El padre y la madrastra de un niño, de tres años, fueron ayer aprehendidos como presuntos autores de su muerte. El menor de edad fue enterrado, de manera clandestina, en una comunidad del Norte de Potosí, pero tras realizarse la necropsia se descubrió que la víctima, que vivía en Cochabamba, recibió fuertes golpes en la cabeza que acabaron con su vida. Tenía signos de violencia en distintas partes del cuerpo y los adultos sindicados, que debían protegerlo, le negaron atención médica.

El comandante departamental de la Policía de Cochabamba, Rubén Darío Lobatón, informó que conocieron la denuncia la noche del 28 de enero. El crimen se habría registrado en un domicilio del barrio Alto Cobol, al sur de la ciudad de Cochabamba, donde la víctima vivía con su progenitor y su madrastra. Ambos se habrían llevado el cuerpo sin vida del niño hasta una comunidad del Norte de Potosí donde lo enterraron sin certificado de defunción ni autopsia.

La madre del menor de edad tras conocer del deceso de su hijo buscó ayuda en la Policía porque dudaba de la versión del padre, quien le dijo que el niño perdió la vida en un accidente. No le comunicó del fallecimiento ni del entierro y esa situación le hizo sospechar que algo no estaba bien y que probablemente su expareja tenía algo que ver con la muerte del inocente.

“Se realizó la necropsia y el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) estableció que el niño murió por un edema cerebral, traumatismo encéfalo craneal cerrado debido a los golpes que había sufrido. El cuerpo tiene policontusiones en el estómago, espalda, tórax, es decir, sufrió violencia antes de fallecer e incluso tiene una cortadura en la mano, entre el dedo pulgar e índice, que no fue tratado. Todo eso nos hace ver que la madrastra y el padre del niño lo lastimaron hasta causarle la muerte”, manifestó Lobatón.

La autoridad lamentó que el niño no haya recibido, en ningún momento, atención médica porque los sindicados le negaron ese derecho. “Ninguna de sus heridas fue tratada”. Por ello, la pareja fue aprehendida y esperan su audiencia de medidas cautelares donde se definirá su situación jurídica.

Podría tratarse del primer infanticidio de este año ocurrido en Cochabamba, pero la Fiscalía aún no brindó un informe oficial del caso. El Ministerio Público informó ayer de un infanticidio en Potosí. La víctima es un recién nacido que perdió la vida en una comunidad de Acasio y el proceso se sigue contra autor o autores.

En 2021, Bolivia registró 46 infanticidios; 14 en La Paz, 9 en Potosí, 8 en Chuquisaca, 7 en Cochabamba, 5 en Santa Cruz, 2 en Tarija y 1 en Beni.