Los policías Jacinto F.G. y Freddy A.M., de baja graduación, involucrados en el caso Katanas fueron sentenciados a siete años de cárcel en el penal de Palmasola tras someterse a un proceso abreviado, este miércoles, en una audiencia virtual.

Paola Barriga, abogada de la denunciante Nohemy C., informó que ambos efectivos policiales han “reconocido y confesado su participación en el delito de trata de seres humanos en grado de complicidad”.

“Las declaraciones de estos oficiales confirmaron nuestras aseveraciones como parte acusadora respecto a que policías y miembros de instituciones públicas eran cómplices de este terrible delito que desgració la vida de muchas jóvenes nacionales y extranjeras. Poco a poco vamos logrando castigos en este caso, aunque no repararán el daño, pero sentarán precedente para que la sociedad boliviana esté más atenta y no aceptemos estos negocios como parte de la vida normal. Ahora, sabemos que hay miles de jóvenes raptadas, desaparecidas y obligadas a vivir un infierno obligadas por gente inescrupulosa que las ven como mercancía”, escribió Barriga en su cuenta de Facebook.

La abogada señaló, en una entrevista con Gigavisión, que los celulares que encontraron cuando ingresaron al Night Club Katanas demostraron que los policías eran contratados por Marco C. (padre de la denunciante y expropietario del negocio) como guardias de seguridad. Sin embargo, ellos recibían a las jóvenes que llegaban al aeropuerto de La Paz desde otros departamentos y países confiadas en que iban a ganar alrededor de 3 mil dólares haciendo modelaje y promocionando productos. 

“Todo era falso. Estos policías recibían sus pasaportes y las retenían. Las subían a una movilidad y las conducían hasta la casa de Marco C. y en ese lugar las torturaban y violaban”, manifestó. 

Apuntó que los policías, para la parte acusadora, eran autores del delito, pero la condena se dio como cómplices. Decidieron “respetarla” siendo una sentencia ejecutoriada. 

“Al fin podemos ver un pequeño, pero significativo avance dentro de este proceso. Si bien la sentencia con la que ellos (los policías) cuentan no es proporcional a todo el daño que hicieron a tantas mujeres. Es una luz que nos indica que debemos seguir avanzando dentro de este caso. A lo largo, de estos cuatro años, nuestra vida ha corrido peligro y hemos sido víctimas de un sinfín de amenazas, no solamente mi persona, sino mi abogada y su familia. Por eso, pedimos a las autoridades que tomen atención en este proceso puesto que estamos iniciando la etapa de juicio oral y es ahora dónde nuestras vidas corres más peligro”, manifestó Nohemy C., en un video difundido por la red ATB. 

Barriga añadió que Jacinto F. apuntó a unas tres personas, entre autoridades y exautoridades, vinculadas al Movimiento Al Socialismo (MAS) como cómplices de los delitos que se cometían en ese negocio.  

El 30 de septiembre de 2016, el club nocturno Katanas terminó en escombros, tras su demolición por orden judicial. El edificio de propiedad de Marco C., detenido por presuntamente cometer delitos de trata y tráfico de personas, fue destruido a solicitud de Nohemy, su hija. 

La joven denunció a su padre e indicó que vio a muchas mujeres que fueron violadas y traídas con engaños con fines de explotación sexual. En esa oportunidad, aseguró que la demanda “no es un problema familiar, es un caso de trata y tráfico de personas”. 

Ocho personas son procesadas por el caso de trata y tráfico de personas en el caso Katanas.