Opinión Bolivia

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LITERATURA

El Estado Plurinacional avizorado desde los años ochenta

Una mirada a la obra Por una Bolivia diferente. Aportes para un proyecto histórico popular, que planteaba, décadas antes a la concepción del Movimiento Al Socialismo, la superación de un Estado colonialista y anti-campesino.

Fragmento portada del libro.
Fragmento portada del libro.
El Estado Plurinacional avizorado desde los años ochenta

A partir del 22 de enero de 2010 se oficializó la celebración del día del Estado Plurinacional. Este año Bolivia cumplió una década como Estado Plurinacional con la ausencia del poder del expresidente Evo Morales, el gran promotor del feriado nacional. En todo este tiempo, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) se atribuyó la concepción del Estado Plurinacional en Bolivia. Pero esta visión de país no es tan original ni novedosa como lo publicitó el gobierno del MAS. 

A fines de la década de los ochenta, el Centro de Investigaciones y Promoción del Campesinado (CIPCA) inicio una serie de talleres y debates en donde fueron participes varias instituciones académicas, dirigentes mineros, campesinos, comunicadores, economistas, politólogos, antropólogos, diputados, juristas y sociólogos. El resultado de las propuestas y discusiones fueron publicadas en el libro Por una Bolivia diferente. Aportes para un proyecto histórico popular (La Paz: CIPCA, 1991). En la introducción del texto indica que “este libro es una provocación. Quiere llamar la atención e iniciar un amplio debate sobre un abanico de temas a veces considerados tabú, pero inevitables si se desea superar el actual tipo de Estado, que sigue siendo colonialista y anti-campesino”.       

La primera parte del documento hace referencia al tipo de Sociedad y Estado: “La propuesta resultará de la articulación dialéctica y coherente de todas las dimensiones, sin que baste considerar sólo alguna de ellas de manera aislada del conjunto (…). Expresándolo de forma sintética, apuntamos a una Sociedad democrática y socialista que sea: igualitaria, sin explotación de clase; con grupos populares autogestionarios no-estatales; plurinacional”. Al respecto, se puede advertir una mescolanza discordante entre liberalismo y socialismo, por ejemplo, sobre el punto referido al tipo de sociedad plantean: “Proponemos una Sociedad y Estado plenamente democrática y a la vez socialista (…). Esta sociedad es socialista en la medida en que ya no exista la explotación de una clase sobre otra (…). Rechazamos, en cambio, como objetivo final, una Sociedad y Estado capitalista, ni siquiera con posibles reformas, porque cualquier tipo de capitalismo supone explotación”.       

Según el documento, “el contenido de clase determina las características de esta Sociedad y Estado: da prioridad a obreros, campesinos y demás sectores sociales hoy empobrecidos y representa los intereses de estos. De esta forma la nueva sociedad sin explotación de clases sociales se construirá a partir de la dinamización y hegemonía de las actuales clases populares”. El derecho igualitario que pregonan es entendido como aquel camino para acceder a diversos recursos y servicios como ser: trabajo, alimentación, salud, transporte, comunicación, ejercicio de la opinión, derecho a informar y ser informado, educación en todos sus niveles, expresión artística y cultural, libertad de religión y culto, descanso y recreación. El texto aclara que esta “igualdad” no significa una plena uniformización de todos. Tampoco representa la eliminación de diferencias emergentes en toda sociedad: “Pero es fundamental que exista un derecho real igual de todos en el acceso a los diversos recursos y servicios, evitando la creciente diferenciación social y económica”.

En otro punto del texto, exponen el tipo de Estado, que “será el instrumento regulador que garantice la construcción, crecimiento y estabilidad de una sociedad democrática y socialista”. La propuesta –respecto a la forma de gobierno– “ni es centralista ni federalista. Es un gobierno unitario, pero con mayores márgenes de descentralización”. Con respecto a los poderes del Estado plantearon los tres poderes clásicos: Legislativo, Judicial y Ejecutivo.

El Poder Legislativo constituiría “lo diverso y heterogéneo dentro del país. Para ello se conformará un Congreso del Estado Plurinacional, donde estarán representados tanto las naciones subestatales como las regiones”. El Poder Ejecutivo central “prioriza el carácter unitario del país y a la vez la opción clasista-popular del nuevo Estado”. Por “clasista” entendieron a las organizaciones de la COB, CSUTCB y sindicatos. El tercer poder fue concebido como un instrumento de restablecimiento de derechos, la cual tiene tres especificaciones: 1) Las normas generales del Estado servirán de referencia fundamental para la búsqueda de la justicia en cada caso; 2) Las normas específicas particulares, incluyendo y reconociendo en ellas el derecho consuetudinario. Serán aplicadas en las comunidades y naciones subestatales donde correspondan y para sus miembros, en la medida que no atenten contra los principios generales del Estado y tampoco violen o impiden ejercer los derechos reconocidos por la Norma Fundamental; 3) Proponen la creación de Tribunales especiales en cada una de las instancias (desde la local hasta la Corte Suprema). Estos incorporaran “sistemas propios” de organización en aquellas comunidades que los posean. Las que no tengan, seguirán una estructura de naturaleza colegiada con participación comunitaria que impida la arbitrariedad en la aplicación de normas.

