Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

Esta mierd* no la supero

Una reseña a la serie Esta mierda me supera (I am not okay with this), disponible en la plataforma de Netflix y en el mercado pirata.
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Esta mierd* no la supero

Esta mierda me supera es una serie original de la plataforma de Netflix, basada en el comic de Charles Forsman, del mismo creador de The End of the F***ing World; sin embargo esta nueva entrega la dirige Jonathan Entwistle. Es una producción recién salida del horno y el pan aun está caliente para comérselo en un rato, ya que cuenta con una temporada estrenada el 26 de febrero y contiene siete capítulos de 20 minutos cada episodio. La historia se centra en Sydney, una chica adolescente que va al instituto mientras lidia con las complejidades de su edad, su familia, su sexualidad incipiente y los misteriosos súper poderes que comienzan a despertar en lo más profundo de su ser… 

Sydney tiene una actitud y carácter magnético que transmite en casi todo el tiempo, una emoción precisa, es decir, desde sus inseguridades hasta sus brotes de rabia y tristeza, además que tiene muchos problemas para socializar. Tiene sus complejos y sus traumas debido al suicidio de su padre, que se convierte en un doloroso tema tabú en el seno familiar.

Desde mi punto de vista, esta serie es algo que ya hemos visto en algunas películas, y para mí es una fiel copia de Carrie, de Stephen King. Es tan similar en los aspectos de la protagonista y con la misma historia. No veo nada nuevo ni novedoso, entonces por eso el nombre que le pongo a esta reseña. Esta mierda no lo supero, porque no me entra por ningún lado la trama con la que cuenta esta historia. De esta serie no hay que esperar una historia profunda, ni cerrada, pero tampoco sobrenatural y mucho menos de superhéroes, porque no intenta salvar la vida de nadie, a menos que posteriormente sea como Eleven, de Stranger Things, que representa la estructura clásica de aprender a utilizar sus habilidades para luchar por el bien. Solo queda esperar qué sucede en las siguientes temporadas… sin embargo hasta el momento se posesiona nomás como una serie que su historia es un cliché que no explica nada, es más una serie de adolescentes y sus típicos rollos de la escuela. Se muestra como una serie costumbrista y un viaje por la madurez y psique de la protagonista. 

Lo que sí rescataría de esta serie es que está narrada por su omnipresente voz en off, y sabe perfectamente cómo hacer que ese recurso aporte algo, que no sea redundante con lo que estamos viendo en pantalla. De igual manera otro recurso que me encantó es la música como elemento dinamizador de las escenas, el humor negro y explícito de Sydney similar al de Alyssa, la voz de la protagonista como narradora.  El tono de The End of the F ***ing World está presente a lo largo de todos sus capítulos, pero hay diferencias. Aquí no encontramos un homenaje al género road movie, inteligentemente planteado para mostrarnos a James y Alyssa como los Bonnie y Clyde o las Thelma y Louise de una nueva generación. La serie se deja querer, no aburre, te mantiene conectado a ella, mezclando más sentimientos y problemas que darle la más mínima importancia a sus poderes. Es una buena mezcla que funciona bien en esta primera temporada. Habrá que espererar a ver la segunda, qué es lo que sucede y si realmente esto mejorará más… por el momento véanla y déjense sorprender.

Egresado de Comunicación Social – [email protected]