Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 16:06

NIDO DEL CUERVO

Desde San Sebastián con amor y ñeque

Desde San Sebastián con amor y ñeque

“Cierro los ojos con la esperanza de encontrar calma y me encuentro con el calor de mi madre. Su aroma, su amor, santo alivio para mi corazón. Abro los ojos. He llegado a mi nuevo hogar. Se llama Población” (Zicuta).

Citando a Exmirna. “En la ciudad de Cochabamba hay un lugar donde solo están mujeres con todo tipo de problemas”. Todos los fuegos son el fuego, todas las mujeres, una. Los mismos deseos que unas priorizan fuera: estar con los hijos, prosperidad, un hogar, paz; otras también los aguardan desde dentro. “Los jueces no nos entienden nuestro decir, escuchan solo las mentiras, no analizan los casos de cada una. Como que quieren dinero” (Exmirna). En un lugar donde la justicia radica en lo que le conviene al favorecido de turno, nosotros podemos medirnos por nuestro trato con los que están indefensos ante el poder; creo que Foucault dijo lo mismo con mejor puntería. Si condenamos a quienes son pisoteados, ¿cómo no pensar, en vez, que hemos fallado a alguien, un Otro que sufre? En la cárcel San Sebastián mujeres de Cochabamba, probablemente en todas, el dolor hermana, cada una guarda a su vecina, una amiga en la incertidumbre, como espartanas ente las lanzas; no hay heroínas que luchen solas, no hay ninguna más digna que otras cuando todas cargan el mismo peso. No he encontrado ninguna lectura que recomiende con más urgencia que Libreras, el proyecto conjunto de la Editorial Ubre Amarga y la Revista Muy Waso, cuya compilación, a cargo de Juan, Michelle y Mijail, de los escritos elaborados durante los talleres de escritura que se llevaron a cabo dentro del penal, abren la puerta de ese mundo que usualmente se quiere esconder del resto con la intención de no rendir cuentas de las injusticias a las que son sometidas muchas mujeres del país. 

Las historias y poemas reunidos en este libro que cualquiera puede sentir “tan cercano como su propia sangre”, como diría G. Reynolds, son un reflejo empañado por lágrimas ya secas. “Me da rabia y mucha impotencia no haber defendido a mi madre del monstruo con el que vivíamos” (M. M.). “Me acuerdo que la gente nos odiaba porque éramos los hijos de una viuda. Algo pasaba y siempre nos echaban la culpa” (Norma A. I. E.). “A mí no me gusta el desorden ni que me griten. Ni la impotencia cuando te culpan por algo que no hiciste” (S. F. C. D.). Son historias de traiciones, maltratos y errores vistos ante una luz más amable, cantados con un tono de experiencia estoica que obliga a asentir con respeto ante madres, abuelas o hermanas cuyas sabidurías encadenadas se muestran tan imponentes, y magníficas, como las montañas del Illimani. No podemos ver sus rostros, pero sus almas se nos revelan en palabras, y son hermosas. Las palabras esperanzadas que gritan ante el amplio horizonte del tiempo, siempre pueden alcanzar oídos gentiles que las escuchen. Un acto revolucionario frente a los que anhelan que los indeseables desaparezcan como luciérnagas cuando llega el invierno; pero la vida se agita en esos corazones, “[…] debo luchar por estar viva, hay una personita que debe saber de mí, morir no es una opción” (Pastelito relleno de veneno). Y así podríamos hablar de todas las otras autoras del libro, cuyas vidas se transmiten a través de cada una de las líneas plenamente disfrutables del texto; miles de sensaciones despiertas que quedan tatuadas en el espíritu de cualquier cochabambino que se acerque a leerlas.

Hay una rebeldía imperante en todas, un deseo de no dejarse abatir por la desgracia y la injusticia que las gobierna. “Por culpa de nuestros errores todo pasa” (Norma A. I. E) ; pero también por los de otros. Sin embargo, cada una dice a su manera: “Tengo la oportunidad/ de recuperar eso/ como sea que vos lo nombres/ aquello que era profundamente mío”; luego “construiré unas alas de cartón” ya que “Prefiero los caminos de tierra, porque en los asfaltados, no puedo dejar huella” (Cherry Bloosom).

Escritor - [email protected]