Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 29 de marzo de 2023
  • Actualizado 21:30

Lanzan premios literarios en honor a Jesús Lara y Gustavo Rodríguez

Con estas palabras fueron presentados públicamente los concursos departamentales de novela y de ensayo creados por la Gobernación de Cochabamba
Lanzan premios literarios en honor a Jesús Lara y Gustavo Rodríguez

Vivimos tiempos peligrosos. Bolivia vive días peligrosos. Días en que la violencia amenaza la vigencia del poder de la palabra como herramienta esencial de convivencia democrática. Días en que los discursos de odio pretenden fracturar la unidad en la diversidad que tanto nos ha costado consolidar.

En días tan peligrosos como los que estamos viviendo, la creación de un concurso literario podría parecer una medida sacada de los pelos, una iniciativa fuera de lugar. Tal razonamiento no podría estar más equivocado. Apostar por la literatura boliviana es, en días como los que corren, una apuesta irrenunciable por la palabra, por la imaginación y por las ideas como abonos para la construcción de un destino común.

Hoy, desde el Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba, lanzamos públicamente los premios departamentales de Novela y de Ensayo. 

El de Novela lleva el nombre de Jesús Lara, en homenaje al venerable escritor, político y, ante todo, quechuista de Villa Rivero (Valle Alto cochabambino), quien tuvo el coraje cultural y político de reivindicar el pasado precolombino de Bolivia, avalando las cualidades literarias de la lengua quechua, en días en que esta era vista como una cosa de indios, un indicador de rezago cultural. 

El de Ensayo evoca a una figura más contemporánea, la del insigne historiador, educador y diplomático Gustavo Rodríguez Ostria. Un hombre que, habiendo nacido en La Paz, adoptó a Cochabamba y su historia como su morada vital e intelectual. Desde este lugar del mundo se embarcó en la titánica faena de intervenir en el devenir boliviano a través de la exploración crítica de su pasado. Supo tempranamente que para forjar un futuro más justo con los olvidados de siempre, había que demoler las verdades impuestas en tiempos pretéritos y resignificar los hechos del presente. 

Jesús Lara y Gustavo Rodríguez son, pues, dos personalidades que sintetizan lo mejor de la cochabambinidad. Dos hombres de palabra. De palabras. De ideas. De convicciones. Dos mentes que miraron de frente a su pasado y al de su comunidad para proyectar un porvenir que reconociera la multiplicidad de voces, de relatos y de sueños que cobija este pedazo de tierra. Dos creadores que, aun sin renunciar a su anclaje afectivo con Cochabamba, se atrevieron a narrar y revisitar la bolivianidad con una voluntad universal.

De ahí que, pese a ser lanzados desde Cochabamba, estos dos premios tengan una pretensión nacional, plurinacional. Quieren reconocer el esfuerzo creativo de todos y todas las bolivianas abocadas a la contar y pensar a Bolivia en su inconmensurable diversidad. Dos premios que, no menos importante, quieren recuperar el lugar de Cochabamba como núcleo de reencuentro de lo boliviano: el espacio en el que convergen y se reconocen los rostros, las historias, las lenguas y los proyectos de conviven en este país.

Esta es la apuesta de Cochabamba por la palabra. La reafirmación de su compromiso con la unidad de Bolivia. Una muestra de su fe en que solo escuchándonos y leyéndonos unos a otros sabremos construir un destino compartido. El antídoto contra la violencia que asedia a nuestra diversidad.

El autor es asambleísta departamental de Cochabamba por el MAS