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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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LA NOVELA LOS ESPEJOS DE FABIA DE ROSSE MARIE CABALLERO SE PRESENTA HOY

Transgresión y reflejo

Transgresión y reflejo



La novela Los espejos de Fabia (Editorial Kipus), de la escritora Rosse Marie Caballero, se presenta hoy domingo 9 de noviembre, a las 18.30 horas, en la Feria Internacional del Libro de Cochabamba (coliseo de la UMSS, Av. Guillermo Urquidi entre Ricardo Terrazas y Belzu). Publicamos una reseña del libro.

Transgresión. Esta (y no otra palabra) podría definir por completo la novela (y la obra en general) de R. M. Caballero. Y no me refiero al tipo de transgresión que destruye los límites entre paradigmas conocidos; no, absolutamente no. Me refiero a la transgresión que construye con el lenguaje del dolor el paradigma oculto que muchas veces el ser humano teme recorrer: ese mundo invisible que separa al hombre de la mujer y a la mujer del mundo impuesto por el hombre.

Verdades inéditas, aceptadas pero no analizadas, porque se ha enseñado (desde todo punto de vista) a no cuestionarlas como tales, ni tampoco a destruirlas... pero nadie hace nada por partir de esas verdades para crear nuevas opciones, perspectivas o caminos que puedan alejar a quien sea del vacío. Y es aquí donde Rosse Marie Caballero ingresa, y con una estrategia de ajedrez óptima, extingue las visiones de cualquier lector acostumbrado a los pilares tradicionales de la novela contemporánea.

Y es que Los espejos de Fabia no es solo una novela, es un producto que tiene a la mala leche agarrada por los cabellos y colgada a la altura del lector/a, suficientemente dispuesta a ser analizada como si fuera un cuerpo que descansa sobre una mesa de quirófano, y es acá donde el lector/a llega a comprender ese mundo invisible que separa los géneros, que tan unidos podrían estar bien, pero que con el tiempo se han separado o han sido separados por las nimiedades del mismo vacío.

¿El amar es cuestión de propiedad o de posesión?, ¿el odiar es el resultado del amor muy alimentado o de la ausencia del amor?, ¿la tristeza nace de la distancia o la terrible proximidad?, ¿qué piensa la mujer y por qué, a veces, esas verdades inéditas están a flor de piel de sus enigmáticos pensamientos, sin llegar a concretizarse?

La violencia simbólica de las relaciones entre hombre y mujer; las imposiciones, la libertad, la vida misma, y claro, la muerte, son los temas principales de Los espejos de Fabia; oculto todo desde una serie de capítulos que, como piezas de rompecabezas por un lado, y movimientos de ajedrez por otro, regocijan y cuestionan al lector esos y pensamientos y sentimientos encontrados, ajenos a la misma cotidianidad, y sin embargo, tan propios de esta.

No hace falta decir que dentro de la narrativa actual, pocas escritoras han podido contar una historia tan llena de silencios que están a propósito así dispuestos para que el lector/a los llene con sus propios juicios, como lo ha hecho R. M. Caballero en esta oportunidad, y no es porque a ella le falte poco o mucho para alcanzar la perfección literaria, pues la ha desbordado sin pretensiones, con una precisión envidiable y con un manejo del lenguaje tan seguro y ajeno al barroquismo tradicional, que ella misma (aunque me quiera matar por esta barahúnda de halagos, pues yo no halago a personas que no lo valen, así que se estará conformando con aceptar mi visión) se está consolidando como una de las voces más audaces de la narrativa boliviana.

Ahora bien, si el fondo de Los espejos de Fabia posee una complejidad digna de una escuela sólida de narrativa, la forma tampoco se queda atrás, porque esta novela va más allá de lo lineal típico y se muestra al lector/a, como el lugar donde ha sucedido una explosión: llena de fragmentos y restos irreconocibles por su singularidad, los cuales deben ser unidos nuevamente por el lector/a, pero con el riesgo de reflejarlo/a, y si alguna vez Clive Barker dijo que el mayor peligro del ser humano es su propio reflejo, esta novela muestra, sin tapujos, y con la sutileza de un látigo de seda sobre la espalda de la moral oculta, los reflejos de una sociedad llena de abismos superficiales y límites destruidos.

El desafío, pues, ya está dicho, y quien se atreva a conocer a las distintas Fabias, corra el riesgo, también, de enfrentar su propio reflejo.