El cine lleva a Bolivia (de vuelta) al mar

El cine boliviano continúa seduciendo a los festivales internacionales. Tres filmes nacionales se alistan para atracar en ciudades marítimas de países vecinos. Los largometrajes de ficción Los de abajo, de Alejandro Quiroga, y El visitante, de Martín Boulocq, competirán en las principales secciones del Festival Internacional de Cine de mar del Plata (Argentina); en tanto que el documental El disco de piedra, de Geraldine Ovando, lo hará en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar (Chile).
Los de abajo es el primer largo de ficción de Quiroga. Ha sido seleccionado para la principal sección de Mar del Plata, la Competencia Internacional, que en su 37 edición se desarrollará del 2 al 13 de noviembre.
La página oficial del festival dice del filme: “Como una premonición o una amenaza, las aves de rapiña sobrevuelan Rosillas. Abajo, entre los hombres, el resentimiento crece: la sequía no da tregua, y la corrupción y la avaricia de los de arriba han dejado sin agua las tierras de Gregorio. Allí ya nada crece y hasta su única vaca se ha ido. Ante sus reclamos, en la comunidad reina un silencio que no se sabe si obedece a la inercia o a la resignación. Ni su hijo ni un posible nuevo amor parecen darle la esperanza de un futuro. A cada paso Gregorio se va sumiendo en la obsesión y la violencia que anida en el pueblo se vuelve cada vez más palpable. Enraizada en un espacio omnipresente que es testigo, espejo y razón de los profundos conflictos sociales que atraviesan los protagonistas, y con un tono seco y un tratamiento visual que la tiñen de western, Los de abajo construye una metáfora geográfica precisa para darle cuerpo a la desigualdad”.
Nacido en Bolivia, Alejandro Quiroga es guionista, director de fotografía y realizador. Estudió Comunicación Social en la UCB y sus trabajos anteriores, Malditos gatos (2013) y Ginger’s Paradise (2020), fueron presentados en numerosos festivales internacionales.
El visitante es el cuarto largometraje del cineasta cochabambino Martín Boulocq (1980), director de Lo más bonito y mis mejores años (2005), Los viejos (2011) y Eugenia (2017). Rodado en Cochabamba durante la crisis poselectoral de 2019, su nuevo filme fue estrenado internacionalmente en el Festival de Cine de Tribeca (EEUU), donde fue premiado, al igual que en otros certámenes internacionales de Perú y de Turquía. En Mar del Plata se exhibirá en la sección Competencia Latinoamericana.
En cuanto al filme, la página del festival marplatense reseña: “¿Es posible reconstruir los vínculos familiares y sociales después de pasar años en la cárcel? Martín Boulocq explora este conflicto a través de la figura de Humberto, un hombre religioso y apasionado por la ópera que sale de prisión con un objetivo definido: afianzar el lazo con su hija adolescente, quien vive en un barrio privado junto a sus abuelos maternos, dos pastores evangelistas famosos y adinerados. Tanto las ceremonias religiosas como otras escenas en interiores contribuyen, con su barroquismo, a la densidad de la película: los planos están cargados de detalles, predominan las luces bajas, refulgen múltiples tonalidades de azul. Un hecho del pasado marca a Humberto y a la película: la muerte de la madre de la hija, que sufría depresión. Los detalles de esta muerte quedan rigurosamente fuera de campo; la responsabilidad de Humberto y de sus suegros es un misterio que late como núcleo del film”.
El disco de piedra es el primer largo de la realizadora boliviana Geraldine Ovando De La Quintana. Participará en la sección Competencia Latinoamericana de Largometraje Documental del 34 festival Internacional de Cine de Viña del Mar (Ficviña), que se celebrará del 14 al 19 de noviembre.
En palabras de la realizadora, recogidas por la página oficial del Ficviña: “El encuentro con el disco de piedra me lleva a rebuscar los misterios de mi pasado. San Lucas es el pueblo natal de mi abuela, al que nunca ha vuelto en más de ochenta años. Este lugar es también la cuna de una escritura ancestral hecha en discos de piedra. Vuelvo con ella a San Lucas, para hallar una memoria perdida. Los discos de barro se parecen a esta memoria, dura cuando permanece inmóvil, pero frágil cuando se la toca. Como los secretos que esconde mi familia y que mi abuela lleva en su piel oscura. Los discos de piedra cada año se rompen, para seguir enseñándose el año próximo. La historia de mi familia también se rompió, para que otras generaciones podamos reconstruirla a pedazos. Rompemos para recordar”.
La cineasta, escritora, gestora cultural, activista Geraldine Ovando estudió comunicación en México y cine en La Paz, donde dirigió varios cortometrajes que compitieron en festivales de Latinoamérica. Codirigió el proyecto multimedia “Los Hijos del Fin del Mundo”. Es reciente egresada de la Maestría en realización Audiovisual Interzona en la Escuela de San Antonio de los Baños, Cuba. Actualmente gerencia la Productora Audiovisual Nicobis con más de 40 años de trabajo.