La abogada Jessica Echeverría, parte defensora de las víctimas de Wilmer E. C., quien quemó con ácido a su expareja y su hija de ocho años en Santa Cruz, manifestó que las víctimas están aterrorizadas y temen que el dinero y los nexos que tiene este hombre lo ayuden a salir libre de la justicia nuevamente.

El agresor cometió el hecho el 28 de abril en la ciudad de Santa Cruz, en un hecho que indignó a todo el país. Pero, tras las investigaciones se supo que el mismo es buscado en Cochabamba, desde 2009, por el asesinato de su esposa Lorena Rondal, de 24 años, en el municipio de Vinto.

Echeverría constató que incluso existe un mandamiento de aprehensión que fue emitido en 2011 por el Tribunal de Sentencia de Quillacollo en su contra.

Hace más de 10 años, el acusado habría apuñalado a Lorena en frente de sus familiares, para terminar con su vida clavándole un cuchillo en el cuello al interior de un vehículo. Tras ello huyó a Santa Cruz.

"Este feminicida prófugo tiene hermanos y primos que son militares y policías. Logró eludir a la justicia por años y aterrorizó a la familia de Lorena todo este tiempo, le manda audios con amenazas de muerte a la hija que tuvo con su primera víctima y a la madre de Lorena", dijo.

Asimismo, explicó que en 2009 aún no estaba en vigencia la Ley 348, por lo que el delito fue calificado como asesinato.