La niña, de 11 años, que estaba embarazada, a consecuencia de las reiteradas violaciones de su abuelastro en Yapacaní, se encuentra estable y con apoyo psicológico de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, informó la defensora del Pueblo, Nadia Cruz.

Un Tribunal pidió hace unos días que un equipo multidisciplinario, sin ningún tipo de injerencia, evalúe a la menor de edad. “Este equipo se ha logrado conformar en la ciudad de Santa Cruz, entre el martes y miércoles. Se habló con la madre y con la niña sobre los resultados, sobre el examen que había dado la junta médica, y en ese marco la madre y la menor acompañadas por sicólogos y profesionales de la Defensoría de la Niñez, tomaron una decisión”, manifestó.

Cruz añadió que la decisión que tomaron no debe ser pública para no afectar el futuro de la víctima, aunque el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dio a conocer el domingo que la niña “interrumpió su embarazo” conforme a lo “establecido por la justicia”.

“La menor de edad ayer (sábado) ha interrumpido su embarazo conforme a la normativa legal vigente y lo que han dispuesto las autoridades judiciales de nuestro país”, dijo a tiempo de indicar que la víctima fue dada de alta.

El caso, que conmocionó a toda Bolivia y abrió un nuevo debate, llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que instó a proteger a las niñas de embarazos forzados.