Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Miscelánea titiritera

Este 2022, Títeres Elwaky cumple 20 años de labor ininterrumpida en la tarea de recuperar, promocionar y difundir los títeres en Bolivia. El autor aborda distintos temas de interés de esta expresión artística, en la perspectiva de abrir el diálogo y reflexión colectiva de la que pueda nutrirse el sector.
Puesta en escena de ‘Choloman y el pirata’. CORTESÍA
Puesta en escena de ‘Choloman y el pirata’. CORTESÍA
Miscelánea titiritera

Teatro y títeres

Los títeres son un género de teatro. Cuentan una historia en un contexto a través de personajes que persiguen propósitos encontrados; la diferencia fundamental -con el teatro de actores- es que lo hacen a través de muñecos u objetos. En tal sentido, a uno se denomina como “teatro de actores” y al otro como “teatro de títeres”. 

Los animadores de los títeres u objetos son las titiriteras/os, vale decir, actrices/actores que le prestan su voz a los personajes y les transfieren movimientos y expresiones físicas que permiten caracterizarlos.

Una apreciación mas profunda del teatro de títeres permitirá develar sus particularidades: el títere es una caricatura, tanto en sus características físicas, su movimiento, voz y personalidad; el títere es una metáfora que establece una comparación tácita con la realidad; está mas cerca del dibujo animado y se da la libertad de realizar acciones imposibles para un actor de teatro (aparece/desaparece, muere/revive, etc.).

Títeres y tradición en Bolivia

Si bien se tienen datos de la presencia de compañías titiriteras en nuestro país a partir de 1879 -posterior a la Guerra del Pacífico- y en distintos momentos del siglo XX, también es evidente que unas experiencias no fueron continuación de las anteriores, ni las últimas abonaron el terreno para las generaciones que venían detrás. 

Al margen de los intereses y la voluntad individual de los artistas, quizá sean más profundas las razones para que no se haya logrado establecer una tradición titiritera en nuestro país. Algo habrá tenido que ver la estructura social racializada y su consigna de lo culto para los cultos o; las prácticas culturales ejercidas de espaldas al otro o; la bendición como artístico brindada por la intelligentsia y sus consecuentes posibilidades de apoyo oficial (estatal o privado). 

Titiriteros en otras tierras

Casi como demostración de la determinación que tuvo el medio social y cultural -no así los titiriteros- sobre el destino de los títeres, vale mencionar la experiencia de tres artistas bolivianos fuera de nuestras fronteras. 

Rudy Betancur que en los 60` migra hacia Estados Unidos y desarrolla una carrera exitosa, vinculada al cine y la televisión; Antonio Aramayo, que a principios de los 70` funda el teatro de títeres Kusi Kusi, convirtiéndose en un referente indiscutido del movimiento titiritero peruano y; Gonzalo Cuellar que en los 80’ crea el teatro de títeres Guachipilin, cuya labor será fundacional para el movimiento titiritero nicaragüense y de la región centroamericana.  

Títeres y televisión

Son distintos los formatos de televisión donde pueden incursionar los títeres en diferentes papeles; para el caso, nos interesa como personajes en obras de ficción. Al igual que los actores y actrices de teatro, los titiriteros se enfrentan en el cine a otra lógica, a un sistema de producción no solo diferente sino más complejo; de ser parte fundamental de la creación artística pasa a convertirse en un fragmento diminuto cuya visibilidad estará subordinada a la iluminación, el sonido, la escenografía, los planos, ángulos, la mirada cinematográfica del director y el tino del editor.

Esporádica y limitada ha sido la incursión de los títeres en la televisión boliviana; en casi todas las oportunidades, en el papel de presentadores de segmentos o noticias, pretendiendo otorgarle el papel de personaje humorístico; en ningún caso la tv ha dado el paso hacia la producción de episodios o series protagonizadas por títeres. Excepcionalmente, desde la iniciativa independiente, podemos apreciar los primeros intentos de incursionar en el campo por parte de Títeres Elwaky (en alianza con la Fundación cultural del Banco Central de Bolivia, el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño o Save The Children) con producciones como La viajera imaginaria, Un Cachito de Alfaro o Cuéntame que te cuento.

