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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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ARTESANO.

Un Hércules de la sastrería desde los trece años

Un Hércules de la sastrería desde los trece años

Hércules, fue una de las sastrerías más cotizadas de Potosí en el año 1960 y pertenecía a Alberto Gómez, un aficionado al levantamiento de pesas.

“A pesar de ser chiqui-tito, yo era bueno alzan- do muchos kilos”, asegura Gómez, a tiempo de señalar que por esa razón sus clientes le pusieron ese apodo.

La historia del rubro que ejerce -sastrería- inició cuando tenía 13 años. “Tomé un curso de confección por correspondencia”, cuenta, y desde entonces se proyectó como uno de los sastres más populares en la ciudad de Potosí.

MAESTRO Tal fue el éxito que a sus 20 años tenía el título de “Maestro Cortador” y un taller propio.

“Costuraba trajes para gente muy importante: prefectos, alcaldes, artistas y más”, recuerda. Sin embargo, lo que más ayudó a posesionar su taller fueron los viajes que realizaba.

DEPORTISTA Además de sastre, Alberto era un deportista destacado en el levantamiento de pesas.

“Ocupé el décimo lugar en el Mundial de 1971 (Lima), en mi categoría, recuerda. Según Alberto, sus viajes como deportista le sirvieron para “llevar la moda a Potosí”.

“Yo preguntaba a mis colegas del deporte: ¿qué ropa está gustando? ¿qué usan los hombres elegantes en este país?”, cuenta. De esta manera el observaba diseños y los perfeccionaba en Bolivia.

Pese a que los dos ámbitos en los que se desenvolvía eran diferentes, él supo fusionarlos de manera óptima.

Es así que desarrolló ambas pasiones paralelamente. En la mañana y la tarde costuraba y por la noche entrenaba en el gimnasio.

Con su disciplina deportiva participó de eventos destacados como el Mundial de Lima, en 1971 y los Juegos Panamericanos de México, en 1975. “También fui Director Técnico de la Selección Boliviana en mi rubro”, añade.

MIGRACIÓN Sin embargo el amor por la familia lo obligó a dejar su tierra natal el año 1968 y desde entonces radica en Cochabamba.

“Me vine porque mis cuatro hijos decidieron estudiar en Cochabamba. No podía dejarlos solos”, dice Alberto.

Su llegada a Cochabamba no significó empezar de cero porque su fama de buen sastre lo ayudó a “hacerse conocer con los cochalas”.

NUEVA VIDA En principio abrió su taller en la avenida 25 de Mayo, pero actualmente su sastrería (“El Ejecutivo”), está en la calle Antezana entre Sucre y Jordán.

Gómez percibe que los clientes de Cochabamba son menos exigentes que los de Potosí. Por tal razón hasta el día de hoy le mandan trabajos de confección desde Potosí.

“Cuando voy a mi tierra regreso con harto trabajo porque todavía confían en mí”, asegura.

Este valeroso sastre continúa aportando a la economía de Cochabamba sin olvidar su tierra.

“Potosí creció mucho pero la gente que yo conocía hoy ya no está”, concluye Gómez.