Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Familia sumergida, la vida después de la muerte

Como en pocas ocasiones, un reciente estreno del cine independiente argentino será proyectado en distintas capitales bolivianas. Gracias a las gestiones del Cineclubcito, Familia sumergida, de María Alché, se exhibirá en el mes de mayo en cuatro ciudades.
Familia sumergida, la vida después de la muerte

Después de la muerte de su hermana Rina, el duelo de Marcela debe sortear la cotidianidad de su vida de mujer adulta, de madre y esposa que se enfrenta al irremediable paso del tiempo y a la pérdida, la desaparición de una generación que ya se fue y que no encuentra manera de ser escuchada otra vez, o, quizás sí. Soledad, duelo y supervivencia son los temas a través de los cuales la directora argentina María Alché nos propone explorar lo que sucede después de la muerte de alguien cercano, en la película que se proyecta entre los meses de abril y mayo en los fortines del Cineclubcito en toda Bolivia.
A pesar de su temática aparentemente triste, Familia sumergida (2018), cinta premiada en el Festival de San Sebastián con el Premio Horizontes a Mejor Película Latinoamericana es una historia luminosa que pone en evidencia, a partir del quiebre ocasionado por la muerte, aquellas fallas de la conciencia, esas interrupciones que rompen con el orden aparente de lo que identificamos como realidad y que conviven con la protagonista, interpretada con maestría por Mercedes Morán, entre los ambientes familiares y recuerdos extraños de todo aquello que han dejado quienes ya se fueron. La ropa, las plantas, los libros y varios de los objetos de la hermana fallecida se diseminan entre los que quedan y dan lugar a escenas oníricas que la protagonista experimenta en un diálogo interior.
La cinta acierta al retratar con gran naturalidad las escenas de la vida familiar de Marcela y sus tres hijos, adolescentes y veinteañeros que experimentan las dificultades propias de su edad y de sus relaciones. Con un esposo que debe ausentarse justo en el momento de mayor duelo, y con la aparición de Nacho, un amigo de sus hijos quien, en medio de una decepción laboral, encuentra en Marcela una compañera para superar el trago amargo del momento que le toca enfrentar.
Entre lugares de la vida cotidiana, situaciones surreales y una magnífica música creada por Luciano Azzigotti, la directora nos propone explorar la vida desde los espacios de quiebre que quedan después de la irrupción de la muerte, una oportunidad para resignificar, como lo hace la misma obra con las palabras de aquel poema atribuido al Maestro Eckhart y que se repiten durante varias escenas de la película: “El punto es la montaña a escalar sin acción. El camino te conduce a un maravilloso bosque, a lo ancho y largo, sin límite se extiende. El bosque no tiene ni lugar ni tiempo, de su modo tan solo él sabe” (en la obra original del Maestro Eckhart, la palabra utilizada no es bosque sino desierto).
Fechas de proyección
Tarija:     02 Mayo en Centro Cultural CasaCreart
Santa Cruz: 08 Mayo en Galería de Arte Kiosko  
Cochabamba: 08 Mayo en Librería La Libre
Sucre: 14 de Mayo en Café Cultural Takubamba
Crítica de cine - Cineclubcito