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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Músicos por músicos: Iggy Pop y Elvis Costello cuentan cómo sobrevivieron a los setenta

Iggy Pop y Elvis Costello también hablan sus ideas sobre el hard-rock y explican cómo mantienen su inspiración iconoclasta.
Desde la izquierda- Iggy Pop y Elvis Costello.   Gentileza Iggy Pop; Lens O’Toole
Desde la izquierda- Iggy Pop y Elvis Costello. Gentileza Iggy Pop; Lens O’Toole
Músicos por músicos: Iggy Pop y Elvis Costello cuentan cómo sobrevivieron a los setenta

Elvis Costello llevaba menos de 24 horas en su primera gira por Estados Unidos cuando conoció a Iggy Pop. Era noviembre de 1977 y el ex líder de los Stooges estaba tocando en el Old Waldorf de San Francisco cuando un Costello de ojos cansados, recién salido de un avión desde Londres, llegó al lugar justo a tiempo para ver a Iggy cantar “The Passenger”.

“Mi recuerdo es que me dio un poco de miedo”, le cuenta Costello a Iggy. “En un momento, agarraste una sillita y te metiste adentro. Era como si agarraras a Marlene Dietrich y la pusieras en un grupo de rock & roll”.

Cuando terminó el recital, llevaron a Costello al camarín para una breve charla. “Me pasaste el brazo por el hombro y me dijiste: ‘Cuidate’”, sigue Costello. “Fuiste muy amable y yo jamás me lo olvidé”.

Fue el comienzo de una amistad a la distancia que culminó este año, cuando Iggy grabó un cover en francés de “No Flag”, de Hey Clockface, el nuevo disco de Costello. Ahora, Iggy está en su casa en Miami y Costello está en Vancouver. Se saludan con cariño cuando empieza el Zoom (Elvis le dice “Jim” a Iggy) y se pasan los siguientes 90 minutos hablando sobre la mejor música de ambos, los mejores y peores momentos de los setenta, y sobre sus vidas durante el Covid-19.

COSTELLO Leí sobre los Stooges en el diario, pero el verdadero comienzo para mí fue cuando había muchos grupos tratando de sonar como vos, cuando yo empecé a hacer música en 1976 y 1977. Algunos de hecho hacían canciones de los Stooges. Vos tenías dos discos que habían capturado la imaginación de la gente [The Idiot, de 1977, y Lust for Life]. Todo el mundo hablaba sobre eso.

POP Vos sacaste algo en Inglaterra a finales de los setenta. Había dos cosas que me llamaron la atención. Una fue la enorme facilidad para las melodías. Yo pensaba: “Dios, este tipo sabe hacer melodías”. Lo otro fue el uso del teclado y el órgano de Steve Nieve [de The Attractions]. Eso me llamó la atención. Un momento, ¿una vez no fuimos a comer curry en Londres?

COSTELLO Eso fue más tarde. Buena memoria.

POP Comimos y hablamos de música. Vos comiste curry y te tomaste una cerveza lager grande.

COSTELLO Cuando éramos adolescentes, mis amigos y yo íbamos a un pub en el que había música en vivo y pedíamos el curry más picante que hubiera. Era como un honor. La primera vez que le sugerí eso a un estadounidense, me dijo: “¿Estás loco?”. Creo que vos ya habías pasado un tiempo en Inglaterra y ya te habías acostumbrado a la compañía de los ingleses.

POP Me encantaban los puestos de diarios en Inglaterra. Los miércoles a la mañana me ponía muy contento, porque te levantabas a leer los diarios de música. Sounds, New Musical Express, Melody Maker. Cada uno tenía su enfoque. Sounds era el barato, era fácil entrar ahí.

COSTELLO Exactamente. Creo que mi primera mención fue ahí. Pasó cuando me pusieron los anteojos y me cambié el nombre. Era como Clark Kent en reversa. Salió en Sounds y no lo podía creer. Un día estaba trabajando en una oficina y al día siguiente estaba en la tapa de Melody Maker porque me habían arrestado.

POP ¡El arresto!

COSTELLO Hicimos un truco publicitario, tratando de que me arrestaran. Vino un policía y dijo: “Movete”. Y agarró al tipo equivocado. No había forma de que yo me pudiera ir. Creo que tenemos esa mentalidad. Si me dicen: “Hacé esto”, yo hago lo otro. Y al final me llevaron.

POP Cuando escuché tu música, sentí que eras lo único que salía de Gran Bretaña que no era una onda “soy un monstruo con un riff de guitarra”. Si no hacías eso, eras Lulu, sin ánimo de ofenderla.

COSTELLO ¡Prefiero a Lulu!

POP Me encanta Lulu. Pero si no hacías una baratija, seguro hacías esa cosa que cada seis meses se volvía más y más estúpida. Vos ya sabés esto, por ser inglés; cuando no tenés plata, usás el mismo saquito de té dos veces. El rock se estaba poniendo igual. Y vos apareciste con algo diferente.

COSTELLO Todavía ahora la gente me dice: “Vos apareciste en la época del punk”.

POP Pero no era punk. Solo era la época.

