Continúan los casos de violaciones seriales en las comunidades menonitas en Bolivia, esta vez con la aprehensión de tres hombres acusados de violar a 12 mujeres en las comunidades de Las Piedras y Belice, del municipio de Pailón en Santa Cruz.

Se trata de Jhohan U. J. (17), Jhohan L. (20) y Bernhard F. (25), quienes son investigados por el delito de violación agravada.

"Luego de que el Ministerio Público iniciara las investigaciones por la agresión sexual de varias mujeres, que habría sucedido en las comunidades menonitas de Las Piedras y Belice, se pudo establecer que se trataría de un caso similar al que se conoció en la comunidad menonita Manitoba en la gestión 2011”, indicó el titular departamental del Ministerio Público, Róger Mariaca.

Detalló que el principal elemento para cometer estos crímenes era un spray utilizado como somnífero que estaba elaborado en base a medicamentos veterinarios para dormir a sus víctimas y familiares. "De esa forma los agresores ingresaban a los domicilios para agredir sexualmente a las mujeres, robar dinero y objetos de valor”.

Las denuncias de estos casos fueron puestos a conocimiento del Ministerio Público, cuando el 18 de febrero de este año los esposos de las víctimas presentaron sus denuncias formales en dependencias policiales del municipio de Pailón.

Investigaciones preliminares señalan a los tres hombres aprehendidos como los autores de los vejámenes, además que en sus declaraciones manifestaron haber cometido los delitos en compañía de otros autores. 

Dos de los aprehendidos serán puestos a disposición de la autoridad jurisdiccional en las próximas horas para que definan su situación legal, mientras que el implicado de 17 años será puesto ante el juez del menor.

MANITOBA Abram Peters Dick es uno de los ocho menonitas sentenciados en 2011 por la violación de 150 mujeres y niñas de la colonia Manitoba, distante a unos 150 kilómetros de Pailón, Santa Cruz. Desde que se descubrió el caso, en 2009, la comunidad no volvió a ser la misma.

La tranquilidad en la colonia terminó en 2005 cuando varias mujeres y niñas despertaban adoloridas y con sus cuerpos amoratados sin recordar lo que les había pasado en la noche. Toda la familia, incluyendo los hombres, despertaba con dolor de cabeza y otros malestares, pero debía salir a trabajar como si nada hubiese pasado. Se trataba de violaciones masivas cometidos por Peters y otros implicados, que posteriormente revivieron la indignación al ser liberados sin cumplir sus condenas.