Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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OTRAS PERSONAS TUVIERON “SUEÑOS REVELADORES”

Videntes, la alternativa que toman los familiares de desaparecidos

Los parientes que buscan a un ser querido consideran que todo recurso es válido para hallar pistas que esclarezcan sus casos, cuando las investigaciones parecieran “no dar frutos”.
Afiches que reportan el hallazgo sin vida de personas desaparecidas en la ciudad de La Paz.   FACEBOOK
Afiches que reportan el hallazgo sin vida de personas desaparecidas en la ciudad de La Paz. FACEBOOK
Videntes, la alternativa que toman los familiares de desaparecidos

¿Será posible que un vidente pueda comunicarse con una persona desaparecida?. Algunos testimonios dan cuenta de que ese servicio permitió encontrar a su ser querido y otros sostienen que solo provocan falsas expectativas y sufrimiento en los familiares.

Guido Mamani H., un odontólogo de 29 años, desapareció, junto con su vehículo, el 22 de octubre en el municipio de Patacamaya, en La Paz. Su suegro contó que, ante la angustia y debido a que las investigaciones policiales parecían no dar frutos, recurrieron a los servicios de un vidente.

“Nos dijo que estaba maltratado y muerto, y que su cuerpo se encontraba a una hora de Patacamaya”, contó. En ese momento, los familiares decidieron emprender viaje con la clarividente, aunque tenían la esperanza de encontrarlo con vida.

Los parientes se dividieron por grupos con la intención de llegar a más zonas. La vidente les decía que se podía “comunicar con Guido y que estaban cerca de encontrarlo”.

Pasaron las horas y no dieron con su paradero. 

No les quedó de otra que parar la búsqueda, pero no descartaban seguir con el rastrillaje.

Al poco tiempo, comunarios que alimentaban a sus animales lo hallaron muerto en una zona desierta. Su cuerpo se encontraba calcinado en la comunidad de Santiago de Sipe Sipe, municipio de Sica Sica, el 6 de noviembre tras 15 días de búsqueda.

Para los familiares, las predicciones de la vidente coincidieron en algunos aspectos como el estado en el que Guido fue encontrado y la distancia puesto que estaban cerca del cuerpo aquella vez que hicieron ese rastrillaje.

Antes de encontrar el cadáver, hallaron el auto del desaparecido. Estaba abandonado en una calle de El Alto. 

La Policía informó que tres personas (dos hombres y una mujer) fueron implicados en el crimen del odontólogo. Ellos se encuentran con detención preventiva.

Guido vivía con su pareja en Patacamaya, donde estaba trabajando como odontólogo. Tenían una relación de siete años e iban a casarse en noviembre, pero la noche del 22 de octubre todos sus planes “se derrumbaron por un error”.

Para la joven, Guido era su esposo, así se refería cuando le preguntaban por él. Dijo que lo perdona y que siempre va a amarlo.

La Policía reveló ciertos detalles del crimen. Esa noche, Guido habría ido con una mujer, que está implicada en su muerte, a su casa donde consumieron bebidas alcohólicas. Aprovechó que su pareja viajó a la ciudad de La Paz para comprar insumos odontológicos y realizar pagos académicos debido a que estaban realizando cursos y especialidades.

Los investigadores presumen que Guido tuvo relaciones sexuales con la mujer, con la que fue a su vivienda. Luego, consumieron bebidas alcohólicas y ella le dio un somnífero para robarle dinero y su auto, pero no hizo efecto y el odontólogo se percató del plan.

Entonces, ingresó a la casa un tercero. Con el cómplice estrangularon a la víctima y lo subieron a la movilidad para llevarlo hasta Sica Sica donde dejaron el cuerpo y le rociaron con combustible pretendiendo desaparecer rastros del cadáver.

El otro implicado en el crimen prestó su vivienda para guardar el vehículo de Guido por unos días. Luego, decidieron dejarlo abandonado en una calle de El Alto.

La concubina de Guido presume que todo fue planeado porque descubrieron una publicación anterior al día del crimen, donde ofrecían a la venta la movilidad de la víctima.

“Cuando no encuentras respuestas y no tienes dónde más acudir recurres a cualquier lugar buscando pistas. Todo con la esperanza de encontrar a tu ser querido”, coinciden los parientes de personas que han desaparecido.

Ariel Rodríguez Orellana fue reportado como desaparecido el pasado 23 de octubre, en Cochabamba. Salió de su hogar, a bordo de su vehículo, con destino a Vinto a una cita laboral y desde entonces no volvió a su casa.

Su mamá angustiada por su desaparición buscó a un vidente con la esperanza de que le ayudara a dar con el paradero de su hijo. Le sugirió encender velas y le nombró zonas donde Ariel podría encontrarse.

SUEÑOS “Mamá todo está oscuro. No veo nada”, le dijo Juan Carlos Olivares F. a su madre en un sueño. El joven, de 31 años, desapareció el 7 de octubre tras salir de su casa de Villa Salomé, en La Paz. Dijo que iba a encontrarse con un amigo y no supieron más de él hasta que sus propios padres lo hallaron sin vida en un barranco tras 24 días de búsqueda.

Los progenitores de Juan Carlos recibieron una llamada y salieron a buscar a su hijo en una serranía que está entre Pampahasi y Villa Salomé. El padre encontró la prenda de vestir del joven, mientras hacían el rastrillaje de la zona.

Supo que estaban cerca de encontrarlo y siguió buscando hasta que vio el cuerpo de su hijo en una zona poco accesible, pero eso no fue un impedimento y descendió casi arrastrándose y confirmó que se trataba de Juan Carlos. 

Su madre indicó que su hijo estaba boca abajo y relacionó el hecho con su sueño porque al encontrarse en esa posición no podía ver nada. “La búsqueda y el rastrillaje lo hicimos los familiares, caso contrario mi hijo aún estaría desaparecido”.

Los padres llamaron a los efectivos policiales para sacar el cuerpo del joven. La mamá pidió a las autoridades dar con el o los autores del crimen y que se haga justicia. El amigo con el que se encontró ese día solo dijo que se despidieron en el mirador de Pampahasi.