Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 18:07

NUEVAS MIRADAS: Los resultados del concurso de Yerba Mala Cartonera

Una revisión a las obras ganadoras de algunos de las autoras y autores del concurso nacional de cuento Crispín Portugal.
Diseño de la portada del libro de cuentos del concurso Crispín  Portugal, convocado por la editorial Yerba Mala Cartonera. DISEÑO- PAOLA RÍOS CARDOZO
Diseño de la portada del libro de cuentos del concurso Crispín Portugal, convocado por la editorial Yerba Mala Cartonera. DISEÑO- PAOLA RÍOS CARDOZO
NUEVAS MIRADAS: Los resultados del concurso de Yerba Mala Cartonera

Yerba Mala Cartonera convoca a un concurso de cuentos y cuántas manos se pondrán a teclear historias, a corregir las que ya están escritas, cuántas ilusiones se pondrán en marcha para enviar propuestas. Siempre se envía lo mejor que se tiene. 

Así, podemos decir que los cuentos que están contenidos en esta publicación no solamente son los textos que recibieron mayor puntaje por parte del jurado (Magela Baudoin, Gabriel Mamani Magne, Claudia Peña), sino que también son el resultado de un trabajo que se hace no por obligación, sino porque es necesario hacerlo. Detrás de cada uno de estos cuentos está la necesidad de expresar el mundo tal como lo percibimos y el deseo de cuestionar, de cambiar, de modificar ese mundo percibido. 

En estas historias podemos encontrar el reflejo de los lazos familiares, el discurrir cotidiano entre lo tradicional y lo nuevo, las experiencias que nos hacen abrir los ojos y mirar más y mejor. En estas historias vamos a percibir la inquietud ante lo real y la inquietud por realizar de cada vez mejor manera el oficio de la escritura. Los miembros del jurado no llegamos a conocer la identidad de las autoras y autores, pero sí podemos decir que detrás de cada una de estas historias persiste un pálpito, un impulso, una palabra que se lanza al aire esperando la reverberación que nos vuelva como una respuesta, como un eco, como un gesto.

El primer lugar, obtenido por Gabriela Carrasco, nos presenta dos cuentos ambientados en pequeños poblados y el área que los circunda. La primera historia, “Cómo lloran los cocodrilos” refleja el choque entre diferentes formas de organizar y entender el mundo: la de los adultos y la de los niños; la de los funcionarios públicos y la de las personas que no lo son. En medio de todo, resaltan las frases que ponen punto final a las discusiones, frases racionales dichas desde la autoridad, que sin embargo no paralizan el discurrir de la emoción infantil y sus maneras de expresarse, aunque sea en silencio. La segunda historia narra la ausencia de la madre, la preocupación de los mayores por preservar los modos propios y la forma de una niña de entender todo eso.

El segundo lugar, ocupado por los relatos de Rodrigo Villegas, también giran alrededor de la atmósfera familiar. Una atmósfera enrarecida, en el primer caso, por la desaparición de un niño y años después, la desaparición de otro. Junto a esos niños desaparece también la vida misma, su ciclo y sus avatares: vivir se transforma en un solamente estar quieto. El segundo cuento nos muestra un tiempo corto: el despertarse, salir junto a la madre y hacer algo con ella. Pero en esa mirada casi solo descriptiva se esconde algo más, que nunca llega a decirse.

También están los cuentos de Lucía Rothe, Brandon Gutiérrez y Mauricio Muñoz. En total son diez historias, escritas por cinco autoras y autores diferentes. Desde su compromiso con una mayor circulación de la literatura, Yerba Mala nos presenta estas nuevas escrituras, ojalá podamos ver en ellas un reflejo que nos permita, a nosotros también, ensanchar nuestras miradas.

Poeta, cuentista y ensayista