Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 30 de noviembre de 2023
  • Actualizado 10:29

‘Extraña forma de vida’: Una pizca de ganas de más

Una lectura del cortometraje del español Pedro Almodóvar, protagonizado por Pedro Pascal y Ethan Hawke, que puede verse en la plataforma Bubi
‘Extraña forma de vida’: Una pizca de ganas de más

El más reciente y audaz cortometraje de Pedro Almodóvar, Extraña forma de vida (2023), es un brillante ejercicio cinematográfico que desafía las convenciones del género del western clásico mientras desentraña una historia de amor gay en un contexto histórico y geográfico tradicionalmente ajeno a tal representación.

Almodóvar, experto en historias de complejas relaciones románticas, toma el riesgo de sumergirse en el árido paisaje del lejano Oeste para contar una historia de reencuentro entre dos hombres, Jake (Ethan Hawke) y Silva (Pedro Pascal). En un cortometraje de apenas 31 minutos, el director español demuestra su habilidad única para contar historias complejas y emocionantes con una economía de tiempo impresionante.

La trama presenta a dos personajes que, en su juventud, fueron pistoleros a sueldo. La llegada de Silva al pueblo de Bitter Creek despierta no solo la nostalgia de su relación pasada con Jake, sino también una trama intrincada en torno a un asesinato y las complejidades de la ley y la lealtad. Almodóvar fusiona hábilmente elementos clásicos del western, desde duelos a tiros hasta hombres a caballo, con la frescura de una historia de amor que desafía las expectativas del género.

La elección de actores es uno de los puntos destacados de la película. La química entre Hawke y Pascal es palpable, y sus interpretaciones capturan la complejidad de personajes que desafían los arquetipos de masculinidad de la época. Almodóvar ha expresado su satisfacción con la elección de ambos actores, describiéndolos como “soberbios”, y ciertamente, su presencia en pantalla aporta autenticidad a una historia que podría haber caído en clichés, pero que en cambio se siente fresca y genuina.

El director español también demuestra su maestría en la dirección visual, utilizando los paisajes desérticos de Almería para crear una atmósfera que evoca los clásicos del western de Hollywood. Pero lo más impresionante es cómo Almodóvar infunde su estilo distintivo, con detalles visuales extravagantes y simbólicos, como un vestuario impactante. 

La película, aunque breve, no escatima en explorar el pasado y presente de los protagonistas. A pesar de las limitaciones del formato corto, Almodóvar logra contar una historia rica en matices, dejando a la audiencia con el deseo insaciable de conocer más sobre la vida pasada de esta improbable pareja y experimentar sus momentos más íntimos. Las brechas abiertas en la estructura clásica del western permiten a Almodóvar exponer el subtexto que ha estado presente en el género a lo largo de su historia, marcando un hito al presentar abiertamente una historia de amor entre dos vaqueros en un formato que parece restringido.

En este cortometraje, Almodóvar teje una joya cinematográfica que deslumbra con su originalidad y nos regala una reinvención del western que va más allá de las expectativas convencionales. Es una obra que, aunque breve, deja una impresión duradera y nos deja anhelando más. Es un recordatorio del ingenio cinematográfico de un director que continúa desafiando las barreras del cine tradicional. Con Extraña Forma de Vida, Almodóvar no solo se supera a sí mismo, sino que nos lleva a un viaje inolvidable a través de su lente única y visionaria.

Estudiante de Comunicación de la UPB Cochabamba