Otro de los temas discutidos en esa época, fue la idea de crear un Estado Plurinacional en Bolivia. Esto fue entendido como aquel Estado que “respete y fomente la identidad incluso política de los diversos grupos culturales que lo componen, sin que por ello pierda tampoco su identidad y fuerza como aglutinador de todas ellas”. La idea parte en construir un Estado único a partir de la diversidad de naciones, culturas y regiones que lo componen. Esta pluralidad no es percibida como un obstáculo que deba ser eliminada, sino más bien como una base fundamental del nuevo Estado. Además, “con la propuesta se pierde el carácter de exclusividad con que se suele tratar el concepto de identidad y lealtad nacional. Se puede ser a la vez miembro de la nación boliviana y, a otro nivel subestatal, miembro de la nación aymara, quechua, chiriguana, moxeña, etc. De esta forma la identidad nacional de Bolivia pasa precisamente por la plena aceptación de que es una sociedad constituida por muchas naciones y estructurada por un Estado que se organiza a partir de esta realidad plurinacional”.

Para reordenar políticamente el país, plantearon de manera indispensable “una nueva Constitución del Estado Plurinacional, destinada a regular las relaciones entre las diversas naciones y regiones que conforman dicho Estado”. La Constitución Política del Estado Plurinacional daría pasó a la aprobación de una Ley de Comunidades y una Ley de Nacionalidades, la cual reconocerían los siguientes puntos: personería jurídica; propiedad comunal; formas internas de organización; rescatar y fomentar valores y riquezas culturales de las comunidades (idioma, costumbres, folklore, historia); no exigir un estatuto o régimen interno que uniformice todas las comunidades del país sin tener en cuenta sus particularidades y diversidad cultural, entre otras.

Además, la propuesta de un Estado Plurinacional sugiere una revisión del concepto mismo de Nación: “Ya no se trata de una identidad y lealtad grupal superior a cualquier otra, para todos y solos los miembros de un determinado Estado (Estado Nación)”. Este enfoque advierte que se pierde el carácter de exclusividad, esto entendido que se puede ser a la vez miembro de la Nación boliviana y del nivel subestatal conformada por la nación aymara, quechua, chiriguana, moxeña, etc., este aspecto inclusivo gozaría de plena aceptación de toda la sociedad en su conjunto por constituir muchas naciones. 

Con respecto a la política cultural del “nuevo Estado democrático, socialista y plurinacional” que debe fomentar la dinamización de cada nación son su lengua, su historia y su organización. La lengua es prioritaria porque es de uso permanente y constante al fortalecer elementos de una determinada cultura: “Se reconocerá rango oficial a cada lengua nacional, es decir, a la lengua propia de cada una de las naciones que compone el Estado (…). Se acepta y regula su uso en los asuntos oficiales –educación, medios de comunicación, asambleas, juicios– (…). Se da prioridad a quienes la dominan para que ocupen los cargos oficiales que exijan su uso”.       

El Estado Plurinacional plantea la reconstrucción de la historia de cada una de las naciones, esto para crear una ideología alternativa que consolide la identidad de cada grupo como también la construcción de una Sociedad y Estado: “En la historia quedan más patentes las estructuras de opresión y discriminación y se percibe como posible que la sociedad se organice de otra forma (…). Con el conjunto de estas historias particulares se tendrá que re-escribir toda la historia boliviana y latinoamericana desde una perspectiva popular (…). Como consecuencia se enfatizarán y reconocerán otros tipos de héroes, fechas claves y demás símbolos que ayuden a consolidar la identidad de la Nación-Estado”.

El tercer punto, destaca la organización por ser el instrumento clave para consolidar una conciencia de cada nación subestatal. Entre las formas propias de organización adquiere gran importancia las asambleas para la toma de decisiones por consenso y toda red interna de reciprocidad y solidaridad. 

Otros aspectos culturales que resalta el texto son los “símbolos identificatorios” figurados en banderas, himnos, mapas, rasgos de la indumentaria, héroes, monumentos, alfabeto, el pututu, la honda, etc. La propuesta al referirse a la religión reconoce “la libertad de cultos, propia de toda sociedad pluralista, pasa ante todo por el respeto a las religión, cosmovisión y ritos propios de cada nación”. Más abajo, el documento reconoce el Derecho consuetudinario, que es entendida como las normas no escritas que rigen las relaciones sociales dentro de una comunidad y nación: “Aunque al no estar escritas pueden ser objeto de mayor manipulación, su reconocimiento explícito en la legislación del nuevo Estado es fundamental para poder llegar a establecer los márgenes de autonomía relativa de cada unidad del Estado Plurinacional”. 

Asimismo, cabe puntualizar que la idea de un Estado Plurinacional fue un postulado emitido en el II Congreso de la CSUTCB (junio de 1983), en donde manifestaron la conformación de un “Estado Plurinacional y Pluricultural que agrupe a las naciones aymara, quechua, guaraní (…), respetando sus diferencias”. El documento concluye que Bolivia debe constituirse en un Estado Plurinacional por ser incluyente en su seno a las muchas naciones (subestatales) en la estructura misma del Estado. 

Los diez feriados que conmemoran el nacimiento del Estado Plurinacional fue un escenario cargado de simbolismo, discursos y homenajes. Este hecho debe ser motivo de reflexión por el infortunio que tiene Bolivia de relegar fácilmente su propio legado político y cultural. En todo caso, las distintas propuestas recogidas en el libro Por una Bolivia diferente invitan a una reflexión sobre las ideas anticipatorias del Estado Plurinacional, la cual no fue un debate de nuestro tiempo sino de décadas atrás.