Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:37

‘Tío Gonzalo’, acusado de violar a más de 24 niños es sentenciado a 20 años en El Abra

El hombre conocido como el “tío Gonzalo” en su audiencia de 2019 (i). Colectivo Mujeres de Fuego exige justicia para las víctimas (d). FOTOS: Archivo/Noé Portugal
El hombre conocido como el “tío Gonzalo” en su audiencia de 2019 (i). Colectivo Mujeres de Fuego exige justicia para las víctimas (d). FOTOS: Archivo-Noé Portugal
‘Tío Gonzalo’, acusado de violar a más de 24 niños es sentenciado a 20 años en El Abra

Gonzalo Rivadeneira, conocido como el “tío Gonzalo”, fue sentenciado este viernes a 20 años de prisión en la cárcel de El Abra por el delito de violación a menores de edad, en Cochabamba. El hombre es acusado de agredir sexualmente a más de 24 niños, quienes eran cercanos a él; sus sobrinos, sobrinas, ahijados e incluso sus propios hijos.

Ángela Nogales, fundadora de Mujeres de Fuego, informó que este viernes el acusado fue a juicio oral por la violencia sexual ejercida en contra de sus dos hijos. Se sometió a un proceso abreviado renunciando a todos sus derechos y admitiendo su culpabilidad, y el Tribunal de Sentencia No. 4 resolvió su condena.

Es la segunda sentencia que recibe el pedófilo en serie. El 26 de agosto de 2019, fue condenado a 25 años de presidio en el penal de El Abra por violación a tres niños, dos de nueve años y uno de 14; sus sobrinos y uno de ellos su ahijado de bautizo.

Nogales lamentó que las penas no sean “sumativas o acumulativas”. El agresor sexual, de 47 años, cumplirá la condena que contempla más años de presidio.

“Cuando un niño sufre una agresión sexual se muere en vida”, manifestó la madre de una de las víctimas a tiempo de indicar que ni la sentencia será castigo suficiente para el violador en serie. Los familiares de los niños expresaron su indignación debido a que consideran que la pena, en estos casos, debería ser la máxima.

Las mamás también denunciaron que fueron empujadas por varios efectivos policiales, cuando quisieron acercarse al agresor para gritarle todo lo que sentían al concluir la audiencia de juicio oral. “Alrededor de una docena de policías lo estaban resguardando a su salida, cuando se trata de un violador que destruyó la vida de más de 24 niños. Como nunca, había tantos efectivos para cuidarlo”, dijo una de ellas.

La mamá de unas de las víctimas denunció que tuvo una discusión con la abogada de una Organización No Gubernamental (ONG), que seguía el proceso, debido a que presentó la acusación a destiempo y por eso no se constituyeron como querellantes en el caso, sino como víctimas. Apuntó que ese centro no presentó ni la primera sentencia del acusado ni llevó a los testigos claves como las tías de las víctimas, entre otras personas.

Añadió que la abogada la trató de “ignorante” por pedirle que soliciten 30 años de cárcel para el pedófilo en serie.

“Algunas instituciones están lucrando con el dolor de las madres de las víctimas. La abogada de este centro me dijo que no podemos pedir la pena máxima porque el acusado no ha matado a nadie y esa condena solo se da en casos de feminicidios. Quiero decirle que un niño que sufre una agresión sexual se muere en vida. Sin embargo, eso no fue lo peor, le dijo que en la modificación de la Ley 348 como institución van a pedir que se reduzca la pena para los agresores sexuales”, señaló.

LOS PRIMEROS CASOS

Un hecho de violación se dio a conocer en octubre de 2018, cuando los sobrinos de Gonzalo Rivadeneira contaron a sus padres la pesadilla por la que atravesaban junto a su tío. Hace unos 26 años, el pedófilo logró ingresar a un grupo familiar de cuatro hermanas, al casarse con una de ellas. La pareja tuvo tres hijos, dos varones y una mujer.

Las familias de las hermanas se reunían constantemente, y esas ocasiones fueron aprovechadas por el “tío Gonzalo”, para violar a los niños. El hombre siempre se levantaba de la mesa con la excusa de tener gastritis y se dirigía dónde sus sobrinos e hijos para consumar el crimen.

Fue una de las madres quien descubrió los vejámenes al revisar el celular de su hijo que tenía videos pornográficos. Las hermanas al hablar con sus hijos, descubrieron que casi todos habían sido violados. Para asegurarse de que los menores no contaran lo sucedido, el “tío” les mostraba el video en el que un hombre disparaba a una mujer y les decía a sus víctimas que lo mismo les pasaría a sus madres o que serían violadas.