COSTELLO Los Pistols se pusieron “Pistols” porque era un buen nombre. Probablemente era mejor el nombre que el grupo. Los Clash eran los Clash. Yo tenía la bendición o la maldición de tener un nombre artístico loco. Pero hay una persona detrás de ese nombre y uno trata de que esa persona no se lastime en el proceso. Eso que decís del saquito de té usado dos veces en el rock & roll es muy cierto. El primer disco de Elvis no tiene batería. Jerry Lee Lewis no tiene bajo, porque era lo que tenían, lo que podían pagar. El primer disco de Johnny Cash no tenía batería. El ritmo salía de la guitarra. ¿Era necesaria? No. ¿Alguien puede decir que no sea rock? No.

POP Poco a poco se volvió necesario agregar más cosas. Una batería más grande. Alguien que gritara [con una voz muy aguda y llorona] “¡Whoaaaa, baby!”. Y todo eso.

COSTELLO [Sarcásticamente] ¡No sé de quién estás hablando! ¿A quién te referís?

POP De un grupo que hizo que en Estados Unidos aparecieran bandas como Cinderella.

COSTELLO Es horrible. La primera vez que conocí a Robert Plant fue en un concierto benéfico en 1980. Me acerqué a él directamente. Yo había tomado mucho alcohol y drogas y me le acerqué hasta la cara; él pensó que lo iba a saludar. Yo solo le dije: “Stairway to Heaven”, con la voz más sarcástica. En ese entonces había una rivalidad entre generaciones, cuando en realidad solo nos llevábamos cuatro o cinco años. Para nosotros era música de viejos.

POP En el rock & roll, cinco años es otra generación. Para mí, empezar una carrera solista era desesperanzador. Sabías que no te iban a pasar en la radio y en Estados Unidos el negocio empezaba a estar dominado por musculosos con sobrepeso con gorras de béisbol que después se quedaron con la industria. Eran ellos, o las revistas tipo Rock Goes to College. Para mí, era imposible.

COSTELLO Leí sobre estos clubes de rock en esas revistas. De repente, yo estaba en el Whiskey a Go Go y no me parecía tan espléndido.

POP Llegaste un poco tarde. Agarraste el final. Grabamos Fun House en Los Ángeles en 1970 y tocamos en el Whiskey. Nos quedábamos en el mismo hotel que Andy Warhol y su entorno. Vinieron todos al recital y se sentaron en unas mesas en el fondo. Teníamos tres chicas surfistas con minifaldas o pantalones Oxford bailando estilo surf. Fue bastante especial, porque no tenía nada que ver con nuestra música.

COSTELLO Es genial que hayan hecho ese baile igual. En nuestro público eran solo tipos mirando con desdén. También nos quedamos en el Tropicana. Todavía funcionaba.

POP Era el mejor lugar. Yo nunca aprendí a navegar la industria de la música. Los Stooges empezamos en Elektra. Jac Holzman tenía una disquería, nada más, pero tenía buen gusto y una buena educación. Elektra se hartó de nosotros y nos pasamos a CBS [para Raw Power, de 1973]. Ahí estaba Clive Davis. Se arrepintió de habernos contratado. Y después RCA me contrató como solista, porque cualquier cosa que hiciera David Bowie querían hacerlo ellos, porque no querían que él hablara con otros ejecutivos. Para cuando llegué a Arista, había un tipo maravilloso de Inglaterra llamado Charles Levison. Después Clive Davis tomó el control de la compañía y lo primero que dijo fue: “¿Qué? ¿Contrataste a Iggy Pop? ¡Oh no!”.

COSTELLO Había mucha paranoia alrededor de Raw Power. La primera edición de ese disco sonaba como una copia en casete, sin bajos, y con toda esa extraña compresión. La energía es inextinguible, te explota en la cara. Pero debe haber sido raro que tanta gente en Inglaterra citara ese disco. ¿Fue difícil para vos?

POP Lo bueno era que ahí estábamos, fuera de Detroit, completamente alejados de las peores distracciones. Teníamos un lugar para ensayar, un lugar para componer y finalmente un buen estudio. Podíamos hacer un muy buen disco, pero las cosas empezaron a desmoronarse cuando pensamos: “¿Vamos a poder hacer un recital de esto?”. Después me volví como el coronel Kurtz. Empecé a mezclarlo como yo me imaginaba que tenía que sonar. Al final me lo tuvieron que sacar de las manos. James Williamson y yo fuimos dos días con David Bowie a L.A., e hicimos una mezcla juntos.

COSTELLO ¿Alguna vez tocaste un recital con grupos excéntricos? Como esas raras yuxtaposiciones en las que aparecen Quicksilver Messenger Service, Freddie King y Miles Davis en el Fillmore.

POP Una de las peores fue con J. Geils Band, Slade, e Iggy and the Stooges.

COSTELLO ¡Wow!

POP Lo último que me acuerdo fue tomar metacualona en el hotel de Peter Wolf después del recital. Y luego Ron Asheton [guitarrista de los Stooges] siempre contaba que el manager de Slade me persiguió por los pasillos con un hacha. “¡Lo voy a matar!”.

