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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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El retorno maduro y reposado de ‘Master of None’

La comedia creada por Aziz Ansari y Alan Yang volvió el pasado 23 de mayo a Netflix, cerrando un período de cuatro años sin novedades. Con sólo cinco capítulos y el foco en el matrimonio del personaje de Lena Waithe, la serie esta vez prioriza más que nunca los agudos apuntes –acerca de la adultez, el amor, la amistad– por sobre las risas y sale airosa.
Denise (Lena Waithe, quien coescribe el guion) y Alicia (Naomie Ackie) en una escena de la tercera temporada.   NETFLIX
Denise (Lena Waithe, quien coescribe el guion) y Alicia (Naomie Ackie) en una escena de la tercera temporada. NETFLIX
El retorno maduro y reposado de ‘Master of None’

Aziz Ansari y Alan Yang crearon en 2015 una historia con la elasticidad suficiente para adoptar fugazmente la forma de un homenaje a Ladrón de bicicletas (1948) y otros clásicos italianos. También para sostener que, en una oportunidad, el eje se desplace por completo de su personaje principal, en pos de ahondar en su amiga Denise (Lena Waithe) a través de un viaje por las celebraciones del Día de Acción de Gracias de su familia y su presentación como lesbiana ante su clan.

Con esos ocasionales desvíos en algunos capítulos, la ficción siempre siguió moviéndose dentro de los márgenes de lo que concibieron como Master of none, la agridulce comedia sobre Dev (Ansari), un actor de origen indio con tantas caídas en el amor como en la industria en la que busca insertarse. En dos temporadas, estrenadas en 2015 y 2017, circularon los apuntes sobre los estereotipos raciales de la televisión, la volatilidad de las relaciones amorosas y los grandes dilemas del paso de los 20 a los 30. Una fórmula con la que reclamó un lugar entre las mejores producciones cómicas de la era del streaming.

Tras un receso de exactos cuatro años, la serie volvió reformada y desafiando sus propios límites temáticos y de registro. Más acotada en cantidad de episodios (sólo cinco en vez de diez, disponibles desde este domingo 23 en Netflix), la historia se reenfoca hacia el personaje de Denise, hoy una cotizada escritora elogiada por The New York Times y con un segundo libro en camino.

Lejos de las calles de Nueva York en que transcurrió habitualmente la trama, la autora construyó un hogar apartado de la urbe junto a su pareja, Alicia (la británica Naomi Ackie), una doctora en Química reconvertida en decoradora de interiores.

Como sugiere el subtítulo que adoptó esta temporada (Moments of love), los nuevos capítulos operan como un retrato del mundo de esa pareja, inédito en la historia y en la forma en que se le captura. A los diálogos afilados se le acompaña con una capacidad de observación que rara vez fue el sello de Master of none, pero que se las arregla para acomodarse con contundencia. Es la nueva y más reposada etapa de la serie (por primera vez, escrita en dupla por Aziz Ansari y Lena Waithe) y por sus episodios recorre la idea de que la comedia que salió al aire hace seis años cambió, experimentó una vuelta de tuerca más desencantada y jamás volverá a ser la misma. Y que eso quizá no sea una mala noticia.

Aunque el principal detonante de los capítulos son los deseos de Denise y Alicia por tener un hijo –y las reflexiones que a partir de ahí se suscriben–, hay guiños al pasado de la ficción. Sin entrar en spoilers, a Dev la vida lo ha tratado bastante peor que a su amiga y su realidad actual lo lleva a añorar esos años en que el peso de la adultez no era tan agobiante y había más motivos para las risas que para los lamentos.

Pero Aziz Ansari no tiene nostalgia por ese tiempo. El actor y guionista ha sostenido que con Alan Yang ya dijeron todo sobre la vida de soltero de su treintañero personaje, “comiendo y moviéndose de un lado a otro”. Asistimos, entonces, a una nueva era de su serie estrella y a un primer intento que se las ingenia para salir más que airoso.