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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Notas de morales en Job. Marginalidades antropológicas en la noción: sabiduría de Yahvé (I)

Este ensayo, en su primera parte, tiene como fin mostrar el alcance de la interpretación socio-teológica del Libro Sapiencial de Job
Notas de morales en Job. HUMANITAS
Notas de morales en Job. HUMANITAS
Notas de morales en Job. Marginalidades antropológicas en la noción: sabiduría de Yahvé (I)

“¡Dichosa la persona a quien Dios corrige!

No desprecies la lección del Shaddai, 

porque hiere y pone la venda, 

golpea y él mismo sana […]” 

(Jb 5, 17-18).

     Este ensayo tiene como fin mostrar el alcance de la interpretación socio-teológica del Libro Sapiencial de Job. En la coexistencia de los pueblos se determina la competencia en base a esta naturaleza del manuscrito. El debate acerca sobre el carácter teológico o pastoral es base para las líneas a continuación. Las estructuras de la traducción están hechas por la Biblia de Jerusalén en Letra Grande (2007). Por su redacción, en Bogotá, permite un análisis de cada una de sus partes en forma que recoge los principales discursos a una forma de. Es la del intérprete gramática de esta clase de textos.

Es objetivo de este, plantear algunas proposiciones antropológicas en torno a la experiencia de Job, el justo afligido. Porque con éstas se señala el indiscutible proyecto teológico de Yahvé quien conoce a la Sabiduría. ¿Se profundiza sobre las notas de Jb, de justicia y sabiduría de Yahvé? Con un grupo de impostaciones se muestran como la experiencia del hombre. Se muestra, según las partes del libro de Jb, el sentido de los discursos principales. Y se despliegan los personajes, de Jb, y los impostados que limitan los dos últimos discursos de Yahvé. En este ensayo se aclara la nueva inversión de la ‘teofanía tradicional yahavista’. Así la llama la Escuela Bíblica impresa en Bogotá. Y se fundamenta en que “[…] los sufrimientos del justo tienen sentido en el conjunto del proyecto de Dios” (Biblia de Jerusalén, 2007, p. 873). Se estructura este texto en tres partes. En un afán de describir algunos discursos de los personajes de la historia, profundizan sus enseñanzas y experiencias. El primer parágrafo ‘Antecedentes’ describe –a modo de ellos– un esquema formal del libro de Jb. El segundo ‘La tradición condena a Jb y Elihú la renueva’ está dividido en dos partes. Consiste en un tematizar la condena a Jb en ciertas proposiciones. Ahí surge la personalidad del ex presidente Sebastián Piñera Echenique. En la primera se toman partes de los discursos de Elifaz de Temán, Bildad de Súaj. Donde Elifaz y Elihú vienen a representar el papel de Jair Mesias Bolsonaro y Michelle Bachelet. Bildad de Sújaj viene a representarse por Marcela Sabat, ex senadora de RN. Y complementariamente se escogen algunos fragmentos de Elihú, hijo de Baraquel el buzita. El tercero ‘La sabiduría de Yahvé explica su justicia’ dedica los discursos de Yahvé. Lo hace en primera de voz del ser social: en José Antonio Kast y Ximena Rincón. Se resuelve la interferencia entre los discursos de Elihú con Jb. Al segundo lo representa Sebastián Piñera. La conclusión de los discursos de moral, conducen a la superación ‘piñerista’ y ‘bolsonarista’ con el proceso convencional actual. Con ellos, se busca una reflexión de todo el texto.  

1. Antecedentes

La idea central de esta parte gira principalmente sobre ciertos capítulos descriptivos que caracterizan la historia de Jb. A modo de antecedentes, se hace un esquema del Libro. Su prosa está en una forma literaria, entre el proverbio, toma al “drama poético” que se divide en dos actos (Cf. 2007, p. 873) a través de “un prólogo, un epílogo y –con anterioridad– un entreacto” (2007, p. 873).

