanto está en sus manos para convencerse de que ningún esfuerzo será suficiente para lograr algo.

El sentimiento de ineficacia nutre esa fatiga emocional que se experimenta. Es como si para hacer cualquier cosa se requiriera de toneladas de energía, de la cual no se dispone.

Si crees que estás quemado emocionalmente, debes saber que todo puede ser diferente. Es probable que necesites ayuda profesional, no porque seas víctima de algún tipo de deficiencia, sino porque alguien externo puede detectar y ayudarte a abordar asuntos que pueden pasar inadvertidos para ti l