Juan Cuéllar, víctima de Jhasmani T. y quien ayudó a destapar la existencia de un consorcio criminal de abogados y jueces en Cochabamba, denunció que aún sufre secuelas físicas por las agresiones de que fue objeto por parte de quienes los secuestraron.

“Tengo sordera en un oído a causa de todos los golpes que he sufrido. Le exijo a la justicia garantías para mi seguridad. A nadie le gusta vivir con miedo. No se puede trabajar en estas condiciones porque siempre aparecen por mi taller. Su hijo puntualmente me hace gestos como de que me van a matar, que me van a cortar el cuello”, expresó en un contacto con Buena Noche de OPINIÓN.

Cuéllar, que es mecánico, era agredido física y psicológicamente por Torrico, conocido como el "abogado torturador", y su grupo para obligarlo a renunciar a un monto de dinero, 20 mil dólares, que personas inescrupulosas le debían por concepto de un anticrético.

Asimismo, indicó que no le han devuelto el dinero. “Los dueños de esa casa andan campantes con libertad sin haberme pagado lo que se me deben. Yo no puedo caminar en las mismas condiciones por mi condición de salud. Para conseguir una tableta, debo peregrinar días y días, mientras que Jhasmani recibió atención médica de manera inmediata”, acotó a tiempo de expresar su duda respecto a que el sindicado realmente haya contraído el COVID-19. “Deberían hacerle otro análisis”.