COSTELLO Suena como una noche común en esa época.

POP Éramos el grupo que los demás querían evitar. En 1970, después de Fun House, los Stooges tocamos en el Fillmore con Alice Cooper. Cuando era el viejo grupo, la Alice Cooper Band. Cantaban sobre arañas, todos tenían trajes de licra del mismo color y movían la cadera como chicas. Alice tenía un juego de luces que controlaba con un botón. En ese show, la primera fila estaba ocupada por gente que se llamaban The Cockettes, que eran artistas drag. Tenían peinados con bananas como Carmen Miranda. Se volvieron parte del show. Una vez, con Iggy and the Stooges tocamos en un lugarcito en Nashville llamado Mothers. El otro grupo eran unos plomos de los Allman Brothers. Nos miraron en la prueba de sonido y empezaron a hacer comentarios en voz alta como: “¿Tendrán conchas debajo de los jeans? Vamos al baño a ver”. Pensamos que nos iban a pegar. Después se quedaron para nuestro recital y se acercaron a disculparse: “No sabíamos. ¡Rockean bien!”.

COSTELLO Cuando íbamos a un pueblo así, buscábamos la disquería y pedíamos los discos de grupos locales. En Akron compraba los singles de Pere Ubu que no podía conseguir en Londres. En Boston compraba algo que solo se conseguía ahí, de artistas que salían por el sello local, como nosotros.

POP En Detroit en los setenta compartimos recitales con artistas muy buenos. Los Stooges telonearon a The Who, Cream, Zeppelin. Vimos a Jimi Hendrix en un lugar de bowling en Ann Arbor. Yo estaba a tres metros de él. El escenario tenía 20 [Viene de pág.51] centímetros de alto. Las cosas eran más accesibles. En general había un loco egomaníaco en cada ciudad que tenía cierta idea para los negocios, pero también tenía que hacer algo cool. La música para mucha gente era una forma de conectar.

COSTELLO Creo que algo que aprendimos el uno del otro fue a no tener miedo, en particular en los últimos tiempos. Podés hacer un disco cantando en francés o el disco que hiciste con Josh Homme [Post Pop Depression, de 2016]. Una noche te vi en la BBC tocando con esos tipos, y cerraste el show con “Lust for Life”. Corriste detrás de las cámaras, hacia el público. Y yo pensé: “Esto tiene tanta alegría y también es el tipo de música que las autoridades dirían: ‘Prohibámoslo de inmediato porque va a causar problemas’”. Es algo que sigue ahí si uno quiere. Creo que eso es el rock & roll. Lo que hablábamos antes es el riesgo de quedarse con el primer plan y que no se te ocurra otra idea. Se vuelve cada vez más difícil sentir la sorpresa que uno sentía cuando hacía esos discos al principio. Yo me fui hasta Helsinki para grabar tres canciones con las que empecé [Hey Clockface]. La primera se llama “No Flag”. Ahí ya hay una pista. Comparte una palabra y una letra de una canción tuya muy famosa [“No Fun”], pero nadie se dio cuenta de dónde la sacaba, porque nadie espera que yo saque algo de vos. Yo pensé: “¿Qué no necesito?”. En la banda tengo un bajista, pero no lo llevé conmigo. A diferencia de vos, yo no sé tocar la batería, así que pensé en cantar la batería. Aunque sean tres acordes, hay que encontrar la forma de que suene como algo nuevo. En la canción había una idea filosófica de estar parado en la cornisa, algo que escucho mucho en tus canciones, como “Some Weird Sin”.

POP Cuando la escuché, pensé en esa canción.

COSTELLO Me acordé de una frase de esa canción tuya: “Atrapado en un alfiler”. Uno llega a un punto de su carrera donde hay una versión de uno que es como una mariposa en una colección. Hay que salir del alfiler. Esa canción me gusta mucho. [Desde que empezó la pandemia] es difícil no poder visitar a mi madre en Inglaterra; ella tiene 93 años y no está muy bien de salud. Tengo un hijo que está en Londres. Me preocupa que él esté bien. Las cosas allá son un poco más tensas. Pero yo solo puedo estar agradecido del momento de relativa calma que tuvimos. Pasé tiempo con Diana [Krall]. En general, nosotros estaríamos en un bus camino a Wichita en este momento del año, sin nuestra gente. Así es nuestra vida. Pude verla hacer su disco, cosa que no había podido.

POP Yo tenía una gira este año. Y de repente, “¡boom!”, chau la primera mitad del verano. “¡Boom!”, chau el resto del verano. Así que de inmediato estaba lleno de energía y sin nada que hacer. “Esto es lo que yo hago. ¡Nada me detiene!”. Y después sí desarrollé un temor saludable por el virus, siendo un muchacho grande con un historial de asma y bronquitis. En un momento decidí retraerme. Pero empecé a tener ataques a la noche en los que pensaba: “¿Quién soy ahora? ¿Quién voy a ser?”.

COSTELLO Lo que sí sé es que cuando vuelva a un escenario se va a sentir muy bien. ¡Imaginate la fiesta que vamos a hacer!