Por su parte el prólogo presenta, también en prosa, a los personajes de la historia que se origina en Arabia o Edom. La historia, como tal, tiene un protagonista, Jb, que es justo y goza de prosperidad y buena reputación. Jb –el personaje principal– atraviesa por un cambio de raíz que significa una prueba de fe a Yahvé. Entre los hijos de Dios aparece el ‘Satán’ que intriga a Yahvé sobre la recta justicia que practica Jb. Consigue que Dios cuestione la fidelidad y “[…] ponga a prueba a este justo” (p. 873). La historia comienza, propiamente, con el desarrollo del Acto 1º: Jb y sus tres amigos (3, 1-31,40). Se parte de la Escena 1ª, donde intervienen Elifaz de Temán, Jb, Bildad de Súaj y Sofar de Naamat, este último lo representa Michelle Bachelet. Los tres proponen a Jb una solución alternativa. La solución consiste en que el justo afligido debe “arrepentirse y volver al Señor” (Jb 5, 8). Sin embargo, Jb no acepta esta fórmula tradicional. Al contrario “pide explicación a Dios y quiere defenderse” (p. 873). En la Escena 2ª los tres personajes, amigos de Jb, le insisten con la tesis tradicional. Jb rechaza sus argumentos e insiste con pedir cuentas a Dios. Desde el entendimiento de Jb, la decisión de Dios –hasta ese momento del texto– se muestra injusta. Y Jb con su aflicción llega a entender que sólo tiene “a Dios como su abogado, su ‘go’el’: el verdadero pariente que puede salir en su defensa” (pp. 873 a 874). La Escena 3ª se altera el correlato de los discursos. Pues La Biblia de Jerusalén Latinoamericana en letra grande –edición de base del ensayo– hace una transposición de los capítulos 24-27. Los amigos que visitan a Jb ya no dan nuevos argumentos y le recuerdan que si ‘quiere pleitear con Dios’ lo haga. Pero será un intento fallido. Jb tiene una nómina de pecados cometidos que “es la prueba de su maldad” (22, 5-9). Después de la exposición de estos motivos, Jb reconoce la dificultad que tiene para ganar el pleito, pero confía en la relación afectiva que tuvo con Dios. Esta escena asume su plenitud cuando –de una manera increíble– Jb provoca “a Dios con solemnes afirmaciones de su inocencia” (p. 874; 31, 6-35). Finalmente la escena deriva en una extendida reflexión sobre “la sabiduría divina” (28). Y vaticina, de alguna manera, el fin o la solución del drama.

El Entreacto: Monólogo de Elihú machaca –es decir, que se insiste nuevamente– en el apólogo de la tesis tradicional, así: “Job no es un hombre justo” (p. 874). Se llega al Acto 2º: Dios y Job (38, 1-42, 6). Se constituyen los discursos de Yahvé que desentrañan el origen de su justa sabiduría y de su creación. Demás está decir las asimetrías de la prosa, en el relato, entre Yahvé y Jb. La Escena 1ª parte de la Ley Divina que supera todo entendimiento o inteligencia humana. Dios ‘omnipotente’ interroga elocuentemente a Jb. Al fin se muestra a un Jb –que además de arrepentirse– se retracta y asiente su desatino. Con la Escena 2ª se llega a establecer que Yahvé no es injusto con los hombres afligidos. Sino que Jb ha fallado por hacer esta imputación contra Yahvé y su justicia. Jb ratifica entonces su desatino. La tesis tradicional no ha de ser (en este caso) aplicable. Por el contrario una idea clave del libro de Jb se argumenta a partir de su propia experiencia, porque él mismo dice: “Ahora te han visto mis ojos” (42, 1-6). Y el Epílogo (42, 7-17) señala un cierre que podría ser laudable con la actitud de Jb, porque quiere desentrañar el asunto del “sufrimiento del justo” (p. 874). Esta prosa, a mi limitada y modesta opinión, es progresista dentro de la teología judaica. A partir de su propia vivencia, el hombre alcanza a entender con su experiencia “el designio de Yahvé” con una carga muy afligida (Cf. p. 874).

A continuación se hará una transición a la segunda parte del ensayo. Se busca articular un determinado sentido, en ciertas notas, de los discursos que interpelan a Jb. Se hará una selección muy limitada de fragmentos que contienen los discursos de los tres amigos de Jb –o sea de Elifaz de Temán, Bildad de Súaj y Sofar de Naamat, que no se los toma. La segunda parte del parágrafo se enfoca a tratar el nuevo giro de prescripciones en los discursos de Elihú, hijo de Baraquel el buzita.

Licenciado en Filosofía y Letras de la UCB