CÁRCEL DE EL ABRA
Privados en aislamiento podrán salir si leen y resumen libros
Encerrados en celdas frías y oscuras, 50 privados de libertad de El Abra, considerados los más problemáticos y peligrosos pasan todo el día encerrados sin la posibilidad de salir, tener un espacio de recreación, esparcimiento u otras actividades que realiza el resto de la población carcelaria. Sin embargo, ello podría cambiar si leen y resumen libros.
Estos privados se encuentran en el denominado bloque C, una construcción nueva, entregada en 2019, la cual alberga a presos de todos los recintos carcelarios del país y que deben estar en aislamiento.
Estos reos solo pueden salir de sus celdas dos horas al día, una hora en la mañana y otra en la tarde. El lugar de “esparcimiento” es un pasillo que separa las celdas que se encuentran una frente a la otra.
Los privados solo pueden caminar durante unos minutos por este pasillo dando vueltas y luego deben regresar a sus celdas que tienen una cama como compañera.
En cada celda solo hay un privado, y dos en casos excepcionales. La única forma de comunicación es a los gritos de celda a celda.
Los brazos salen entre las rejas y al enterarse de la presencia de este medio de comunicación, con fuertes gritos, denuncian la incomunicación, la falta de agua potable y la violación de sus derechos.
LECTURA A partir de la fecha, estos privados podrán ocupar su tiempo con la lectura de libros.
El bloque C recibió ayer dos armarios con 800 libros con diversas temáticas. La donación fue realiza por Régimen Penitenciario, la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y el Centro pedagógico y cultural Simón y Patiño. Los libros serán entregados en los privados en sus celdas y por una hora podrán “perderse” en la lectura. Según la directora departamental de régimen Penitenciario, Pamela Suárez, la condición es que lea todo un libro y haga un resumen oral del mismo para poder pasar nuevamente a la población, caso contrario deberá seguir en este lugar.
Para la siguiente semana es espera un lote de libros jurídicos, a pedido de los mismos internos, quienes buscan capacitarse en procesos judiciales para hacer un seguimiento de sus propios casos. El proyecto del incentivo a la lectura se denomina “El murillo de la lectura”.
Uno de los privados agradeció la iniciativa, pero al mismo tiempo pidió a las autoridades una televisión, ya que desconocen por completo lo que pasa afuera de las rejas y quieren informarse de los acontecimientos diarios, señaló.