Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Los afiches de la Reforma Agraria en el Perú

Una mirada al artículo “Del pop al populismo: los afiches de la Reforma Agraria de Jesús Ruíz Durand”, parte de la obra Mitologías velasquistas. Industrias culturales y la revolución peruana (1968-1975), presentada en la pasada Feria Internacional del Libro de Lima
Una imagen de la portada de la obra Mitologías velasquistas. Industrias culturales y la revolución peruana (1968-1975). MÓNICA DELGADO
Una imagen de la portada de la obra Mitologías velasquistas. Industrias culturales y la revolución peruana (1968-1975). MÓNICA DELGADO
Los afiches de la Reforma Agraria en el Perú

Es probable sentir como si todo se hubiera detenido, o en otros casos, que la vida hubiera dejado de tener esos lugares comunes de lo cotidiano durante el 2020. Esa es una primera impresión que se tiene cuando nos acercamos cada vez más al final de este año. Incluso la ambigüedad de este “final” es particular.

Sin embargo, se han reinventado las formas, se han adaptado las maneras de ser y hacer; y esto ha dejado muy en claro que pueden haberse “perdido” algunos modos, pero la esencia de la creación humana, como acción continua y respuesta a un entorno adverso es una demostración magnífica del amor por la vida que cada uno de nosotros tenemos. Defender la alegría, incluso en esta adversidad, parece haber sido la secreta consigna de estos tiempos.

Eventos “clásicos” han ocupado plataformas que les habían sido ajenas. Han conquistado mayores audiencias. Logrando de este modo ocupar nuevos lugares, a través de la “virtualidad” en otros imaginarios. De este modo uno podría haber estado presenciando algo que sucedía en cualquier lugar del mundo desde su propia casa. 

Entre estas citas de los calendarios culturales que tienen cierta importancia dentro de los contextos más cercanos, la realización de la Feria Internacional del Libro de Lima, entre agosto y septiembre, dejó –entre otras cosas- la presentación del libro Mitologías velasquistas. Industrias culturales y la revolución peruana (1968-1975) editado por Miguel Sánchez y publicado por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Este volumen reúne 13 artículos que se aproximan a un gobierno paradigmático en la historia del siglo XX peruano desde los aspectos culturales surgidos en estos tiempos, que son: cuestionados, idealizados e incluso mitificados por la sociedad. Estos son analizados y puestos en valor desde diferentes enfoques y por distintos autores.

“Del pop al populismo: los afiches de la Reforma Agraria de Jesús Ruíz Durand”, artículo firmado por Talía Dajes, brilla con luz propia en este libro. El acercamiento de la autora a la creación gráfica hecha en/para este momento de la historia y su trascendencia más allá de un simple elemento de la propaganda de la época permite abrir puertas hacia nuevas lecturas de las imágenes, y con ellas a la creación de sujetos políticos y sociales como Dajes lo señala.

Desde la apropiación que Ruíz Durand hace de un estilo propio del cómic norteamericano a favor de un discurso “revolucionario” se marca una distancia “gráfica” de las propias búsquedas nacionalistas del gobierno de Juan Velasco Alvarado, con lo que puede ser toda la estética cubana de la revolución que ha encontrado (justamente) en los carteles uno de sus terrenos más fértiles para la exploración creativa de sus autores acompañando procesos políticos, económicos y sociales de la isla en esos tiempos.

Ruíz Durand más bien dialoga con las formas más “pop” y le agrega leyendas “revolucionarias”, devuelve la imagen adaptada, esto es en sí mismo un acto “revolucionario”. Donde su trabajo gana profundidad es en hacer visible al indígena como sujeto político. Coincidiendo con el proyecto nacionalista del gobierno, la reivindicación de una mayoría invisible para las élites del poder - pero incómodas - ganan con su representación un lugar que les había sido negado desde el inicio de la República, y por supuesto en los tiempos coloniales.

Dentro de estos procesos nacionalistas, que han sido pasos importantes hacia la construcción de imaginarios sociales, la toma de las tierras, las propias reformas agrarias (en países de la región), han significado una toma de consciencia sobre la “propiedad”, que se relaciona con las maneras más capitalistas de las formas de producción. Esto responde a una época, a estas décadas de los cincuenta y los sesenta, en la región. Sin embargo, y donde radica cierta “mayor” importancia en los diseños como los de Ruíz Durand es la creación visual del sujeto político. Por fin existe una imagen del indígena. Algo con lo que identificarse.

Dajes hace énfasis en la imagen de Tupac Amaru que Ruíz Durant crea como parte de una narrativa oficial del gobierno de Velasco. Aquí es donde se retoma la idea inicial de asignarle un sitial “merecido” a lo indígena, no sólo a partir de figuras que le devuelven “la imagen”, sino también como aspiraciones de lo que se “quiere ser”. Además de la invención de una memoria visual que complementa toda la tradición oral, la que ha permitido la sobrevivencia de una cultura, no como abstracciones etnográficas sino como memoria viva de las propias luchas de los pueblos indígenas que en un afán dominador han sido reducidos a “mitos y leyendas” negándoles la posibilidad de reconocerlos como catalizadores de acciones de transformación social no sólo de un grupo social sino de la propia historia.

El artículo definitivamente abre muchas puertas a la comprensión de una época desde su “paseo” por los años del gobierno de Velasco, desde su acercamiento a uno de los autores de la imagen de un Perú negado, con sus interpretaciones y la asignación de valores a los discursos textuales y visuales de aquellos años. Dajes entonces propone una “lectura”. En este doble juego de estar “leyendo” desde su lugar, hace que quien “lea” ocupe su propio sitio para tener nuevas interpretaciones. Se trata de un texto necesario en la construcción de un imaginario colectivo que busca constantemente nuevas interpretaciones desde nuestros propios lugares, en tiempo y espacio.  

El balance de la más reciente FIL de Lima, deja como datos relevantes que los libros más vendidos de este año son de autores peruanos. Entre los cinco títulos que ocupan el podio se encuentra Mitologías velasquistas. Industrias culturales y la revolución peruana (1968-1975). Un hecho no menor en tanto esto avala cierta importancia temática, y certifica el interés colectivo por saber más de este periodo, como también, de decir más. Siempre más.