La cuarentena cambió la forma en la que las personas trabajan. Para Alejandro Azad y Pablo Villaroel, fotógrafos profesionales, el realizar su trabajo vía online fue un reto, uno aceptado por ambos, cada uno a su manera. 

Alejandro Azad es fotógrafo desde hace 10 años. Reconoce haberse encontrado “un poco deprimido” por no poder trabajar durante la cuarentena. Fue esto lo que lo impulsó a buscar alternativas para realizar sesiones fotográficas y mantenerse activo en sus redes sociales, que, para él, son parte de su trabajo. 

Gracias a la inspiración de youtubers e instagramers a los que Azad sigue, y por medio de una investigación, el fotógrafo conoció lo que eran las sesiones fotográficas online y se propuso hacer una. Fruto de la investigación de Azad fue conocer como otros fotógrafos realizaban estas sesiones valiéndose de FaceTime, una aplicación de telefonía con vídeo para productos Apple. Fue esta la herramienta que lo acompañó durante la sesión. 

La elección de tal herramienta se dio por una virtud particular de esta. En FaceTime uno de los participantes tiene la opción de tomar una fotografía con la cámara del celular perteneciente al otro participante. De esta manera, no se compromete demasiado la calidad de la fotografía, según explica.

Para Azad, estas sesiones online lo ayudaron a generar contenido en redes y no quedarse estático, por ello lo considera una buena experiencia. Más no cree que esta modalidad pueda reemplazar la forma en la que trabaja tradicionalmente. Para el fotógrafo la mejor opción es realizar sesiones tomando medidas de bioseguridad. 

Pablo Villaroel, con cuatro años de experiencia dentro del campo fotográfico, también ideó formas de trasladar su trabajo al área virtual. Sin embargo, para él la opción de FaceTime no era posible por la falta de dispositivos Apple, ni le parecía apropiado realizar capturas de pantalla, pues comprometía la calidad de la fotografía.

Villaroel decidió apoyarse en la modelo, esta hizo uso de dos dispositivos -un Ipad y un celular. En el primero se conectó en una videollamada con Villaroel e hizo uso de la cámara del segundo para tomar las fotografías. La modelo alineaba las cámaras de ambos dispositivos para que el fotógrafo eligiera la toma. De esta forma no sacrificaban la calidad y Villaroel dirigía a la modelo.

El fotógrafo considera que esta nueva modalidad podría volverse parte de su trabajo, no como una sesión fotográfica solamente sino como una clase sobre fotografía también. De acuerdo con su experiencia, Villaroel enseñaba conceptos fotográficos prácticos y teóricos a la modelo para realizar la sesión, para él esto es una manera de compartir sus conocimientos y considera que habría personas interesadas en adquirirlos.

Tal parece que la fotografía se encuentra en un cambio de paradigma frente a la coyuntura actual. Solo queda presenciar los diferentes cambios y mutaciones de esta, tan impredecibles como pueden ser. Lo único demostrado hasta ahora es que la fotografía es capaz de adaptarse y renovarse en maneras, formatos y herramientas. 

Estudiantes de la Universidad Privada de Cochabamba - Instagram: @maya.cab