Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

Amelia Bence, el cine y Alfonsina

Un repaso a la carrera de la actriz Amelia Bence, una de las divas de la edad de oro del cine argentino, que interpretó el papel protagónico en el filme ‘Alfonsina Storni y el mar’, de 1957, dirigida por Kurt Land.
Un afiche promocional de la película ‘Alfonsina Storni y el mar’ (1957). ARCHIVO
Un afiche promocional de la película ‘Alfonsina Storni y el mar’ (1957). ARCHIVO
Amelia Bence, el cine y Alfonsina

Amelia Bence es una de las más destacadas actrices del cine argentino. Bence participó en más de 40 películas, en la que muchas fueron verdaderos hitos de la gran pantalla, además, muy aclamadas por la crítica, como La vuelta al nido (1938), La guerra guacha (1942), A sangre fría (1946), entre otros. Durante su carrera fue descrita como “La cara del cine argentino”.

En 1943, Amelia Bence protagonizó la película Los ojos más lindos del mundo y éste título sería por siempre la perfecta descripción: con una mirada deslumbrante para varias generaciones de espectadores, y muchos afirman que ese ciclo dio su fin con el fallecimiento de la actriz Argentina, el año 2016, a los 101 años de edad. 

Amelia Bence, seudónimo de María Batvinik, inició su carrera a los cinco años, cuando estudiaba en el Teatro Infantil Labardén, y tuvo el privilegio de hacer una obra de Alfonsina Storni, que además, ella daba clases allí y había escrito una pieza que se llamó Juanita. Amelia Bence era la menor de todo el elenco y tenía que interpretar a un varoncito, el  hijo menor de la familia. En una escena tenía que mojar una estampilla con la lengua y pegarla en un sobre, y se suponía que se lo tragaba y tendría que empezar a llorar; sin embargo, por alguna razón, Amelia se asustó ante la posibilidad de tragarse realmente la estampilla, y, empezó a llorar de verdad. Entonces Alfonsina la llamó entre bambalinas y le dijo: - No seas tonta, no te vas a enfermar ni te va a pasar nada. Seguí adelante, que vas a ser actriz. Esas fueron las palabras de Alfonsina Storni, inolvidables para Amelia Bence. Desde entonces, Amelia, ha admirado siempre y ha amado los versos poéticos de Alfonsina.  Amelia Bence decía: “La obra de Alfonsina Storni es de una mujer de gran fortaleza, libre y apasionada, una mujer que vivía por y para el amor. Que vivía enamorada”. 

Coco Fernández Unsain y Kurt Land tuvieron la idea de filmar la vida de Alfonsina Storni. Kurt Land le convocó para el papel a Amelia Bence, y ella, sin dudarlo aceptó encantada de interpretar a la mujer que tanto admiraba. Coco Fernández Unsain y Kurt Land sugirieron pedir la autorización del hijo de la poeta, porque había algunas escenas polémicas de la fuerte personalidad de Alfonsina, además de que era una madre soltera, embarazada de un hijo cuyo padre se desconocía, y en aquellos años, era un vil escándalo. El hijo aceptó con la única condición de que quería que Amelia Bence haga el papel. Esto porque su madre (Alfonsina) le dijo: “Hay una chiquita en el Teatro Infantil Labardén que tiene muchas condiciones y que algún día va a ser actriz”. De modo que Fernández y Kurt Land aceptaron la petición del hijo de Alfonsina. 

Durante el proceso de personificación de Amelia Bence, el maquillista quiso ensancharle la nariz, bajarle los ojos, sacarle el mentón y redondearle la cara para que se pareciera a Alfonsina Storni. Amelia se veía monstruosa y les dijo – No me voy a disfrazar de Alfonsina, voy a ser Alfonsina, expresando a través de mis ojos toda su ternura y melancolía. 

El filme se abre con un plano general y un paneo de olas rompiendo ominosamente en la orilla de mar, acompañadas de la poesía de Alfonsina. Otra de las escenas espléndidas es cuando Alfonsina mira dentro de una pecera y dice: “Me pregunto cómo sería vivir bajo el mar”.  En particular una de las escenas que me encanta es cuando Alfonsina rodeada de niños en el Teatro Labardén observa a una niñita de 5 o 6 años de cuyo nombre es Amelia Bence. 

Alfonsina sufría de una enfermedad, en aquel entonces incurable; la escena final, magnífica y magistralmente culmina, donde ella, escribe su último poema “Voy a dormir” (ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono, le dices que no insista, que he salido…) Alfonsina anhelaba el mar, camina hacia ella con los pies descalzos, y poco a poco se interna en el mar y termina siendo parte de él. 

Cuando el hijo de Alfonsina vio la película, lloró porque vio a su madre reflejada en Amelia Bence. De la misma manera a los críticos les encantó la interpretación de Bence y le dieron el premio a mejor actriz del año. 

La película: Alfonsina y el mar, basado en la vida de la poetisa, transcurre sobre algunos momentos más sobresalientes en la vida de Alfonsina; la duración es de una hora de metraje, y el filme se lo admira muy complacientemente, saboreando cada momento de la trama de la historia. La cinta se encuentra disponible en YouTube. 

Comunicador Social - [email protected]