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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Violencia sexual, el mayor riesgo para las niñas bolivianas durante COVID-19

Foto referencial de violencia sexual. Pixabay
Foto referencial de violencia sexual. Pixabay
Violencia sexual, el mayor riesgo para las niñas bolivianas durante COVID-19

El contexto de la COVID-19 pone en mayor riesgo a las niñas y adolescentes de sufrir violencia sexual o de ser víctimas de “prácticas nocivas” como las uniones forzadas o el matrimonio infantil en Bolivia.

La representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Bolivia, Celia Taborga, en una entrevista con Efe, manifestó que este nuevo contexto de la COVID-19 pone en mayor vulnerabilidad a niñas, adolescentes y mujeres en el país de sufrir cualquier tipo de violencia, con énfasis la sexual.

Estas situaciones pasan en el núcleo del propio hogar de las niñas y adolescentes, que muchas veces no pueden denunciar o acceder a la justicia.

LA VIOLENCIA SEXUAL VA EN AUMENTO

Según las estimaciones del UNFPA, durante la cuarentena que se vive en Bolivia, que inició en marzo, al menos cuatro niñas y adolescentes al día son víctimas de violencia sexual, sin contar el “subregistro” de chicas que callan estas situaciones, que por el confinamiento se cree que la cifra es “muchísimo mayor” .

“Muchas niñas están viviendo con sus agresores sin ninguna posibilidad de contención y menos aún de denuncia”, expresó Taborga.

Según datos de la Fiscalía, desde el 22 de marzo al 31 de mayo, parte del período de la cuarentena, se atendieron 2.935 casos de violencia.

Estos casos se disgregan en 2.378 por delitos de violencia familiar, 153 de abuso sexual, 124 de violación, 118 de violación de niños y niñas o adolescentes, 102 a estupro y 60 por otros delitos.

“En esta época se incrementan las violaciones de derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres, es esta población la primera que sufre directamente las repercusiones de estos momentos”, sostuvo Taborga.

Además, esta situación deriva en embarazos no deseados, la deserción escolar de niñas y adolescentes, uniones forzadas o en matrimonios infantiles que afectan su desarrollo y que muchas veces aplacan con sus metas y sueños.

A este panorama se suma que en hospitales no se esté dando la debida atención a adolescentes y mujeres por temas de salud sexual ante la saturación de casos de COVID-19, que en el país alcanzan los 39.297 y 1.434 las muertes.

Ante el nuevo contexto mundial por la COVID-19, se estima que las cifras de violencia sexual, maternidad infantil, embarazos no deseados, deserción escolar, uniones forzadas y feminicidios “aumenten exponencialmente”, porque muchas de ellas están “en una situación de indefensión”.

ACCESO A MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS, OTRO DESAFÍO

Latinoamérica puede registrar más de dos millones de niñas y mujeres que sufran embarazos no deseados, ya sea producto de una violación o por el poco o nulo acceso a métodos anticonceptivos, que en este tiempo de cuarentena se ha hecho difícil, otro de los desafíos indirectos que trajo la COVID-19.

“En muchos contextos es muy complejo acceder a métodos anticonceptivos, además hay muchas menos oportunidades para acceder a la educación y en particular a la educación integral para la sexualidad, que está en un gran riesgo por la falta de información y orientación”, explicó Taborga.

Esto supone un retroceso "enorme" en los avances que se lograron en el país para que las niñas y mujeres tengan acceso a información sobre métodos anticonceptivos.

"Hay un enorme riesgo y tenemos una enorme preocupación por los retrocesos que la pandemia nos trae en temas que hacen a derechos sexuales y reproductivos en la población", manifestó.

Taborga sugirió que el Gobierno promueva políticas públicas contra estas prácticas nocivas como las uniones forzadas, que garantice el acceso a insumos y servicios de salud con atención diferenciada y promueva la educación sexual.

Además de fortalecer el acceso de las mujeres a la justicia y sancionar debidamente los casos de violencia sexual contra niñas y adolescentes.

UNFPA presentó la pasada semana un informe del Estado Mundial de la Población, que da cuenta de que la crisis generada por la pandemia pone en peligro los avances hacia la igualdad de género y la erradicación de estas prácticas nocivas.