 Miembro de Títeres Elwaky 

Títeres Elwaky en Tarija

Sergio Fabio Cruz

Cuando confirmamos la presencia de Títeres Elwaky en Tarija, nos entusiasmó la idea de llevar un espectáculo de títeres de gran nivel a la mayor cantidad de públicos en comunidades y ciudades cercanas, sobre todo para los niños que son quienes más disfrutan de algo diferente y novedoso en lugares donde casi nunca pasa nada. 

No imaginábamos que terminaríamos siendo nosotros, (los gestores y coordinadores de la gira) los más emocionados y conmovidos por la obra y sobre todo por la calidad humana de los titiriteros. Han sido tres días intensos de trabajo, y hemos disfrutado cada minuto, aprendiendo de un equipo comprometido, sincronizado, ordenado y entregado con pasión a su labor. 

Elwaky es la historia de una familia que decidió dedicarse al mundo de los títeres, o mejor dicho, es la historia de una familia que decidió formar otra familia, una muy particular, hecha de papel maché, pintura y un corazón gigante y hermoso, y decidió dedicar su vida para “dar vida” a los personajes que con alegría y sencillez van contando historias que alimentan el alma y el espíritu.

Títeres Elwaky ha viajado por el mundo aprendiendo, conociendo y transmitiendo sus historias, aventuras, sueños y luchas en Bolivia. 

Sin desanimarse desde los inicios, allá por los 2000, dejando sus trabajos “formales y serios” Grober y Carmen, decidieron dedicarse por completo a su vocación titiritera, saliendo de los centros mineros, pasando por El Alto, para finalmente establecerse en Cochabamba. Todo el tiempo capacitándose de manera autodidacta en todo lo que pudiera ser útil para construir y fortalecer el elenco; luego sus hijos también eligieron el mismo camino, pero ya con las ventajas de la modernidad, la tecnología y la apertura a espacios de formación “académica”. De este modo Elwaky se ha convertido en un grupo profesional multidisciplinario que complementa sus conocimientos en dramaturgia, manipulación, interpretación, realización de títeres, composición musical, dirección escénica, producción y gestión, de manera sostenida e innovadora.

Cuando empezamos queríamos producir una obra por semana…. cuenta Carmen sonriendo. El ímpetu de la juventud de a poco fue reemplazado por la experiencia del trabajo diario y continuo que, a la fecha, les permite contar con un repertorio activo de 10 obras, con las que recorre los principales escenarios titiriteros del mundo… festivales, temporadas y encuentros, donde Elwaky tiene poco que envidiar.

Óscar Alfaro en títeres

Cuando se cumplen 100 años del nacimiento de Oscar Alfaro, Títeres Elwaky nos regala una obra con su sello particular, a manera de homenaje al poeta de los niños. Apela para ello a la sencillez de su poesía, la frescura de sus versos y la nostalgia de sus coplas. En 45 minutos conocemos Un Cachito de Alfaro, escuchando algunas líneas de su poesía, datos biográficos, la rebeldía hecha palabra, la copla vivida, el sentimiento a flor de piel y la dulzura del amor.

Hemos disfrutado de Óscar Alfaro a través de una obra de títeres que, al ser estrenada en su tierra natal -el lugar de inspiración de tantos cuentos, versos, coplas, refranes y adivinanzas, aforismos- le da un brillo especial.

Hemos recorrido cinco lugares distintos en la ciudad y el campo. ¡La sensación es hermosa! Los títeres no pierden la magia, lo dicen padres, profesores y amigos; hemos disfrutado el espectáculo y hemos visto que para muchos niños fue la primera vez …  esperamos que no sea la última… Todavía sus risas están en nuestra memoria y el compromiso de trabajar juntos con Elwaky en nuestra agenda 2022.

Productor artístico, coordina y dirige la Casa Creart en la ciudad de Tarija